• Emelia Hernández Priego participó en el ciclo de conferencias organizado por la institución, a propósito del Día del Inventor Mexicano 

Innovar consiste en llevar los resultados de una idea hasta su comercialización exitosa, explicó Emelia Hernández Priego

Karina de la Paz Reyes Díaz 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

21/02/2022, Xalapa, Ver.- Las patentes que se han concedido a la Universidad Veracruzana (UV) son “el reflejo de la calidad de la investigación que se hace” en la propia institución, destacó Emelia Hernández Priego, subdirectora Divisional de Examen de Fondo de Patentes, en las áreas Biotecnológica, Farmacéutica y Química, del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). 

Para ella, las patentes concedidas a la UV son “innovadoras” –tan sólo durante 2021 se acumularon seis nuevas patentes– y las solicitudes han estado acompañadas de una buena redacción –lo cual “no es fácil” y requiere una expertiz. 

Sobre esto habló en el ciclo de conferencias organizado por la Oficina de Transferencia de Tecnología (OTT) de la Dirección General de Vinculación de la UV, a propósito del Día del Inventor Mexicano. 

El título de su participación fue “Las patentes, protección para la innovación”, al respecto comentó: “Innovar consiste en llevar, precisamente, los resultados de una idea hasta su comercialización exitosa”, reiteró Emelia Hernández; pero eso no es sencillo, admitió. 

La patente implica un derecho de exclusividad 

Al hablar de las figuras de protección de propiedad industrial, detalló todo lo referente a la patente, la cual versa sobre un derecho que otorga el Estado al titular de la invención, para producir o usarla de manera exclusiva. 

Cabe aclarar que no autoriza la explotación –eso requiere otros trámites–, más bien, es un derecho para prohibir a un tercero utilizar la invención con propósitos industriales y comerciales. 

De acuerdo con la conferencista, la concesión de una patente implica un derecho exclusivo al titular del invento durante 20 años, a menos que el titular otorgue una cesión de derechos o licencia de explotación a un tercero. 

El Estado concede la exclusividad por dos décadas. Después de dicho periodo, la sociedad podrá beneficiarse de ese avance de la ciencia; es decir, esa tecnología pasará al dominio público y podrá ser libremente usada. 

Una excepción al derecho de patente es que una invención, aunque esté todavía bajo los derechos de exclusividad, puede ser usada “libremente” y “sin fines comerciales” en el campo de la educación, investigación y desarrollo, para generar mayor innovación. “Puede ser la base para hacer mejoras sobre esa invención”. 

Emelia Hernández detalló los requisitos para obtener una patente, cuyos tres ejes son: novedad, actividad inventiva y aplicación industrial, así como una descripción clara y completa para guiar a un técnico en la materia al momento de la replicación. 

También, especificó qué no es patentable: invenciones que carecen de carácter técnico, lo que no es susceptible de aplicación industrial –como métodos de tratamiento quirúrgico o terapéuticos–, lo que es considerado contrario al orden público y buenas costumbres –como la clonación de seres humanos–, así como razas de animales y variedades vegetales. 

Otro de los rubros en los que profundizó fue el contenido de la solicitud de patente en sí, que está integrada por: título, descripción, reivindicaciones, dibujos (en su caso) y resumen. 

Incluso, habló del plazo para efectuar nuevas solicitudes de patentes en otros países, así como de los tiempos que requiere este proceso en el país, con base en la nueva Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial. 

Este ejercicio se desarrolló en modalidad virtual el 17 de febrero, por la plataforma Zoom, con retransmisión por el Facebook de la OTT, donde puede consultar ésta y todas las conferencias a detalle.