¿Cómo no escribir sobre ella siendo lo que fue para la historia del cine nacional?, ¿Cómo no darle cabida en un espacio académico como este, a una actriz que fue clave en el cine que se produjo en México en los 70, una industria que hizo de la sexi comedia un subgénero menospreciado por la élite intelectual y la crítica nacional de cine; pero que -sin duda-, sin su presencia no pudiera dimensionarse el lugar que el cine de ficheras ocupó en el imaginario fílmico nacional?
Esto porque a sus 78 años de edad, ha muerto Sasha Montenegro, actriz y vedette que naciera un 20 de enero del 46 en la ciudad de Bari, Italia y de padres fueron yugoslavos. Sería entradita en sus veinte años, cuando viaja a México con la intención de participar en una película. A partir de aquel momento, el nombre de Sasha se ligó para la eternidad a nuestra alicaída industria cinematográfica.
Bellas de noche (Delgado, 1975), Las ficheras (Delgado, 1977), Noches de cabaret (Portillo, 1978), Muñecas de media noche (Portillo, 1979), Las cariñosas (Portillo, 1979), La pulquería (Castro, 1981), Pedro Najas (Rosas Priego, 1984), fueron algunas de las películas que encumbraron a una actriz dueña de una belleza sin igual.
Cómo olvidar aquella primera ocasión que tuve la oportunidad de ver una de sus cintas. Cuál haya sido, no lo recuerdo, pero sí que lo hice en compañía de mis padres, quienes -quiero imaginar- no tenían idea de lo que trataba aquella película, pero sí que cuando había alguna escena de desnudo, me tapaban los ojos.
Por supuesto que este cine, que hiciera de la comedia y el desnudo femenino una fórmula exhibicionista infalible para llegarle a un sector, preferentemente masculino, fue tan exitoso que permitió, al cine echeverrista pero sobre todo lopezportillista, mantenerse a flote, en aquellos años cuando nuestro cine andaba en búsqueda de conectarse con su gente; siendo este, el cine de ficheras, el que mayor impacto tuvo en aquellos años.
Se ha ido Sasha Montenegro, la actriz, la vedette, el sueño carnal de muchos hombres que tuvieron ocasión de conocerla a través de su cine. Fue esposa de José López Portillo, tuvo dos hijos y se vio inmiscuida en problemas legales relacionados con su matrimonio; pero quienes la recordamos, es por su belleza y por haber formado parte de un cine que muchos menospreciaron y hoy lo pueden seguir haciendo; pero que quienes la vimos junto a un ramillete de vedettes en nuestra juventud, siempre la recordaremos. Descanse en paz.
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