- Efrén Ortiz, académico del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias, impartió conferencia en la Facultad de Letras Españolas
- Su proyecto actual es recrear el Álbum de Rosario de la Peña y Llerena

Estudiantes de Letras Españolas realizaron el Foro Estudiantil Literatura Mexicana: Una visita al XIX
David Sandoval Rodríguez
Fotos: César Pisil Ramos
09/06/2025, Xalapa, Ver.- En la literatura mexicana del siglo XIX hay libros objeto que preceden al concepto surgido en el siglo XX y reflejan cualidades artísticas poco conocidas, refirió Efrén Ortiz Domínguez, académico del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias (IIL-L) y de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV).
El investigador participó en el Foro Estudiantil Literatura Mexicana: Una visita al XIX, celebrado en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, con la conferencia inaugural “Libros de artistas del romanticismo: el Libro de Carne, el Libro de Hueso, y los álbumes de Carmen Arriagada y Rosario de la Peña”.
José Luis Martínez Suárez, académico de la Facultad de Letras Españolas, dio la bienvenida al ponente y explicó que el encuentro fue organizado por las y los estudiantes del último semestre que expusieron trabajos realizados durante tal periodo.
Ortiz Domínguez comentó que el libro de artista o libro objeto se puede hallar desde romanticismo, dado que “hay excelentes ejemplos para demostrar que este tipo de publicaciones no son una invención moderna”.
El concepto mencionado, agregó, procede de la vanguardia artística surgida a mediados del siglo XX, al referirse a “una expresión artístico-plástica” con características específicas.
Pero este tipo de libro ha existido desde siglos anteriores bajo diversas modalidades y algunos de ellos de gran valor, observó.
Las características que convierten a una publicación en un libro de artista no es su soporte estético solamente, también es definido como “un agente comunicante artístico y plástico, o sea que es principalmente una obra artesanal, de ahí que se subraye su formato por encima del contenido”.

Efrén Ortiz Domínguez y José Luis Martínez Suárez inauguraron los trabajos del foro
El libro-objeto se vuelve apreciado por su aspecto artístico y escasa producción, incluso siendo un ejemplar único. También se considera su “personalidad”, es decir, que un consejo editorial decide si el volumen es una obra gráfica, por encima de una obra literaria.
“Existen algunos ejemplares que, por su rareza y singularidad, se han llamado acertadamente ‘libros de artista’, pero su diferencia esencial no radica en el contenido sino en su técnica de ejecución, ya que se trata de ejemplares únicos en los que se conjunta el trabajo de diseño, la ejecución y el acceso restringido.”
Efrén Ortiz precisó que, “en sentido estricto, muchos de esos ejemplares podrían ser cobijados bajo tal acepción, a pesar de que preceden por, al menos, un siglo la existencia de estas experiencias referidas por los teóricos”.
El investigador compartió que su proyecto actual tiene como propósito recrear el Álbum de Rosario de la Peña y Llerena, libro perdido que incluía poemas y cartas dedicadas a la mujer que se convirtió en la musa de varios literatos del siglo XIX, entre ellos el poeta Manuel Acuña, quien le escribió su famoso Nocturno a Rosario.
Comentó que en casa de Rosario “se reunían todos aquellos que se consideraban poetas y ahora es un objeto que ya no existe”.

Ortiz Domínguez compartió que su investigación busca reconstruir el libro Álbum de Rosario de la Peña y Llerena
Su importancia radica en ser un documento histórico y literario “por tratarse del libro más interesante de la poesía amorosa del siglo XIX”.
También mencionó obras como Los mexicanos pintados por sí mismos, publicada en 1854, que incluyó textos de destacados escritores mexicanos de mediados del siglo XIX como Hilarión Frías y Soto, José María Rivera y Juan de Dios Arias.
Es un libro que ha sido casi olvidado a causa de su rareza y está conformado por una serie de estampas y cuadros de costumbres que retratan los personajes más curiosos de la sociedad decimonónica.
Ortiz Domínguez habló también de dos obras organizadas por el escritor Juan de Dios Peza, el Libro de Carne y el Libro de Hueso, que tienen origen en su paso por la Escuela de Medicina y sumaron a otros autores, algunos anónimos y otros reconocidos como el mismo Manuel Acuña.
En el primero se incluyen imágenes de cuerpos diseccionados de la morgue, a la que ingresaban de noche para realizarles cortes; están intercalados con textos diversos de algunos de ellos que se conocieron como estudiantes de medicina.
El Libro de Hueso es un objeto muy particular, es un cráneo anónimo sobre el que varios de dichos estudiantes le escribieron versos, frases y palabras, precediendo, quizás, al concepto del readymade que popularizó en el siglo XX el artista Marcel Duchamp con su famoso urinal que firmó bajo el seudónimo de R. Mutt.
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