General

Vincular neurociencias con el derecho puede mejorar sistema legal

  • En México se carece aún de esta práctica que países desarrollados ya realizan: Jorge Manzo Denes

 

 

Jorge Manzo, José Luis Cuevas, Leticia Oseguera y Lizbeth Areli Platas

 

José Luis Couttolenc Soto

29/05/18, Xalapa, Ver.- En la práctica del derecho, en México aún se cuestiona la existencia del libre albedrío en la autonomía de la voluntad, mientras que en países desarrollados la tendencia de vincular la neurociencia con el ámbito jurídico es un tema que emergió desde hace 25 años, lo que coloca a nuestro país a la zaga en los alcances que puede tener la integración de ambas disciplinas.

Ante el interés de continuar involucrando a los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) en temas de actualidad, la Academia de Filosofía y Disciplinas Jurídicas Auxiliares –coordinada por Arnaldo Platas Martínez– organizó el conversatorio “Reflexiones actuales de derecho y neurociencias”, en el que participaron Jorge Manzo Denes, director del Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice), y Lizbeth Areli Platas Villa, médico adscrita al Hospital ABC de la Ciudad de México.

Ante docentes y estudiantes reunidos en el Aula Magna “Guillermo I. Ortiz Mayagoitia”, Manzo Denes destacó la importancia de vincular la neurociencia con el derecho para “conocer cuál es el grado del manejo voluntario que tenemos de nuestra personalidad, así como el grado de factores externos que pueden modificar nuestro comportamiento dentro de la sociedad”.

 

Lizbeth Areli Platas Villa, médico adscrita al Hospital ABC de la Ciudad de México

 

Dijo que éste es un tema que ha llevado a implicaciones legales, debido al desconocimiento de hasta qué punto una persona es consciente de los actos que esté realizando, lo que se podría explicar con el conocimiento a fondo de cómo funciona la estructura que le da personalidad y conducta, que en este caso es el cerebro.

Para ello, mencionó, es necesario e importante “que se dé la vinculación del aparato jurídico con el aparato neurocientífico”, lo que permitiría realizar una calificación más certera sobre la conducta humana y determinar el grado de modificación de las leyes que rigen actualmente a la sociedad mexicana, mejorándolas”.

Por su parte, Platas Villa abordó lo relacionado a la parte neuroética de la función cerebral, la que consideró está dirigida de manera predominante a la configuración de la personalidad a través de un cerebro moral.

Explicó que son los factores externos y de aprendizaje cerebral los que inciden para que el cerebro reaccione en determinada dirección.

Enseguida y como ejemplo, expuso que una persona que vive en Medio Oriente con un elemento jurídico musulmán, verá y vivirá situaciones que para ella caerán en la normalidad por el contexto en el que se desenvuelve, y en consecuencia su cerebro tendrá un aprendizaje moral de acuerdo a ese contexto, el cual siempre será diferente al del sistema jurídico mexicano.

Coincidió con Jorge Manzo en que es necesaria la integración de los estudios del cerebro con la rama jurídica, además se pronunció porque “exista esa semilla de germinación que permita ver cuáles son los horizontes jurídicos que tienen interrelación multidisciplinaria e interdisciplinaria con las neurociencias, lo que más adelante puede llevar a una evolución no sólo tecnológica sino también del pensamiento, y esa semilla se tiene que sembrar entre los estudiantes que cursan la carrera de Derecho”.

 

Jorge Manzo Denes, director del Cice de la UV

Categorías: General