- Abdiel Isaí Jiménez, ganador del Prmio “Arte, Ciancia, Luz”, creó un sistema para enseñar música a personas con discapacidad visual
Karina de la Paz Reyes Díaz
13/12/2019, Xalapa, Ver.- Abdiel Isaí Jiménez Hernández tuvo como alumna de música a una niña con debilidad visual, pero no contaba con tanta experiencia en la enseñanza y mucho menos en la discapacidad, lo cual detonó su trabajo de tesis “La educación musical como herramienta inclusiva: propuesta didáctica para la discapacidad visual”, Premio “Arte, Ciencia, Luz” al mejor trabajo recepcional 2019.
Jiménez Hernández tiene 29 años, es originario de Oaxaca y actualmente vive allá. Estudió la Licenciatura en Educación Musical en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).
“Decidí enfocar mi tesis a este tema tan importante para que cuando a un educador musical tenga un alumno como el mío, cuente con una guía o un apoyo a través de herramientas y estrategias que le sirvan para incluirlo dentro de las clases y no se le niegue el aprendizaje musical”, compartió en entrevista para Universo.
Un motivo más fueron las personas ciegas que se encuentran en las principales calles de su ciudad natal, Oaxaca, sobre todo quienes tienen que salir a tocar y cantar para generar un ingreso, pues al entrevistar a algunos de ellos coincidieron en que no cuentan con instituciones o escuelas que ofrezcan talleres y clases de música apropiados para su condición.
“Uno de ellos mencionó que hace tiempo quiso ingresar a una escuela musical y que con el simple hecho de verlo le dijeron que no, que no contaban con maestros que pudieran enseñarle.”
Es en ese contexto que tiene un objetivo más en su quehacer profesional: “Que algún día este sistema musical pueda ser reconocido en diversas escuelas y facultades como una alternativa para la enseñanza musical”.
¿Por qué eligió estudiar la Licenciatura en Educación Musical? ¿Cumplió con sus expectativas?
Antes de entrar a la Facultad de Música de la UV estudié en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), pero sentía que me faltaba mucho por aprender y sobre todo experiencia en la docencia musical, es por eso que decidí dejar mi tierra con la intención de superarme y prepararme más, así comencé a estudiar Educación Musical.
Sin duda cumplió con mis expectativas estudiar en esta Facultad, fue mejor de lo esperado, ya que los maestros estaban muy preparados en su materia; además, siempre se preocupaban por nosotros, los alumnos, no sólo en lo académico sino también en lo personal. Cada materia que tomé tenía algo importante y relevante que aportar, lo cual me ha servido a la hora de impartir clases.
¿Qué significa el haber ganado el Premio “Arte, Ciencia, Luz”?
Significa mucho porque a través de este premio puedo demostrar a mis compañeros, amigos y familiares que cuando uno quiere estudiar y tiene ganas de superarse se puede lograr.
Me siento muy agradecido por haber obtenido este reconocimiento, valió la pena todo lo vivido durante mi estancia en Xalapa –estar lejos de casa, dejar a mi familia, perder a dos seres queridos–, pero sobre todo es la forma de agradecer y reconocer a mis padres lo que hicieron por mí para que pudiera estudiar; el reconocimiento es para ellos pues si no hubiera sido por su apoyo yo no sería quien soy y tampoco estuviera recibiendo este premio.
Tomando como referencia el tema de tu tesis, ¿qué retos o desafíos ves para quienes forman educadores musicales y para quienes se desempeñan como tal?
Considero que uno de los principales retos a los que se enfrentan los maestros que forman a los futuros educadores musicales es que no cuentan con las herramientas y estrategias necesarias para enseñar sobre el tema de la discapacidad en la música, la mayoría de ellos no están preparados para recibir a un estudiante con alguna discapacidad.
Además, pienso que son pocos los educadores musicales que se interesan por salir de lo tradicional, me refiero a la enseñanza en el aula regular o escuelas de música.
Dicho lo anterior, considero que un reto muy importante sería lograr que los educadores se interesen por salir de lo “común” para empezar a enseñar a quienes no tienen fácilmente la oportunidad de aprender el arte de la música, ya sea por tener alguna discapacidad, por ser de escasos recursos o por pertenecer a una comunidad lejana donde no se cuenta con talleres o escuelas de música.
¿Cuál consideras que es la aportación o distinción de este trabajo de investigación?
Que busca favorecer la inclusión dentro del aula regular a través de una serie de ejercicios didácticos y una nueva escritura musical en relieve y bajorrelieve, la cual lleva por nombre Cuadrofonía Musical, esto como una alternativa para enseñar música a personas con discapacidad visual y para educadores musicales que no cuentan con conocimientos del braille o musicografía braille.
Con este trabajo se busca que no sea el niño con discapacidad visual quien se tenga que adaptar a las condiciones de la clase de música en donde hay alumnos visuales, más bien que sea el material el que se adapte a la clase y que sea funcional para ambos.
¿Qué mensaje le interesa dar a la comunidad universitaria, sobre todo a quienes estudian Educación Musical?
A los estudiantes foráneos y a toda la comunidad universitaria: que valoren todo lo que sus familiares hacen por ellos, toda vez que muchas veces no sabemos el esfuerzo que tienen que realizar para mandar dinero con tal de que estudiemos; asimismo, aprovechar cada materia y obtener buenas calificaciones ya que de esta manera se pueden tener muchos apoyos y beneficios como el titularse con Mención Honorífica, obtener becas, estímulos y reconocimientos.
También les invito a que asistan a las diversas actividades extraescolares que ofrece la Universidad Veracruzana, tanto deportivas como culturales.
Quiero mencionar y agradecer a la Facultad de Música y a la UV ya que tuve la oportunidad de tener beca, viajar a otro país y también pude formar parte de la selección de Karate por un tiempo.
Por otra parte, a los próximos educadores musicales me gustaría invitarlos a que se interesen por la enseñanza a personas con discapacidad, esto porque en cualquier momento puede llegar un niño o joven que requiera otro tipo de instrucción y si no estamos preparados y tampoco contamos con los materiales necesarios será un poco complicado formarlos en la música.
De igual manera, que no se conformen con lo que ya existe para la enseñanza musical, sino que se atrevan a crear nuevos ejercicios, nuevas actividades, nuevos materiales, ya que cada alumno, escuela o comunidad es diferente y necesitamos tener una amplia gama de estrategias que funcionen de acuerdo a las características del lugar donde uno labora.
Además, les deseo que disfruten cada clase que impartan, que se apasionen con lo que hacen, que transmitan ese entusiasmo a los alumnos, que todo lo que enseñen sea de corazón. Pienso que haciendo esto los alumnos corresponderán.
Por último, les digo: Siéntanse orgullosos de ser educadores musicales y adonde quiera que vayan dejen en alto el nombre de nuestra alma máter.
Cabe citar que esta nueva forma de enseñar música a través de un cuadrado se ha podido presentar en festivales y congresos de distintas universidades como la Nacional Autónoma de México, la UABJO, la UV y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
El entrevistado pidió de manera destacada no dejar de citar: “¡Soy orgullosamente oaxaqueño, pero también soy orgullosamente UV!
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