Ciencia

Los sismos no tienen frontera ni palabra, hay que estar preparados: Francisco Córdoba

  • Estos fenómenos naturales históricamente han afectado al estado de Veracruz
  • El de 1985 fue un parteaguas que movió conciencias

 

Francisco Córdoba Montiel, sismólogo del Centro de Ciencias de la Tierra de la UV

 

José Luis Couttolenc Soto

20/09/18, Xalapa, Ver.- Francisco Córdoba Montiel, sismólogo adscrito al Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que los movimientos telúricos “no tienen frontera ni palabra”, pueden ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar, por lo que lo mejor que podemos hacer es estar preparados para ello.

Como parte de la 1ª Semana de Universidad Segura 2018 “Cultura del cuidado”, que la UV realiza del 17 al 21 de septiembre en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Xalapa, el experto ofreció la plática “Sismos en el estado de Veracruz”.

Refirió que en la entidad se localizan tres de las cuatro zonas sísmicas de la República: una de baja intensidad en la parte norte; en la zona centro se da un incremento en la actividad cortical con actividad más superficial, aunque se registran también eventos profundos; la zona sur “sí está cargada de una sismicidad muy alta, pero principalmente profunda”.

Córdoba Montiel dijo que a lo largo de su historia, Veracruz ha sufrido daños considerables ocasionados por sismos, siendo dos de los más importantes el del 3 de enero de 1920 en Xalapa, y el del 28 de agosto de 1973 que azotó la región de Orizaba; estos fenómenos tuvieron sus epicentros en zonas limítrofes con el estado de Puebla y por el número de víctimas que se registraron, los especialistas los clasificaron como el segundo y tercero más devastadores en México, sólo después del ocurrido en 1985 en la Ciudad de México.

En cuanto a sismos ocurridos en Veracruz o que afectaron a la entidad, el investigador universitario mencionó también el del 15 de enero de 1931 que tuvo su epicentro en Huajuapan de León, Oaxaca, de magnitud 7.8 grados Richter; el del 26 de julio de 1937 que se originó en las cercanías de Acultzingo y Maltrata, causando daños en Xalapa, Veracruz, Orizaba y Córdoba; el de Jáltipan que tuvo lugar la madrugada del 26 de agosto de 1959, y el del puerto de Veracruz, con magnitud de 5.7 grados Richter, registrado el 11 de marzo de 1967.

Debido a que el estado se ubica en una zona de alta sismicidad, y atendiendo una invitación de la Secretaría de Protección Civil estatal, la UV participó en el diseño y ejecución de la Red Sísmica de Veracruz (RSV), que en un ejercicio tripartita –junto con el Servicio Sismológico Nacional (SSN)– se encarga del monitoreo sísmico permanente en la entidad, así como de la vigilancia de dos volcanes activos –el Pico de Orizaba y el San Martín– en la zona de Los Tuxtlas.

Por otra parte, dio a conocer que el proceso de convergencia de placas en la costa del Pacífico es el principal causante de la elevada sismicidad en el país, ocasionando que en 2016 se reportaran 15 mil 460 movimientos telúricos dentro del territorio nacional, cifra que para 2017 se elevó a 26 mil 413 movimientos.

Al cierre de su exposición, Francisco Córdoba subrayó que si bien es cierto que en la Universidad se trabaja la generación del conocimiento básico, “sobre todo en el mejor entendimiento de este fenómeno en la región”, es necesario que esa información se haga llegar a la sociedad, porque sólo así podrá cuantificar y dimensionar el peligro, y con base en ello fortalecer la cultura de la prevención, “ya que cuanto mejor conozcamos estos eventos, podremos actuar más eficazmente”.

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