Justificación
De acuerdo con la evaluación del Milenio (2005), los ecosistemas que se distribuyen en las zonas costeras del mundo son algunos de los ambientes más ricos en diversidad biológica y que proveen mayor cantidad de servicios ecosistémicos, pero al mismo tiempo son los que han sufrido un mayor impacto antropogénico en las últimas décadas. El crecimiento demográfico acelerado en la zona costera ha derivado en una creciente demanda de recursos para sostener centros urbanos cada vez más grandes y poblados, entre lo que destacan el requerimiento de espacio, agua potable, alimentos y material de construcción. A su vez, estas zonas generan cada vez mayor cantidad de contaminación auditiva, lumínica, por residuos sólidos y aguas de desecho. Este crecimiento urbano tiene también un fuerte impacto en las actividades económicas que se desarrollan en la zona costera, lo que provoca un cambio de las actividades y estilo de vida de las poblaciones locales. Los pescadores locales se ven desplazados por el crecimiento de la mancha urbana y en muchos casos se deben adaptar a los nuevos requerimientos, cambiando la actividad pesquera para dedicarse a actividades relacionadas con el sector turístico, la construcción o empleos domésticos (Pauly, et al, 1998). El cambio climático es un fenómeno global, pero sus efectos son especialmente evidentes en la zona costera (Bryan-Brown, et al, 2020; Yáñez-Arancibia, 2010). La última década ha registrado los máximos históricos de temperatura del océano, lo que, ha ocasionado blanqueamiento de corales en varias áreas del mundo (Gross, 2016), incluyendo los sistemas arrecifales de la costa de Veracruz, dentro del PNSAV (Horta-Puga, 2007), lo que en el corto plazo puede significar la pérdida de hábitat, biodiversidad y el desplazamiento de especies de interés comercial, reduciendo la disponibilidad del recurso para pescadores locales, pero también para especies de aves y mamíferos, que dependen de éstas. Los florecimientos algales nocivos, que pueden afectar directa o indirectamente la salud humana y la economía de diferentes sectores, representan un especial interés en varios países, incluyendo México, donde este fenómeno ha sido poco estudiado a gran escala espacial y temporal, para determinar posibles escenarios ante los efectos del cambio climático (Copado-Rivera, et al. 2020). El crecimiento urbano también actúa en sinergia con este cambio climático provocando las denominadas islas de calor en las ciudades, lo que afecta la salud humana y demanda recursos energéticos mayores.
Otra problemática significativa en la zona costera es la sobre pesca de especies comerciales y el efecto en los ecosistemas, especialmente por la captura de herbívoros, tales como los peces loros, que mantienen un equilibrio ecológico, controlando el sobre crecimiento de macroalgas (Cipresso, et al, 2021). Otro grave inductor de cambios en los ecosistemas costeros es la colonización por especies invasoras, tanto en hábitats terrestres, como acuáticos. Especies como el pez león, que es una especie depredadora, que compite con especies de peces locales, por hábitat y alimento (Edwards, et al, 2014.), ha sido registrado en la costa veracruzana desde finales de la década pasada y a pesar de las campañas de erradicación emprendidas por entidades gubernamentales y no gubernamentales, su presencia continúa siendo importante (SEMARNAT, 2017).
El objetivo 14 de los objetivos de desarrollo sustentable (ODS) de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/oceans/), se enfoca en conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos. Una necesidad urgente para contribuir a lograr las metas de este objetivo, es el fortalecimiento de comunidades científicas altamente calificadas, con sentido de oportunidad regional y proyección nacional e internacional, capaces de contribuir activamente a la resolución de las problemáticas más urgentes que consideren a la zona costera y oceánica, incorporando las demandas de los sectores social y productivo, principalmente en el gran ecosistema marino del Golfo de México. El manejo y conservación de los ecosistemas costeros y marinos y sus recursos, es un reto enorme, que involucra la participación de todos los niveles de gobierno, la sociedad en general y el sector académico. Existen herramientas para apoyar estos esfuerzos de manejo y conservación, que son implementadas por diferentes instancias, entre la que destacan las áreas naturales protegidas, los programas de ordenamiento territorial, ecológico y pesquero, los programas y planes de manejo. Para esto se requiere contar con profesionales altamente capacitados que apoyen estos esfuerzos. La Universidad Veracruzana contribuye al logro de las metas de los ODS desde 2005, con la creación del programa de Maestría en Ecología y Pesquerías, que desde entonces, ha formado a la fecha 75 estudiantes titulados en ecología y pesquerías que a su egreso se han incorporado a labores de investigación, gestión, docencia o han continuado con su formación académica en nivel doctorado para hacer carrera académica afín con las líneas de investigación e incidencia social (LIES) de 1) ecología costera y oceánica, 2) pesquerías y acuacultura y 3) manejo y conservación, en las que se formaron durante sus estudios. Si bien, los resultados de estos últimos años son alentadores, es necesario hacer una revisión de este programa de maestría y su plan de estudios, para consolidar los aspectos más exitosos y revisar las oportunidades de mejorar los que presentan algunas debilidades o que no hayan sido contempladas en revisiones anteriores. También es necesario considerar los cambios en directrices en el sector educativo y científico a nivel nacional y al interior de nuestra propia universidad, para contar con un plan de estudios funcional y pertinente, para responder a las mismas.
Principios pedagógicos
El Programa de Maestría en Ecología y Pesquerías está sustentado en un sistema tutorial con un enfoque centrado en el aprendizaje flexible del estudiante bajo supervisión académica. Se fundamenta desde el punto de vista psicopedagógico en la concepción constructivista del aprendizaje escolar y de la intervención educativa.
La concepción constructivista del aprendizaje escolar señala que la finalidad de la educación es promover los procesos de crecimiento personal del estudiante en el marco de la cultura del grupo a que pertenece. Estos aprendizajes serán satisfactorios en la medida que se suministre ayuda específica a través de la participación del estudiante en actividades intencionales, planeadas y sistemáticas que logren propiciar en éste una actividad mental constructiva. El estudiante puede tener logros de aprendizaje en la medida que construye, reconstruye, manipula, explora, descubre o inventa, incluso cuando lee o escucha la exposición de otros. Este enfoque teórico que conjunta el cómo y el qué de la enseñanza, se resume en la siguiente frase: “Enseñar a pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuados”.
Bajo este contexto, el programa fomenta la movilidad interinstitucional estudiantil a través de estancias de investigación, cursos extracurriculares, fomentando la convergencia hacia el modelo curricular flexible, que constituye una de las metas de la propia Universidad Veracruzana.
El programa propicia el proceso de aprendizaje en los estudiantes, de manera que estén motivados a aprender por sí mismos en una amplia gama de situaciones y circunstancias, logrando con esto la formación de docentes e investigadores que se aboquen a la solución de problemas.
Desde la visión del Posgrado en Ecología y Pesquerías, para poder realizar un aprovechamiento sustentable de los recursos costeros y marinos, se tienen que comprender de una forma multidisciplinaria el funcionamiento todo este amplio sistema. Lo cual se puede lograr con los conocimientos propios y transversales de las cuatro líneas de investigación e incidencia social del posgrado.
- Misión
Formar profesionistas altamente calificados y preparados para poder desarrollar investigación básica y aplicada para abordar las problemáticas relacionadas con la evaluación, manejo y conservación de los recursos acuáticos y ambientes costeros, con el fin de promover la conservación de su biodiversidad, el uso precautorio de sus recursos, el manejo de sus pesquerías y de la zona costera y marina, con un alto sentido de ética profesional y responsabilidad social.
- Visión
Al 2030 ser un programa de Maestría consolidado y con reconocimiento nacional e internacional como formador de recursos humanos especializados, capaces de construir carrera académica de largo plazo y solucionar problemas relativos a la evaluación, manejo y conservación de los recursos acuáticos y ambientes costeros, con el fin de promover la conservación de su biodiversidad, el uso precautorio de sus recursos, el manejo de sus pesquerías y de la zona costera y marina, mediante el trabajo conjunto y en sinergia con un núcleo académico base altamente capacitado y comprometido con la complejidad social en su entorno.
Objetivo
Formar especialistas altamente capacitados, aptos para identificar, pronosticar y resolver problemas relativos a la evaluación, manejo y conservación de los recursos acuáticos y ambientes costeros, con el fin de promover la conservación de su biodiversidad, el uso precautorio de sus recursos, el manejo de sus pesquerías y de la zona costera y marina, aplicando el conocimiento científico, con una visión multi- e interdisciplinaria.