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No hay que “enfrascarnos” en una disciplina: Jorge Valencia García

  • El estudiante de maestría aconsejó a los universitarios postularse para un posgrado cuyo campo de conocimiento sea diferente al de su licenciatura y así ampliar el abanico de posibilidades laborales

 

“No hay que enfrascarse en una sola línea de investigación, sino diversificar”

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

18/07/18, Xalapa.- Jorge Alejandro Valencia García, estudiante de la Maestría en Ciencias Biológicas (MCB) adscrita a la Facultad de Biología, exhortó a los recién egresados de licenciatura a que se interesen en estudiar un posgrado en la Universidad Veracruzana (UV), pero sobre todo a no alinearse con los estereotipos.

“Es mentira que por no tener determinado perfil no puedes postularte, sé que sí se puede, yo traigo otra formación y aquí estoy. Si a ti te llama algo la atención, busca y rompe los esquemas”, expresó el egresado de la Facultad de Ciencias Químicas de la UV.

Tras varios años de desempeño laboral en la industria, Jorge Alejandro Valencia decidió retomar los estudios y se postuló para la MCB, lo cual le ha implicado un reto al ser un campo de saber distinto al suyo, pero a su vez ha ampliado sus horizontes.

Por ello, insistió en sugerir a los estudiantes que están por egresar de una licenciatura que consideren seguir con un posgrado, y en caso de que les llegara a interesar alguno que no tiene mucha relación con su disciplina de origen, persistir para ser parte de él.

“Encontrarás algo totalmente diferente a lo tuyo, pero muy enriquecedor, que hace que tu abanico de posibilidades laborales crezca. No hay que enfrascarse en una sola línea de investigación, sino diversificar más. Combinar lo técnico con lo biológico o lo biológico con lo médico, hay miles de combinaciones que puedes hacer. Exhorto a la juventud que le siga, yo no soy chavo pero quise seguirle.”

El tema de investigación de Valencia García trata sobre la cacería de subsistencia en la comunidad maya Santa Cruz Toledo, en Belice, que a su vez pertenece a un proyecto más amplio a cargo del científico Luis Pacheco Cobos. Los datos fueron recabados de abril a diciembre de 2012 y entre sus labores está el proceso de sistematización.

“Los cazadores de Santa Cruz tienen estrategias de cacería, ocupan armas y perros rastreadores; entonces determinando cuál es la que más ocupan, qué presa es la que mayormente cazan y qué beneficios obtienen, qué cantidad de biomasa se extrajo en el tiempo que se excavaron los datos”, explicó.

No obstante, había una parte de su formación que era necesario cubrir: la recolección de datos, lo cual concretó satisfactoriamente en una movilidad que realizó de febrero a julio de este año en el Instituto de Ecología, A.C. (Inecol), bajo la tutela de los profesores investigadores Sonia Gallina Tessaro y Alberto González Romero.

El Inecol anualmente convoca al curso de campo sobre “Técnicas para el estudio de la fauna y su hábitat en zonas áridas”, en su Laboratorio del Desierto, que se encuentra en la Reserva de la Biosfera de Mapimí, ubicada en el vértice que forman los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango. Este año fue durante todo abril, temporalidad que coincidió con la movilidad de Jorge Alejandro.

“Ese curso es muy cotizado y tuve la fortuna de que me condonaran el pago, que es elevado. Me hicieron parte de su equipo, me tomaron como alumno y en automático me fui. La experiencia fue muy buena porque en mi caso estudio la MCB pero no soy biólogo, soy ingeniero químico, orgullosamente egresado de la UV, entonces tenía muchos paradigmas que romper en cuestiones biológicas.”

La Reserva de la Biosfera de Mapimí se le presentó a Jorge Alejandro “como anillo al dedo” para cumplir un requisito de la MCB, concerniente al trabajo de campo, la interacción con fauna y vegetación y la recolección de datos.

“Fue lo mejor que me pudo haber pasado para complementar mi formación y con este curso constaté que no me equivoqué al postular para estudiar la MCB. Cuando llegamos a la reserva me dio temor, son temperaturas extremas, desierto, pastizales; me sorprendió que hay mucha fauna, nunca pensé encontrar tanta en un desierto, hicimos prácticas con roedores, es increíble la cantidad de especies que existen.

”Hay una muy característica que es la rata canguro, también conocí el famoso correcaminos; hicimos práctica con tortugas; después, nos fuimos con los venados, coyotes, vimos familias completas de pumas”, relató emocionado.

Algo más que le pareció increíble de su estancia en la Biosfera de Mapimí es que sólo con GPS (Global Positioning System) es posible tener una orientación, de lo contrario te pierdes. Por tal motivo, otro de los aprendizajes de Jorge fue el manejo de esa herramienta y de brújulas. “Fue una experiencia formadora, de mucha contribución hacia la MCB y estoy feliz y encantado de poder compartir esto con mis compañeros”.

Jorge remarcó que para él se trató de aprender una forma más de hacer ciencia, de recabar datos en campo, “esa parte yo la conocía mas no la había vivido de lleno y allá hicimos mil y un pruebas con diferente fauna, medimos vegetación y cómo ésta interactúa, sacamos densidades de fauna, coberturas vegetales, fue mucho en poco tiempo, y todo esto se lo debo al empuje que nos dan en la MCB de la UV y que en mi camino me crucé con Sonia Gallina y Alberto González”.

 

La Reserva de la Biosfera de Mapimí le cayó a Jorge “como anillo al dedo” para complementar su formación

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