Cultura

La obra The American Slave Coast se convirtió en tal en el Festival Jazzuv

  • Aseguraron sus autores en un conversatorio realizado en Casa del Lago
  • El músico Donald Harrison es la autoridad moral de la obra, señalaron Constance y Ned Sublette
  • El eje dramático es lo que ocurrió con las mujeres esclavas y lo que sigue ocurriendo en nuestros días en todas partes, reconocieron

 

Edgar Dorantes, Constance y Ned Sublette en su conversatorio dentro del 8° Festival Internacional Jazzuv

 

David Sandoval Rodríguez

 

30/10/2017, Xalapa, Ver.- Para Constance y Ned Sublette, autores del libro y la obra de teatro The American Slave Coast, su creación verdaderamente se convirtió en obra al presentarse en el 8° Festival Internacional Jazzuv, la noche del jueves 26 de octubre en la Sala “Emilio Carballido” del Teatro del Estado.

Así lo expresaron al presentarse en el conversatorio “Historia, música y teatro a propósito de The American Slave Coast”, que se celebró el viernes 27 de octubre en la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana (UV), donde fueron acompañados por el académico y músico Edgar Dorantes.

Ned Sublette, quien además es compositor, músico y productor radiofónico para el servicio público de radiodifusión (PBS), declaró al público presente en referencia a la obra: “Hacer una cosa una vez es un logro, pero hacer una producción una segunda vez ya se convierte en una obra y siento que nuestra experiencia aquí ha convertido nuestra adaptación del libro en una obra en sí misma, realmente esta transformación pasó aquí, en castellano”.

Por su parte, Constance Sublette destacó la importancia que tienen las mujeres en la narración que se escenificó la noche anterior, al ser “el corazón de la obra, ya que está centrada en su dolor, como la narración sobre la carta de Virginia, una esclava de la que no conocemos más que su nombre”.

Sin embargo, recalcó que esa misma tragedia la siguen viviendo las mujeres indígenas en las reservas estadounidenses, quienes están siendo despojadas de sus recursos y son las depositarias de la cultura, la transmiten a sus hijos, pero deben estar ocupadas defendiendo sus territorios “de la codicia de las élites que quieren aprovechar los recursos naturales”.

En ese sentido, Edgar Dorantes manifestó que la obra es entrañable y recordó que en México estamos viviendo un momento terrible que se refleja en el número de feminicidios que no deja de crecer.

Al respecto, Ned Sublette expresó su impresión como observador externo: “El tema de los feminicidios se ha convertido en materia obligatoria de los artistas mexicanos de la última generación y realmente para nosotros toda la historia que narramos es un gran feminicidio que duró siglos”.

En cuanto a la música creada por el saxofonista Donald Harrison, quien con su quinteto acompañó a los actores de la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana, el autor expresó que “es en realidad la autoridad moral de la obra”.

Igualmente lo definió como un gran personaje de su comunidad en Nueva Orleans y “el indicado para interpretar esta música porque es considerado un gran jefe del Mardi Gras –el carnaval de la ciudad– por su trabajo, al igual que el que hizo su padre y sigue haciendo su madre, son grandes referentes para su localidad”.

Para ambos, el trabajo del director Luis Mario Moncada fue fundamental en la adaptación de la obra y supo comprender la importancia del mensaje que transmiten los testimonios de los esclavos.

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