Ciencia

Pérdida de sueño, riesgo potencial para uso de drogas 

  • Investigador y alumno de posgrado del Instituto de Ciencias de la Salud de la UV realizaron estudio para determinar si la pérdida crónica de sueño induce cambios en la plasticidad estructural del córtex cerebral y del hipocampo  

 

Fabio Alfredo García García, responsable del Laboratorio de Biología del Sueño de la UV

 

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Luis Fernando Fernández y cortesía Fabio García

07/11/2023, Xalapa, Ver.- Estudios realizados en la Universidad Veracruzana (UV) muestran que la pérdida de sueño se asocia con un riesgo potencial para el uso de drogas como la cocaína, las metanfetaminas y el alcohol, informó Fabio Alfredo García García, investigador adscrito al Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) de esta casa de estudios. 

El responsable del Laboratorio de Biología del Sueño del ICS, realiza la investigación en un trabajo conjunto con su alumno de la Maestría en Ciencias de la Salud, Fernando Bravo González, y el profesor adjunto Mario Acosta Hernández; los resultados obtenidos a la fecha los mostraron en el 11 Congreso Internacional de Neurociencias realizado del 8 al 13 de septiembre en Granada, España, a convocatoria de la Organización Internacional de Investigación del Cerebro (IBRO, por sus siglas en inglés). 

Ante dos mil 400 participantes de 84 países, entre los que se encontraban ganadores de Premios Nobel de la Paz y del área científica, el investigador y el estudiante de la UV expusieron su metodología, proceso de estudio y hallazgos. 

Explicaron que la reducción crónica del sueño (RCS) más el consumo de alcohol aumenta la longitud dendrítica total y la ramificación del árbol dendrítico en la región prelímbica del córtex prefrontal y en la región CA1 del hipocampo, y hacen sugerir un aumento en la comunicación neuronal del sistema cerebral inducido por la pérdida de sueño.

 

En Granada, España, Fabio Alfredo García García y Fernando Bravo González dieron a conocer hallazgos de su trabajo de investigación sobre sueño y el cerebro

 

Por lo tanto, dijo, el objetivo del estudio fue determinar si la RCS induce cambios en la plasticidad estructural del córtex cerebral y del hipocampo. 

El grupo de investigación encontró que la RCS durante siete días a cuatro horas induce un aumento significativo en la expresión de Delta FosB en el circuito cerebral de recompensa de ratas macho. 

Fabio García precisó que la proteína Delta FosB regula la expresión génica de otras relacionadas con el proceso de plasticidad neuronal, como Cdk5, asociada a la formación de dendritas y espinas dendríticas. 

Para este propósito se utilizaron ratas macho adultas Wistar divididas en cuatro grupos experimentales: control; RCS durante siete días a cuatro horas diarias; RCS más exposición al etanol; y un grupo con exposición al etanol. 

Como en otros laboratorios del mundo, utilizaron la rata Wistar como modelo de investigación porque la anatomía y la fisiología de este roedor es semejante a la del humano, y en este sentido la función del cerebro –que es la que se estudia– también es muy semejante y permite tener conclusiones mucho más aproximadas al contexto de la fisiología humana.

 

En Congreso Internacional de Neurociencias realizado en Granada, España, la UV hizo visible la calidad de los trabajos que se realizan al interior de sus laboratorios

 

El investigador apuntó que utilizaron el método de elección libre de botellas para medir el consumo de alcohol y el manejo gentil para la RCS; al final del experimento se sacrificaron las ratas, diseccionaron los cerebros y se procesaron mediante tinción Golgi-Cox, en tanto la plasticidad estructural se determinó utilizando el análisis de Sholl. 

“El cerebro es el órgano responsable de hacernos dormir y despertar, el sueño o el ciclo de vigilia es algo que se replica cada 24 horas, es regulado por el cerebro prácticamente desde que nacemos y hasta el último día de nuestra vida, eso hace que el ciclo vigila-sueño sea un ritmo muy conservado no solamente en los humanos sino en la mayoría de los vertebrados”, expresó el investigador. 

En contraparte, mencionó que estudios epidemiológicos realizados en el mundo indican que ocho horas es el tiempo promedio para dormir; pero hay personas que requieren menos o más horas, lo que no indica que haya un problema de salud, sino que la necesidad de sueño dependerá de la calidad de la vigilia. 

El estudio, que se deriva de la investigación de Fernando Bravo, despertó el interés de reconocidos científicos e hizo visible la calidad de los trabajos que se realizan al interior de los laboratorios de la UV, “calidad que nos permite competir con cualquier otro trabajo de investigación de cualquier universidad del mundo”, destacó Fabio Alfredo García.