- Carolina Vieyra Gasperín dictó la sesión educativa “La importancia de la toma de Papanicolaou”
- Lamentó que muchas mujeres no quieran hacérsela por miedo, falta de información o porque creen que no la necesitan
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
17/06/2025, Xalapa, Ver.- La citología cervical, conocida como el examen del Papanicolaou, permite identificar lesiones precancerosas y salvar vidas, por lo que se recomienda a las mujeres realizarlo de manera periódica después de los 25 años, aunque no hayan iniciado su vida sexual.
La médico Carolina Vieyra Gasperín lamentó que muchas mujeres no quieran hacerse la citología cervical por miedo, falta de información o porque creen que no la necesitan, esto durante la sesión educativa “La importancia de la toma de Papanicolaou”, realizada vía Zoom por el Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV).
En el marco de la charla, dirigida a estudiantes, administrativos y personal de salud, enfatizó en la urgencia de realizarse la toma de Papanicolaou para prevenir el cáncer cervicouterino, una enfermedad que puede detectarse a tiempo con esta sencilla prueba.
“El Papanicolaou debe efectuarse en mujeres mayores de 25 años, hayan iniciado o no su vida sexual; muchas veces se cree erróneamente que ya no es necesario después de la menopausia o si hubo histerectomía, pero eso no es así”, subrayó.
La especialista señaló que la citología cervical detecta infecciones, lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH), cambios hormonales y otras anormalidades, y agregó que debe complementarse con ultrasonido y, en algunos casos, con colposcopía.
“La mayoría de las mujeres diagnosticadas con cáncer cervicouterino invasor nunca se habían hecho esta prueba; recordemos que el cáncer no siempre presenta síntomas al inicio, por eso es vital hacerla cada año”, enfatizó Vieyra Gasperín.
Explicó que el VPH puede invadir las células epiteliales y causar verrugas o, en su versión de alto riesgo —como los tipos 16 y 18—, desarrollar cáncer. Las células precancerosas se pueden detectar antes de que se vuelvan malignas, pero solo si se realiza el estudio adecuado, destacó la especialista.
Entre los síntomas de alerta están: sangrado intermenstrual, dolor al orinar, secreciones vaginales inusuales, debilidad, dolor pélvico o en la espalda baja, molestias durante las relaciones sexuales.
Mencionó que algunos de los factores de riesgo son: iniciar la vida sexual a edad temprana; tener múltiples parejas sexuales y no usar protección, no realizarse controles médicos, el tabaquismo, mala alimentación, desequilibrios hormonales, y antecedentes familiares.
“Muchas mujeres no acceden a la prueba por pudor, por desconfianza hacia el personal médico o porque no tienen síntomas, pero no hay que esperar a sentirse mal para cuidarse”, subrayó Carolina Vieyra.
Con respecto a las recomendaciones previas al estudio, dijo que debe evitarse tener relaciones sexuales dos días antes, así como las duchas vaginales o el uso de óvulos; además, no estar menstruando el día de la toma de la prueba.
Sobre el procedimiento, explicó que actualmente los instrumentos son de plástico desechable, en distintos tamaños para mayor comodidad, y con espátula y cepillo se toman muestras del cuello uterino, que serán analizadas en el laboratorio.
Por último, insistió en que el mejor cuidado implica una combinación de pruebas: “No hay paquete mejor que el Papanicolau, la colposcopía y el ultrasonido; esto nos da la mejor cobertura preventiva que podemos tener”.
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