- Alejandra Zárate habló de las lesiones más comunes y sus consecuencias
- La sesión educativa contempló los diversos tratamientos para recuperación

Miriam Zavaleta, trabajadora social SAISUV hizo la presentación de la ponente
Jorge Vázquez Pacheco
05/11/2025, Xalapa, Ver.- Alejandra Zárate Fernández, especialista en traumatología y ortopedia adscrita al Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV), dictó la sesión educativa “Dolor en el codo: conoce la epicondilitis lateral y medial”, durante la cual destacó que si bien ambas patologías son similares, su origen es diferente.
Presentada por Miriam Zavaleta Becerra, trabajadora social del SAISUV, la ponente se centró en el dolor de codo, específicamente en la epicondilitis lateral (el llamado “codo de tenista”) y la epicondilitis medial (“codo de golfista”).

Alejandra Zárate Fernández, traumatóloga y ortopedista adscrita al SAISUV
La epicondilitis lateral es la causa más común de dolor y disfunción del codo y se asocia a actividades repetitivas, especialmente las de agarre con extensión de muñeca, y afecta entre el uno y tres por ciento de la población, sin distinción de género.
Los síntomas incluyen dolor que se asocia a movimientos como la extensión resistida de la muñeca. “El dolor puede irradiarse a la musculatura de la mano y el antebrazo, y un síntoma característico es la disminución de la fuerza de agarre”.
El sobreuso y envejecimiento pueden causar microlesiones que conducen a desgaste y eventual falla; generan dolor e inflamación, así como predisposición a futuras lesiones. Los traumatismos menores asociados al agarre excesivo son factores contribuyentes y el músculo extensor carpi radialis brevis es el más afectado, al igual con otros que se adhieren al epicóndilo lateral del húmero. Pueden afectar el funcionamiento de mano y dedos, y disminuir la fuerza de agarre.

Afección más común de lo que se supone
La tendinosis se caracteriza por el aumento de fibroblastos, hiperplasia vascular y colágeno desestructurado; la reparación del tendón no remedia del todo haciéndolo más susceptible a desgarres adicionales. “El dolor de codo puede ser causado por diversas patologías, desde problemas cervicales hasta el síndrome del túnel carpiano. Es crucial, entonces, acudir a valoración médica para un diagnóstico preciso; el dolor puede ser leve o severo y se agrava con la actividad casi normal”.
Dijo que las radiografías visualizan hueso y no siempre muestran las lesiones en su fase inicial, y para descartar patologías similares —como degeneración articular, defectos óseos, calcificaciones o microlesiones con depósitos de calcio— se requiere de estudios adicionales. El ultrasonido de partes blandas y la resonancia magnética son muy útiles, esta última, aunque puede confirmar el diagnóstico, no siempre es necesaria.

Las etapas degenerativas desde la lesión inicial
“Los diagnósticos diferenciales incluyen radiculopatía cervical, problemas musculares del tríceps, fracturas ocultas, secuelas de fracturas no tratadas, síndrome del túnel radial y tendinitis de los extensores”.
Otras terapias incluyen ondas de choque, acupuntura e infiltraciones con ácido hialurónico y plasma rico en plaquetas, que han mostrado buenos resultados. “El tratamiento quirúrgico se reserva para casos especiales y puede ser mediante técnicas abiertas, liberación percutánea o artroscopia”, entendida esta última como un procedimiento diagnóstico y quirúrgico que permite visualizar y tratar lesiones leves o crónicas.
Finalmente, comentó que las complicaciones de la cirugía pueden incluir lesiones iatrogénicas, inestabilidad del codo, lesiones nerviosas (como el nervio radial), osificaciones heterotópicas (depósitos cálcicos), rigidez articular por inmovilización prolongada e infección.

Los diversos tratamientos, desde la fisioterapia hasta acupuntura e infiltraciones
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