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Estudiantes también sufren “cuesta de enero”

  • Las familias, al ver disminuido su poder adquisitivo por el pago de deudas, reducen el presupuesto de sus hijos
  • • Esta situación la resienten más los jóvenes que viven lejos de sus lugares de origen
  • Algunas medidas para evitarla son la planeación de gastos, el ahorro y la inversión

 

Dolores Mayo, profesora de la Facultad de Economía

Dolores Mayo, profesora de la Facultad de Economía

 

 

Paola Cortés Pérez

Fotos: César Pisil Ramos, Luis Fernando Fernández Carrillo y Omar Portilla Palacios 

15/01/2024, Xalapa, Ver.- Reducir los gastos “hormiga”, ahorrar e invertir, así como planear el destino de los ingresos, son algunas medidas a implementar para disminuir el impacto de la llamada “cuesta de enero”, coincidieron Dolores Mayo Lara y Rogelio Ladrón de Guevara Cortés, profesora de la Facultad de Economía e investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores de las Ciencias Administrativas (IIESCA) de la Universidad Veracruzana (UV).

Dolores Mayo explicó que se entiende por “cuesta de enero” a la situación de crisis económica que se presenta al inicio de un nuevo año, derivada de un alza en los precios de diversos productos y por el rezago de los gastos desmedidos en los que se incurren en la época decembrina.

“En el lenguaje popular se conoce así al efecto que muchas personas sufren durante enero, debido a una mala administración del dinero recibido y las compras excesivas por las fiestas de diciembre, los regalos y vacaciones; en México no se tiene una cultura financiera de ahorro y/o inversión”, agregó Rogelio Ladrón de Guevara.

Al preguntarles sobre medidas o acciones que las personas pueden poner en práctica para evitar la “cuesta de enero”, Mayo Lara dijo que el principal factor es la planeación financiera de los recursos económicos con los que disponen.

Una más es la implementación de la educación financiera en el hogar, lo que implica un conteo de los ingresos del último semestre del año, a partir del cual se establecerá un presupuesto para las compras de fin de año, el ahorro para emergencias y un poco más para el inicio de año.

Sin embargo, si ya se viven las consecuencias negativas, Ladrón de Guevara Cortés recomendó “abrocharse más el cinturón”, esto es, mantener finanzas sanas, y esto se logra al entender que no puede egresar más del dinero que ingresa.

 

 

“Cuando se gasta más de lo ingresa empiezan los problemas y se debe tratar de suplir esa parte de alguna manera, ya sea pedir prestado o usar las tarjetas de crédito. Entonces, si en diciembre recibimos tres ingresos económicos, lo que debemos hacer es considerar el primer pago para cubrir la mayoría de los gastos; la segunda dividirla a la mitad, una parte la guardo en una cuenta bancaria, y tratar de guardar o invertir el aguinaldo en su totalidad.”

Pero si ya se viven los efectos de la “cuesta de enero”, dijo que una manera de sobrellevarlos es reducir los gastos innecesarios, mejor conocidos como “gastos hormiga”: un café, un agua, una rebanada de pastel, una torta, entre otros.

Por lo tanto, a partir del primer mes de cada año se debe empezar a ahorrar y administrar lo mejor posible el dinero recibido; evitar deudas o gastos innecesarios por medio de las tarjetas de crédito y, si es posible, invertir desde 100 pesos en los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), que es una manera segura de hacerlo.

Estudiantes también sufren la “cuesta de enero”

Los estudiantes, especialmente los que proceden de municipios y localidades alejadas, viven los efectos de la “cuesta de enero” al ver reducido su presupuesto mensual.

Benjamín Barragán Abad, alumno de quinto semestre de la Licenciatura de Economía, mencionó que a principios de año la mayoría de los hogares enfrentan una situación económica difícil por el pago de las deudas que adquieren en el último trimestre del mismo, lo que disminuye su poder adquisitivo y repercute en el bienestar de los estudiantes.

 

Benjamín Barragán, estudiante de quinto semestre de la Licenciatura en Economía

 

Un sondeo realizado entre algunos universitarios foráneos confirmó esta situación, ya que subió el precio de frutas y verduras; por ejemplo, a inicios de diciembre el kilo de jitomate estaba en 28 pesos y a finales del mismo mes llegó a los 60, mientras que algunos otros productos escasean, como el pan de caja.

En cuanto al gasto recreativo, también se registró un incremento: en el cine, el combo de los lunes pasó de 170 a 190 pesos. Con respecto al transporte y renta de vivienda, éstos no han registrado una subida en sus costos.

“Una probable solución es tener más cuidado en qué y cómo gastamos el presupuesto que recibimos de nuestras familias: buscar alternativas en alimentos, consumir los de temporada; reducir los gastos en recreación; recomendar a nuestros padres que no hagan uso agresivo de la tarjeta de crédito en la época decembrina, y aprovechar las promociones en pago de servicios e impuestos.”

Afortunadamente, destacó Benjamín Barragán, al ser parte de la comunidad estudiantil de la UV se cuenta con beneficios como descuento en el transporte público y el programa de comedores universitarios, donde ofrecen un platillo nutritivo y a un costo accesible.

Una sugerencia más para los estudiantes es ahorrar e invertir y actualmente existen alternativas para hacerlo desde 100 pesos, ofrecen liquidez y un riesgo muy bajo.

En tanto, Dolores Mayo mencionó que el principal efecto que enfrentan es no poder cubrir las cuotas de inscripción, así como no poder adquirir materiales académicos y/o bibliográficos para complementar su formación profesional.

Una medida para sobrellevar la situación son los programas de apoyo a los estudiantes que promueve esta casa de estudios, como la entrega de becas y de tabletas a los mejores promedios.

“Permite a los estudiantes sobrellevar la situación de la falta de recursos y/o la reducción del poder adquisitivo de los estudiantes y sus familias.”

Asimismo, Rogelio Ladrón de Guevara propuso reducir lo más posible los gastos “hormiga”, esto es, evitar comprar todos los días el café, la torta, la bolsa de papitas o el refresco.

“Les he dicho que al despertarse más temprano pueden preparar un desayuno rico, nutritivo y en mayor cantidad. A la larga esto se reflejará en su economía, y este pequeño ahorro invertirlo y aplicarlo en algún proyecto personal.”

 

 

Economía nacional no es nada alentadora

Los académicos de la UV mencionaron que la perspectiva económica para el país no es nada alentadora. Dolores Mayo señaló que esta condición no es exclusiva de México, sino que se vive a nivel internacional: las economías mundiales han tenido un crecimiento lento a consecuencia de las diversas crisis y conflictos bélicos, a lo que se suma un rezago de las naciones consideradas como potencias.

“Hay muchas economías que tienen un lento crecimiento y cuyas relaciones comerciales traen consecuencias negativas o positivas por su dependencia, por ejemplo, México es dependiente de Estados Unidos.”

Los mercados financieros, dijo Rogelio Ladrón de Guevara, nos dicen que será un año complicado para todo el mundo, debido a la inflación que no ha podido ser controlada. Además, en este año, en Estados Unidos y México tendrán lugar procesos electorales que pueden impactar en los precios de los productos y en el tipo de cambio.

“No veo tan promisorio este año, será complicado, por lo que debemos tomar precauciones, no confiarse y no endeudarse; por ejemplo, si se tiene la tentación de adquirir algún objeto, un coche o una propiedad, debe considerarse que en un contexto de inflación implicará pagar altas tasas de interés, entonces endeudarse no es una buena decisión.”

¿Qué medidas pueden adoptar ante este panorama? La académica de la Facultad de Economía comentó que es el ahorro y la planeación para prever cualquier situación que se presente, como alguna enfermedad o situaciones de emergencia.

“Es cierto que la mayoría de las personas viven con un ingreso reducido, sin embargo, hay medidas como los microahorros que consisten en destinarle unos pocos pesos diarios.

 

Algunas de las medidas para enfrentar la “cuesta de enero” es el ahorro y la planeación

 

”No hay un ingreso que alcance para satisfacer las necesidades de una familia, pero tampoco hay recetas mágicas para aumentar los ingresos. También debemos cuidar nuestros empleos porque nos ofrecen la garantía de tener un ingreso económico para cubrir nuestras principales necesidades.”

El investigador del IIESCA recomendó que uno de los propósitos para este año debe ser tener finanzas personales sanas, lo cual no es difícil pues sólo se trata de disciplinarse para gastar menos de lo que ingresa a la economía familiar y “el colchoncito” que quede puede ahorrarse o invertirse.