Cultura

Procesos históricos e intercambio cultural, motivo de análisis en la UV 

  • Dentro del V Coloquio Internacional Antropología, Historia y Arte en el Caribe 
  • Participaron José Antonio Sánchez Lobato, arqueólogo y fotógrafo del INAH, y Noel Allende Goitía, del Colectivo de Estudios Musicales de Puerto Rico 

 

Noel Allende Goitía presentó parte de su investigación basada en la movilidad humana como eje de transformación cultural y musical

 

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Luis Fernando Fernández 

04/12/2025, Xalapa, Ver.- En la Mesa 2 del Eje “Relaciones trasatlánticas, diásporas e historia colonial”, desarrollada durante el V Coloquio Internacional Antropología, Historia y Arte en el Caribe, organizado por la Universidad Veracruzana (UV), se presentaron dos ponencias que abordaron, desde distintas perspectivas, los procesos históricos vinculados al periodo colonial y al intercambio cultural en el espacio Atlántico. 

Este evento se desarrolló los días 1, 2 y 3 del presente mes, y estuvo a cargo del Instituto de Antropología, el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).   

Dentro del foro realizado en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del MAX, participaron José Antonio Sánchez Lobato, arqueólogo y fotógrafo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Noel Allende Goitía, del Colectivo de Estudios Musicales de Puerto Rico. 

En la primera ponencia, titulada “La Villa Rica de la Vera Cruz: una historia olvidada”, José Antonio Sánchez compartió el avance de un proyecto comunitario que durante años ha impulsado la recuperación, limpieza y preservación del sitio histórico conocido como la Villa Rica, en el que está incluida la Fortaleza de Hernán Cortés. 

Comentó que, tras siete años de trabajo para localizar el lugar y tres meses de labores de limpieza intensiva, se logró mostrar el valor territorial y patrimonial de la zona. Para sostener las actividades, recurrieron a estrategias locales como la elaboración de lonas con apoyo de comercios, con el fin de financiar materiales y acciones de mantenimiento. 

Sánchez Lobato detalló que el equipo ha enfrentado obstáculos como el abandono del sitio, la acumulación constante de basura y la falta de recursos para garantizar su conservación. Actualmente buscan constituir un patronato que permita gestionar apoyos municipales, pagar la limpieza y asegurar la presencia de custodios. 

 

José Antonio Sánchez compartió el avance de un proyecto comunitario que ha impulsado la recuperación, limpieza y preservación del sitio la Villa Rica

 

Enfatizó que la recuperación del espacio resulta urgente ante el inminente impacto de la nueva autopista que pasará junto a la carretera actual, lo cual podría marginar aún más el tránsito y visita hacia la zona. Asimismo, mencionó proyectos complementarios, como proponer nombres para calles aledañas y continuar con actividades culturales que fortalezcan la identidad local. 

Agregó que la historia de la Villa Rica está estrechamente ligada a la interacción entre indígenas y españoles, y su declive se explica por el fin de estructuras sociales que habían sostenido la vida del poblado. 

La segunda conferencia, “Del Mediterráneo al Caribe… un paso es: musicar en tiempos y zonas de conflicto en el circuito Mediterráneo-Atlántico-Caribe en los primeros años del siglo XVI”, fue impartida por Noel Allende Goitía, quien dijo que es parte de su investigación basada en la movilidad humana como eje de transformación cultural y musical dentro del gran circuito histórico que conectó Europa, África y el Caribe. 

“La música no se mueve, los seres humanos sí”, y desde esa premisa analizó cómo los desplazamientos y conflictos generaron ecosistemas de alta diversidad cultural que configuraron las expresiones musicales en contextos mediterráneos y atlánticos. 

Explicó que el circuito Mediterráneo-Atlántico-Caribe funcionó como un espacio de tránsito continuo, y este movimiento humano propició fusiones musicales derivadas de contactos entre tradiciones judías, ibéricas, afrodescendientes y americanas. 

Asimismo, expuso que las crónicas de conquista muestran cómo la imposición colonial convive con la continuidad de saberes musicales transmitidos por tradición oral. A partir de estos procesos, señaló, surgieron géneros trasatlánticos y neoafricanos que más tarde influirían en Europa, como la zarabanda o la chacona. 

La diversidad genética, cultural y musical que emergió de este circuito, afirmó, se explica por la coexistencia humana en zonas de conflicto y por la constante resignificación del territorio en espacios de relación.