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Especialistas dialogaron sobre ética de la inteligencia artificial

  • En el marco de la MICAI 2019 
Científicos de varias instituciones del país y el extranjero participaron en el panel

Científicos de varias instituciones del país y el extranjero participaron en el panel

Karina de la Paz Reyes Díaz 

05/11/2019, Xalapa, Ver.- La XVIII Conferencia Internacional Mexicana sobre Inteligencia Artificial (MICAI) 2019, que alojó la Universidad Veracruzana (UV), tuvo una serie de ejercicios de análisis y reflexión, uno de ellos fue el panel “México frente a los retos y oportunidades de la inteligencia artificial: implicaciones técnicas y éticas”. 

Éste se desarrolló el 29 de octubre en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, y la finalidad fue discutir las implicaciones éticas en los desarrollos de inteligencia artificial (IA), cuyo resultado sirva como punto de partida para definir una postura entre la comunidad científica mexicana sobre la materia. 

En el panel participaron: Claudia del Pozo, jefa de Operaciones en la agencia de innovación C Minds; María de Lourdes Martínez Villaseñor, académica de la Universidad Panamericana; Enrique Jiménez Oliva, de la UV; Carlos Pérez, jefe de Innovación Tecnológica e Investigación en el Banco de México; Pablo Noriega, la Universidad Autónoma de Barcelona, y Adolfo Guzmán Arenas, fundador del Centro de Investigación en Computación del Instituto Politécnico Nacional (IPN). 

El panel fue moderado por Juan Humberto Sossa Azuela, del Laboratorio de Robótica y Mecatrónica del Centro de Investigación en Computación del IPN. 

Al plantear la ética y la posibilidad de que haya robots que atiendan las leyes de la robótica y otros que no, Claudia del Pozo opinó: “Lo complicado con la IA es que son algoritmos que pueden ir cambiando, desarrollándose, y una idea que tenía por objetivo beneficiar a la humanidad tal vez pueda tomar una tangente y resultar ser desastrosa. 

Puso como ejemplo el caso de Amazon, en el que se desarrolló un algoritmo que debía seleccionar a los currículos más adecuados para ciertos puestos, basado en datos históricos y los resultados terminaron siendo negativos, en términos de género. 

“Lo que terminó pasando es que ese algoritmo rechazaba los currículos de mujeres, porque históricamente había más hombres; entonces, una idea que tenía por objetivo tener un impacto positivo prácticamente puede irse por otro camino, por eso creo que las leyes son utópicas, porque no necesariamente lo que nosotros queremos que suceda, sucede en la IA”, añadió. 

Para ella, por eso es importante que se desarrollen paneles de esta naturaleza, pues es necesario dialogar en torno a la regulación de la ética en la IA en México. 

El politólogo Enrique Jiménez puso en la mesa de análisis que las mejores decisiones, en cuanto a política pública, han pasado por el tamiz del diálogo y la capacidad de relacionarse entre las personas. 

“Me parece que acotar esa condición natural del ser humano a algoritmos específicos que les digan ‘A + B = C’, creo no sería –desde mi punto de vista– lo más correcto, en un contexto de estos fenómenos sociales que son cada vez más complejos, multidisciplinarios y que requieren de una visión más holística.” 

Ante el planteamiento de cuáles son los problemas relevantes para el país, al hablar de investigación artificial, el mismo Jiménez Oliva tomó la palabra y habló de la investigación responsable. 

“La IA cumple un factor fundamental, de pronto se sataniza, pero a mí me parece que tiene una enorme cantidad de virtudes, siempre y cuando estos modelos complementen los procesos de investigación o hagan una mejor gestión de los problemas que realmente aquejan a la sociedad; por ejemplo, la desigualdad, pobreza y marginación”, dijo. 

En su oportunidad, María de Lourdes Martínez habló de la necesidad de una participación conjunta entre la comunidad científica e instituciones de educación del país, el propio gobierno y la iniciativa privada. 

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