• En la conmemoración de los 15 años de Cosustenta, facultades de la Unidad de Artes de la UV diseñaron el Recorrido Sensorial Inmersivo “Sentir para transformar”, que llevó a los participantes a la reflexión en torno a la importancia de la sustentabilidad 

Docentes y estudiantes de facultades de la Unidad de Artes UV se unieron para presentar el Recorrido Sensorial Inmersivo “Sentir para transformar”

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: César Pisil Ramos 

02/10/2025, Xalapa, Ver.- En un trabajo coordinado entre las facultades de Artes Plásticas, Danza, Teatro y Música, con la dirección de Claudia Leticia Velasco García, la Unidad de Artes de la Universidad Veracruzana (UV) se sumó a los festejos del 15 aniversario de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (Cosustenta), en donde presentó el Recorrido Sensorial Inmersivo “Sentir para transformar”. 

El Foro “Miguel Herrera Olivo” de la Casa del Lago UV fue sede del recorrido interactivo, en el que durante 15 minutos llevó a los participantes a conectar con el arte y la sustentabilidad, generándoles una reflexión y transformación en relación con su entorno a través de los sentidos. 

Claudia Leticia Velasco, docente y enlace de sustentabilidad en la Facultad de Artes, explicó que pretenden que la actividad performática “sea como una casita del terror, en donde el público se vuelve partícipe, camina por una especie de laberinto pasando por diversos estados como el de la contemplación, la belleza de la música, ruido, contaminación sonora”.

El Foro “Miguel Herrera Olivo” de la Casa del Lago UV fue sede del recorrido interactivo, que llevó a los participantes a conectar con el arte y la sustentabilidad

Más adelante conocieron lo similar a un rastro, “en donde pareciera que somos parte del ganado, animales de libre pastoreo, se les pide reflexionar en torno al maltrato animal que está detrás de todo lo que compramos y consumimos; se les explica sobre residuos orgánicos e inorgánicos, el PET, cartón, todo lo que se convierte en basura que dejamos que se la lleve el camión recolector, pero no nos preocupamos por quién está gestionando esos residuos”. 

El “laberinto” contó también con un pasillo “lleno de calor, humo, de contaminación ambiental”, en donde se pudo apreciar que marcas comerciales conocidas (de ropa y refrescos, entre otras) venden la idea de que son “empresas socialmente responsables”, pero ofertan artículos desechables que han propiciado que el mar esté contaminado, lleno de plástico, con peces muertos.

La actividad performática pretendió ser como una casita del terror, donde el público caminó por una especie de laberinto pasando por diversos estados

El recorrido concluyó con la proyección de un video del río Pixquiac (cuando tiene agua), sobre la imagen se realizó un pequeño juego de sombras con mariposas de plástico; se precisó al público que el afluente no siempre está así, “y que sería bello que en lugar de mariposas de plástico fueran reales”. 

Con todo lo anterior, destacó la académica, se busca que los asistentes observen y reflexionen sobre el contacto con el entorno, cuántas mariposas reales, colibríes, tlacuaches pueden ver a diario; “desde las artes buscamos sensibilizar hacia el cambio climático y sobre el consumo desmedido que tenemos como humanidad, los artistas podemos ser entes de cambio, y los universitarios y universitarias también, el arte también sirve para transformar”.

Todo lo que se convierte en basura lo dejamos que se la lleve el camión recolector, sin preocuparnos por quién está gestionando esos residuos