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Programa permanente de bioética, reto y oportunidad para la UV

  • De ello habló Pascual Linares en la V Jornada de Bioética de la Universidad Veracruzana 

 

La formación profesional necesita elementos axiológicos, dijo el académico de la Facultad de Biología

La formación profesional necesita elementos axiológicos, dijo el académico de la Facultad de Biología

 

Karina de la Paz Reyes Díaz 

09/02/2021, Xalapa, Ver.- El académico de la Facultad de BiologíaPascual Linares Márquez, habló de “La importancia de la educación bioética en los estudiantes universitarios. Retos y oportunidades para la Universidad Veracruzana”, y destacó la importancia de tener un programa permanente de bioética en la institución. 

Su participación fue la penúltima de la V Jornada de Bioética de la UV Hacia una bioética universitaria, desarrollada el 5 de febrero por la plataforma Zoom y organizada por los comités de Ética en Investigación de los institutos de Salud Públicade Investigaciones Psicológicas de Ciencias de la Salud. 

Como parte de su ponencia, citó que la educación en América Latina presenta un panorama sesgado hacia una formación utilitarista, fincada en la razón instrumental como un factor determinante, dejando de lado aspectos morales y humanistas en general. Por el contrario, para él la formación profesional necesita elementos axiológicos, integrada en los diversos ámbitos de la vida académica. 

Etambién Coordinador de la Maestría en Ciencias Biológicas, posgrado adscrito a la citada Facultad, compartió que cualquier universidad que está formando a los recursos humanos que en el futuro establecerán las directrices para desarrollar un país, necesita tener establecidos los elementos bioéticos. 

En este promover, desarrollar, generar diversos sistemas de pensamiento la pregunta es ¿hay necesidad de la bioética? Por supuesto que sí”, dijo. Para él, las universidades “necesitan reconocer cuando están en un dilema bioético. Es más, “ela praxis profesional mediada por las interacciones del ser humano con otros sistemas vivos se debe analizar si éstas son benéficas o dañinas o en qué sentido lo están siendo. 

Opinó que la bioética en la formación profesional, de inicio, debe contemplar la resolución de conflictos éticos personales; reflexionar en las diversas formas de vivir y ser; valorar los sistemas vivos no humanos; el entorno como un sistema de cambio constante; y los derechos humanos. 

Al especificar la bioética en la universidad, citó cinco puntos: generación de códigos de ética profesional emanados desde la discusión interna; establecer la bioética como un curso asociado a la metodología de la investigación; constitución del comité de bioética y de ética de la investigación; registro de impactos a los sistemas vivos no humanos desde la institución; así como programas permanentes de actualización y vida universitaria bioética. 

Asimismo, expuso los que consideró retos y oportunidades para la UV en el tema: primeramente, un programa permanente de bioética. De ahí, formación bioética en personal académico; generación de reuniones disciplinares como foros, congresos, talleres para enseñar procesos de abordaje bioético, y un comité dbioética institucional. 

Aclaró que los comités de bioética no garantizan la resolución de problemas, no emiten una lista de reglas a seguir, ni son comités de vigilancia; tampoco son guías o recetas a seguir ni establecen verdades absolutas. 

Por el contrario, deciden por consenso, no por mayoría, pues proponen y sugieren nuevos protocolos, normas o reglamentos, y apoyan las actividades de investigación y desarrollo institucional en el proceso; además, establecen necesidades con base en principios y valores situados, y requieren de expertos bioeticistas.