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Estudian propiedades antidepresivas del chilacayote

  • Margarita Hernández Mixteco, estudiante de la Maestría en Neuroetología UV, lleva a cabo la investigación
  • Se basó en un grupo de personas diabéticas del municipio de Tlilapan, ubicado en la zona de las Altas Montañas

 

Margarita Hernández Mixteco, alumna de la Maestría en Neuroetología de la UV

 

Claudia Peralta Vázquez

18/07/18, Xalapa, Ver.- Margarita Hernández Mixteco, alumna de la Maestría en Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV), realiza un estudio para comprobar si el consumo de la Cucurbita ficifolia, nombre científico del chilacayote, tiene un efecto antidepresivo en personas diabéticas.

La egresada de la Facultad de Química Farmaceútica Biológica (QFB) región Córdoba-Orizaba, precisó que hasta el momento dicha investigación aún no arroja elementos contundentes; sin embargo, confía en contribuir en un futuro al hallazgo de un tratamiento farmacológico natural que tenga la capacidad de mejorar el estado de ánimo y la salud de pacientes que sufren este mal que representa la segunda causa de mortalidad en México.

Explicó que en una prueba inicial para evaluar parámetros bioquímicos en modelos animales, como parte de su trabajo de tesis de licenciatura, determinó que este fruto comestible también tiene beneficios antioxidantes, es decir, elimina el estrés oxidativo del organismo de los pacientes; e hipoglucemiante, al disminuir la concentración de glucosa.

Esto, luego de estudiar durante cuatro meses a un grupo de personas diabéticas, en su mayoría mujeres de origen indígena, específicamente del municipio de Tlilapan, en la sierra de Zongolica, quienes suelen emplear la medicina tradicional y productos naturales por atribuirles ciertos efectos terapéuticos que científicamente no están probados.

Después se le ocurrió probar si la planta también mejoraba el estado de ánimo de los diabéticos deprimidos, pues tienen el doble de riesgo de padecer depresión en comparación con un individuo sano.

Dicho riesgo se debe a la carga de padecer una enfermedad crónica y adoptar un tratamiento médico de por vida. Por tanto, el autocuidado y la adherencia a un tratamiento farmacológico suele ser difícil, doloroso y caro.

En el caso de los pueblos originarios, añadió, se ocupan productos naturales porque no tienen acceso al tratamiento farmacológico; por ello, en México la comorbilidad diabetes-depresión es frecuente y casi no es estudiada.

El primer paso de su investigación denominada “Efecto de Cucurbita ficifolia sobre la concentración de glutatión en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y depresión”, desarrollado dentro de la Maestría en Neuroetología, fue buscar entre el grupo ya estudiado a personas deprimidas e invitarlos en participar en el proyecto.

Con el apoyo del Centro de Salud del municipio, el proyecto consistió en estudios clínicos gratuitos, consumo del remedio natural bajo una dosis establecida y la aplicación de una encuesta de 26 preguntas validadas llamada “Inventario de Beck”, que busca sintomatología depresiva en el paciente.

A través de este cuestionario se evalúa la sintomatología depresiva desde aspectos como: tristeza, falta de ánimo, incapacidad de sentir placer, ideación suicida, baja autoestima, entre otros.

Al final se hace la suma del resultado, pues cada pregunta tiene un puntaje y un valor determinado.

Precisó que la participación fue de alrededor de 35 personas diabéticas entre 40 y 50 años de edad, a quienes se les solicitó raspar el chilacayote, guardar la pulpa y comerse una dosis de 0.5 gramos por kilogramo de peso en ayunas.

De esta prueba desarrollada en un periodo de tres meses, resultó que de los 35 participantes, 20 no presentaron depresión mientras que 15 sí la tenían, lo cual deriva en una prevalencia de más del 33 por ciento.

“La cifra es considerable porque lo ideal sería no encontrar a ninguna persona con síntomas depresivos.”

También logró establecer que sólo el 10 por ciento de la población es adherente al tratamiento contra la diabetes, lo cual es atribuible a la presencia de síntomas depresivos que nadie les evalúa, por lo que corren el riesgo de llegar al suicidio.

Margarita Hernández aseveró que de llegar a encontrarse que el chilacayote es antidepresivo se propondría como un tratamiento alternativo y se probaría en una población más grande. También se buscarían los principios activos que ejerzan este efecto, y si hay algún compuesto dentro del chilacayote que tenga la capacidad de hacerlo.

Es decir, con estudios más específicos se debe determinar qué molécula es la que lleva a cabo este efecto para caracterizarlo, aislarlo y volverlo un fármaco comercial como nuevo tratamiento medicinal, pues muchas personas ya no usan la terapia farmacológica porque les resulta molesta y poco efectiva.

“En todos los resultados pude observar que una persona con mayor puntaje de depresión tiene menor calidad de vida, y con glucosa tiene mayor riesgo de depresión.”

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