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La obra de Holst y su connotación astrológica

  • Este 9 de octubre, en Tlaqná
  • José María Álvarez narrará Los planetas con la OSX, partitura apoyada en la inclinación metafísica del autor

 

Jorge Vázquez Pacheco

 

José María Álvarez, musicólogo y productor de programas de radio procedente de la Ciudad de México, narrará la suite sinfónica Los planetas del británico Gustav Holst, que interpretará la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) este viernes 9 de octubre, en la sala de conciertos del Complejo Cultural Tlaqná.

En entrevista, Álvarez precisó que se debe tener en cuenta que se trata de una obra de connotaciones astrológicas y no astronómicas. Hasta las portadas de los registros discográficos reproducen ilustraciones físicas de los cuerpos celestes tal como se observan a través del telescopio, sin tomar en cuenta el concepto personal del compositor.

José María Álvarez.

José María Álvarez.

“Todo en esta obra se correlaciona con el entorno del músico. Gustav Holst padecía neuritis y no podía ejecutar el piano, por lo que se vio en la necesidad de buscar elementos satisfactores en otros conocimientos. Desde muy joven estudió sánscrito, investigó sobre las culturas de la India y hacia 1912 se interesó en la astrología. Fue entonces que concibió la idea de escribir una obra basada en la significación astrológica de cada uno de los planetas del sistema solar”, comentó Álvarez y añadió que esta afición era tal que el músico interpretaba los horóscopos y hasta redactaba los propios.

En verano de 1914 Holst escribió “Marte, el portador de la guerra”, el primer fragmento de su suite sinfónica, precisamente en la época en que se gestaba la Primera Guerra Mundial con el asesinato del archiduque Francisco en Sarajevo. Eso llamó la atención de muchos, quienes le consideraron un verdadero visionario “ya que concibió en sonidos lo que no tardaría en convertirse en un conflicto armado como la humanidad no había conocido”, explicó Álvarez.

La suite es la respuesta de un artista a una época muy complicada y el entrevistado comentó que desde muy joven, él mismo entendió que Holst fue “uno de los hijos de una época devastadora”, en un listado al que suma a Bartók con su ópera breve El castillo de Barbazul, Ravel con la música para el ballet Dafnis y Cloe y Stravinsky con La consagración de la primavera; en ese orden cronológico. La obra de Holst se estrenó en 1918.

“Se trata de partituras muy coloridas, que conducen a los extremos el virtuosismo orquestal y nos hacen escuchar colores tímbricos que ni siquiera en el cromatismo wagneriano se explotaban”. Álvarez llama la atención hacia el empleo de las arpas y el gran uso que Gustav Holst da a la celesta (es casi una obra con celesta “obbligato”), el trabajo sobre los dos juegos de timbales y las percusiones, además de una rítmica que no siempre es muy clara. “Es muy fácil de escuchar pero no de interpretar, y eso me atrae mucho de Los planetas”.

El huésped indicó que los textos que enunciará como narrador serán una invitación a sentir la música y al aprecio por la misma, que la gente joven haga suyo el arte sinfónico y que todos se sientan invitados a seguir asistiendo. Esto tratará de lograrlo con un texto que no se asemeje a la redacción de una conferencia. “Ésta es la orquesta de mayor tradición en México y su público es conocedor, de modo que para mí es un honor colaborar de esta forma”, concluyó.

 

 

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