• Alejandra Rodríguez destacó que estos espacios son herramientas de análisis, fiscalización y formación ciudadana 

• Reconoció la labor del Observatorio Veracruzano de Medios, de la UV, al aportar información para comprender el comportamiento de la prensa local y nacional 

Alejandra Rodríguez Estrada, coordinadora de la Maestría en Estudios de Opinión

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios 

14/10/2025, Xalapa, Ver.- Alejandra Rodríguez Estrada, coordinadora de la Maestría en Estudios de Opinión del Centro de Estudios de Opinión y Análisis (CEOA) de la Universidad Veracruzana (UV), planteó que los observatorios de medios de opinión pública son instrumentos de análisis, fiscalización y formación ciudadana que inciden directamente en la vida democrática. 

La académica ofreció la ponencia “El papel de los observatorios de medios en la opinión pública”, en el Seminario Permanente de Estudios de Opinión “Patricia Andrade del Cid”. 

Estas iniciativas nacen de la necesidad de equilibrar los flujos de información en un contexto global caracterizado por la concentración de poder en pocas agencias noticiosas, explicó. 

“A pesar de las transformaciones tecnológicas, los grandes conglomerados siguen determinando qué se ve y qué no, quién tiene voz y quién no en el espacio público”. Por ello, insistió en que los observatorios constituyen un contrapeso indispensable para detectar sesgos, omisiones y desequilibrios en la representación mediática. 

La ponente indicó que entre sus principales funciones destacan el monitoreo sistemático de contenidos, la fiscalización ética del periodismo, la elaboración de diagnósticos longitudinales y la producción de conocimiento académico. 

Reconoció el trabajo hecho por el CUO, el cual alberga 30 observatorios temáticos

“Los observatorios no son improvisados: requieren metodología, rigor y continuidad; en sí mismos son procesos de aprendizaje que fortalecen la transparencia y la rendición de cuentas en la comunicación pública”, expresó. 

También subrayó la relevancia de su papel educativo y ciudadano: “Deben contribuir a la alfabetización mediática y a la formación de audiencias críticas; no basta con observar, hay que generar conciencia sobre cómo se construye la realidad mediática”. 

Durante la ponencia, Rodríguez Estrada revisó experiencias internacionales, como el Observatório da Imprensa en Brasil –uno de los primeros en América Latina– y los observatorios europeos que tienden hacia la rendición de cuentas institucionales, a diferencia de los latinoamericanos que están enfocados en la democratización del espacio público. 

En el ámbito nacional, destacó los esfuerzos de instituciones de educación superior del país, como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y la Universidad Autónoma de Nuevo León, cuyos observatorios han contribuido a monitorear coberturas electorales y fortalecer la equidad informativa. 

A nivel estatal, reconoció la labor de la Universidad Veracruzana, a través de la Coordinación Universitaria de Observatorios (CUO) que alberga 30 de tipo temáticos. 

Alejandra Rodríguez reconoció la labor del Observatorio Veracruzano de Medios, de la UV, al aportar información para comprender el comportamiento de la prensa local y nacional

Resaltó el trabajo del Observatorio Veracruzano de Medios, fundado en 2012 por Patricia Andrade del Cid, “una experiencia de trece años de investigación constante que ha aportado bases sólidas para comprender el comportamiento de la prensa local y nacional”. 

La académica reconoció que el sostenimiento de estos proyectos no está exento de dificultades: la falta de recursos, el recelo de los periodistas y el riesgo de politización son desafíos permanentes; sin embargo, subrayó que la pertenencia a redes institucionales –como la Coordinación Universitaria de Observatorios de la UV o la Red Mexicana de Observatorios de Medios– permite garantizar su permanencia y robustecer la colaboración interuniversitaria. 

Finalmente, Alejandra Rodríguez planteó que los observatorios deben evolucionar hacia la era digital, incorporando análisis de grandes bases de datos, minería de redes sociales, procesamiento de lenguaje natural y detección de desinformación o deepfakes. 

“Su futuro está en combinar la mirada crítica con las herramientas tecnológicas. Observar no es pasivo, es un acto de resistencia y de construcción de ciudadanía informada”, concluyó.