• La bioética geriátrica tiene un fundamento humanista orientado a la dignidad, las emociones y la espiritualidad de las personas 

• El especialista Erick Ruiz impartió conferencia virtual sobre el tema 

La conferencia virtual fue impartida por el médico Erick Ruiz Moya, cuya área de especialización es la geriatría

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: César Pisil Ramos

04/09/2025, Xalapa, Ver.– México experimenta un envejecimiento poblacional inédito en su historia, por ello se hace necesario contar con los conocimientos adecuados para atender a esta población sin vulnerar sus derechos humanos ni su dignidad, planteó Erick Ruiz Moya, médico especialista en salud pública y bioética por la Universidad de Zacatecas, instructor reconocido por la Harvard Medical School y director del Centro de Longevidad en Xalapa. 

El especialista impartió la conferencia “Bioética geriátrica” como parte del 8vo Foro Internacional de Educación Médica y Derechos Humanos y 1er Encuentro Veracruzano de Educación Médica, organizado por el Observatorio de Buenas Prácticas en Educación Médica (Obeme) de la Universidad Veracruzana (UV), en colaboración con la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM) región Sureste y la Academia Nacional de Educación Médica y DPC de México (Acanemed), capítulo Veracruz. 

Con más de una década de experiencia en geriatría, Ruiz Moya compartió parte de su libro, también titulado Bioética geriátrica, en el que promueve la educación en salud como un pilar fundamental para la atención del adulto mayor. 

“Estamos en un tiempo de unión, la transversalidad tiene que darse en todos los sectores de la salud y la geriatría es un punto importante dentro del tema de los derechos humanos”, puntualizó. 

Los trabajadores de la salud deben tomar en cuenta el envejecimiento poblacional, que en México se considera acelerado por determinantes sociales relacionados con el abandono, la pobreza, las condiciones de marginación y la salud mental.

Ruiz Moya dijo que está ocurriendo una transición del concepto de vejez hacia múltiples vejeces

Su propuesta plantea un enfoque integral desde la salud física, transitando de un modelo de atención paternalista hacia un modelo que busca atender otros elementos como la demanda de los sistemas de salud y los requerimientos existenciales de este grupo etario. 

“Hoy en día se habla de vejeces, de adultos mayores, considerando que son personas las que atienden a personas, dado que no existe una forma única de envejecer y la vejez es atravesada por múltiples factores”, agregó. 

Un tema muy importante para tener presente es el nivel socioeconómico, el acceso a los servicios y considerar las vejeces diversas porque “es hablar de inclusión, lo que implica atención digna para todas las personas en esta condición”. 

Precisó que la bioética geriátrica analiza los dilemas éticos relacionados con la atención, el bienestar y los derechos de las personas mayores. 

“En geriatría, la bioética va más allá de la simple toma de decisiones clínicas, aborda la calidad de vida, la autonomía, la justicia y el respeto a la identidad personal para poder equilibrar tres dimensiones: biológica, psicológica y espiritual-humanista”.

El ponente destacó que la bioética geriátrica tiene como propósito el respeto a la identidad y dignidad de la persona adulta mayor

Recalcó que al paciente se le debe incluir en la toma de decisiones, brindar respeto a las preferencias personales sobre tratamientos, cuidados paliativos o el final de la vida. 

El enfoque humanista en la bioética geriátrica considera a la persona mayor como un ser integral; su esencia se centra en reconocer y respetar la dignidad intrínseca de cada individuo; la persona está por encima de la enfermedad y su cuidado debe ser relacional, dado que la salud se construye en el vínculo con familiares, cuidadores y comunidad, aseveró Erick Ruiz. 

Dijo además que en la vejez el desarrollo individual no se detiene, se transforma, y la bioética geriátrica la considera como una etapa activa de la construcción del ser, a partir de una resignificación, el aceptar cambios y dar un nuevo sentido ante los límites físicos. 

Se busca que la aplicación de la bioética geriátrica en hospitales, residencias y consultorios facilite elaborar planes de atención especializados, formar profesionales con competencias éticas y relacionales, así como diseñar programas que integren las dimensiones de cuerpo, mente, emociones y espiritualidad.