Del sujeto epistémico y el aprendizaje 2

Ya en una entrega anterior traté de abordar la condición del sujeto cognoscente desde aquellos ángulos que pueden hacer comprensible el proceso de construcción del conocimiento, donde procuré conceptualizar y describir aquellas características que -desde mi perspectiva y apoyado en un par de fuentes- mejor explican lo que es un sujeto en su condición epistémica y la forma en que un saber llega a constituirse en conocimiento.

En esta segunda entrega, quiero destacar la importancia del sujeto y aquellos conocimientos de los que se va haciendo desde esos días cuando sus ojos se abren al mundo y a partir de ahí, un puñado de actos de descubrimiento, reconocimiento y apropiación, terminan por ser experiencias vitales en las formas en que el mundo comienza a ser inteligible.

Así, desde lo perceptual, hubo un ámbito de interacción situado en un entorno que posibilitó descubrir a través de la intuición y lo sensitivo un conocimiento inmediato que pronto pasó a ser empírico como resultado de una experiencia cotidiana que vivimos desde aquellos días de bebe y nuestros gateos de exploración, con lo que tuvimos los primeros escarceos para hacernos de un pequeño mundo al que vamos llegando y aprendemos a nombrar.

Todo ello, en un entorno familiar desde el cual se comienza a modelar una cierta forma de ser, de relacionarnos con la vida, que define y acuna en las primeras creencias hasta que más tarde tomamos conciencia para hacer del libre albedrío, una posibilidad epistémica desde la cual decidir nuestro propio entendimiento y con ello, el cúmulo de saberes que comenzamos a adquirir por decisión propia.

Si bien es cierto, una experiencia supone un cúmulo de vivencias en donde la razón, la conciencia se regodea junto a la emoción, al final del día, siempre terminan por ser oportunidades para hacernos de saberes que pasan por el lugar y la disposición que de alguno de nuestros sentidos realizamos: desde aquello que comemos al descubriendo de ciertos olores, ni qué decir sobre el agrado o rechazo que genera rozar o tocar alguna superficie o textura a lo que escuchamos cotidianamente, por accidente o convencimiento; sin dejar de mencionar ese puñado de supuestos, de cosas que despiertan el agrado a nuestra vista; una experiencia sensitiva que genera condiciones para aprender y saber, lo que no siempre legitima aquello de lo que nos apropiamos y consideramos un conocimiento.

Es decir, la condición de sujeto epistémico es un atributo propio del ser humano, al ser una especie capaz de pensar, sentir y nombrar las cosas con las que se relaciona, de hacer inteligible el mundo en el que habita. Por ello, es importante que cada uno de nosotros aprenda a reconocer la importancia de la voluntad por aprender, por hacerse de aquella información que le provee una forma de entendimiento más acabada según el transitar por esta vida; para que llegados a una etapa como la universitaria, alcancemos a comprender y dimensionar cuando se nos dice que podemos ser protagonistas de nuestro propio aprendizaje, para lo cual es necesario asumir un protagonista donde el pensamiento arborezca y asuma una perspectiva crítica.

Charla TED de Pablo Perez-Paetow 

Ahí, siempre será importante desprenderse de las certezas para hacer de la duda una actitud frente a la vida. Y en ello, tomar una sana distancia del sentido común, podrá ser una oportunidad para decidir por nosotros mismos, haciendo uso consciente de la libertad para pensar sí, pero también para decidir, por ejemplo, qué consumo, cómo lo hago y a través de qué medios lo puedo hacer.

Pero esta es otra historia, la misma sobre la que volveré en el cierre de estas entregas.

Comentarios
  • Anónimo
    2023-09-18 6:54 PM

    Como siempre Lalo, muchas gracias por tu comentario.
    Esta semana la tercera parte

  • Eduardo Gabriel Barrios Pérez
    2023-09-18 11:07 AM

    Estimado doctor Genaro,
    Vuelvo por acá para comentarle que ha sido particularmente agradable el texto, lleva de la mano a la reflexión sobre nuestra condición de sujetos epistémicos como seres humanos. En aula lo he abordado y me parece que la forma en la que cierra el texto es importantísima pues las certezas pueden nublar el pensamiento y ya ni hablemos del crítico. Es importante incentivar la curiosidad por lo que nos rodea y tal como lo comenta, tomar una sana distancia del sentido común es bueno para nuestra mente.
    Saludos.

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