- A través de un proyecto impulsado por la Universidad Veracruzana, 66 familias transforman ramas de poda en motivos y accesorios para fiestas decembrinas
- Han tenido buena respuesta en la región Veracruz desde hace años

Como cada diciembre, desde hace 19 años, mujeres de El Conejo trajeron coronas y árboles navideños para venta en la zona universitaria, los días 3 y 4 de diciembre
David Sandoval Rodríguez
Fotos: Luis Fernando Fernández
04/12/2025, Xalapa, Ver.- Desde hace 19 años, 66 familias que integran el Comité de Mujeres Unidas para la Conservación de sus Bosques de la comunidad El Conejo, ubicada a las faldas del Cofre de Perote, participan en un proyecto de aprovechamiento forestal sustentable que les permite elaborar coronas y árboles navideños con ramas obtenidas mediante podas controladas.
La iniciativa, impulsada por Rosario Pineda López, académica adscrita al Centro de Ecoalfabetización y Diálogo de Saberes (Ecodiálogo) de la Universidad Veracruzana (UV), surgió como una alternativa económica y ecológica que ha perdurado por casi dos décadas gracias al compromiso comunitario.
Lucía Valdez Cruz, una de las participantes, recordó que la idea nació a partir de un programa de poda promovido por la académica universitaria.
“En aquel tiempo nos convenció de hacer un proyecto de poda, y de ahí nos vino la idea de aprovechar las ramitas para hacer coronas y arbolitos”, compartió.

Venta de árboles y coronas navideñas 2: Coronas navideñas elaboradas con ramas resultantes de la poda apoyan el ingreso familiar
Cada familia contribuye al proceso artesanal, que abarca desde la recolección hasta la elaboración de los productos, dedicando entre dos y tres horas por pieza. La actividad se desarrolla en comunidad, fomentando la participación familiar y la transmisión de saberes tradicionales.
“Primero vamos a hacer la poda, luego escogemos la rama para hacer el producto; todos participamos, incluso nuestros hijos”, explicó Verónica Cruz Rodríguez, quien forma parte del grupo desde hace tres años.
El proyecto ha generado un impacto positivo tanto en el entorno natural como en la economía de las familias.

Los pinos son en realidad elaborados con las ramas que se van trenzando por las mujeres de la cooperativa para darles esa forma
“Antes no teníamos ingreso de nada, y ahora gracias a este trabajo ya tenemos un sustento”, comentó Valdez Cruz.
Por su parte, Rosalía Hernández Cruz, quien colabora desde hace más de una década, destacó la evolución en la producción artesanal: “Nos ha ido bien, porque cada año vamos haciendo cosas diferentes para tener un poquito más de venta”.
Las familias han comenzado a participar también en el Tianguis Agroecológico de Xalapa, donde comercializan sus productos elaborados con ramas de pino recolectadas de manera responsable. Esta práctica garantiza la conservación del bosque y promueve una economía circular y solidaria dentro de sus comunidades, puntualizó Pineda López.

Lucía Valdez es una de las primeras mujeres que participó de la iniciativa
La propuesta surgió con el propósito de mantener la superficie forestal y brindar oportunidades económicas a mujeres rurales que históricamente han tenido un acceso limitado a los programas gubernamentales del sector.
Explicó que el proyecto comenzó con un programa de poda apoyado por el entonces director del Parque Nacional Cofre de Perote y vinculado al Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (Procodes), que incentiva la conservación mediante jornales comunitarios.
“Nos dimos cuenta de la importancia que para la gente representa tener un ingreso; las mujeres no siempre son sujetas de apoyo en el ámbito forestal, pero con este programa han encontrado una oportunidad para participar activamente”, comentó.

Verónica Cruz dijo que en la elaboración de los adornos participa toda la familia
A través de esta colaboración, las familias aprovechan los residuos de poda para elaborar coronas, árboles y adornos navideños, generando recursos económicos durante la temporada decembrina, cuando las actividades agrícolas, como el cultivo de papa, entran en receso.
“Es una oportunidad no solo para las mujeres, sino para las familias; hablamos de un impacto importante en el ejido”, puntualizó la investigadora.
Destacó, a su vez, que la actividad se ha convertido en un proyecto comunitario y familiar que involucra a distintas generaciones: “Participan abuelitas, abuelitos, hijos e hijas; incluso algunos señores las acompañan al bosque cuando hay que podar lejos, porque reconocen la valía de su trabajo”, dijo la profesora.

Rosalía Hernández comentó que han buscado crear distintos productos, accesibles para todos los bolsillos
El proyecto ha logrado consolidar una ruta comercial solidaria entre Xalapa y Veracruz, con apoyo de las autoridades universitarias que han facilitado espacios de venta en el Gimnasio Universitario “Eulalio Ríos” y en el campus Mocambo.
“Gracias al respaldo institucional hemos podido abrir estos espacios. Mi papel es servir de enlace con la comunidad universitaria, difundir la información y gestionar lugares para que ellas puedan vender”, explicó.
En este último sitio, las artesanas permanecerán hasta hoy jueves 4 de diciembre. Posteriormente, se instalarán en el Tianguis Agroecológico de Xalapa, los días 7, 14 y 21 del mismo mes.

Rosario Pineda, académica de Ecodiálogo, fue quien llevó la propuesta a las mujeres de El Conejo
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