General

El cuento corto requiere complicidad de su lector: Felipe Garrido

  • Conversó con jóvenes en la UV
  • En el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, el escritor y promotor de la lectura habló con los universitarios acerca de las cualidades del cuento corto y su diferencia comparado a otros géneros
  • No se han estudiado de manera suficiente las diferencias del cuento y se agrupan primordialmente por su brevedad

 

David Sandoval Rodríguez

La estética del cuento corto se asemeja a la estética del relámpago, propuso Felipe Garrido al participar en el Séptimo Curso de Creación Literaria para Jóvenes, organizado por la Universidad Veracruzana (UV) en colaboración con la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM) en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades.

Garrido expresó que en el cuento corto la complicidad del lector permite enriquecer la historia, a diferencia de otros géneros; en ese sentido, planteó que la definición del cuento no ha tenido un análisis profundo y numerosos relatos son agrupados a partir de su brevedad y no por las características y estilo de sus autores.

Felipe Garrido en el Séptimo Curso de Creación Literaria para Jóvenes.

Felipe Garrido en el Séptimo Curso de Creación Literaria para Jóvenes.

Es necesario distinguir el cuento corto de otros géneros breves porque no se han estudiado suficientemente las diferencias entre aquél y éstos, destacó, no se han estudiado las diferencias entre los autores de cuento corto y se han agrupado a partir de su brevedad.

Comentó a los jóvenes creadores las definiciones propias de los géneros; detalló que el poema traduce imágenes, los ensayos ofrecen temas de reflexión y el cuento tiene un personaje que hace frente a un conflicto.

Narró además que en 1984, cuando el escritor Sergio Galindo era director de la Editorial de la UV, publicó el libro La urna y otras historias de amor, que contenía un relato llamado “Una carta”, escrito en 1982, el cual utilizó como ejemplo de las posibilidades que otorga el hecho de reducir su extensión sin perder la esencia del relato.

El cuento corto no permite adiposidades, cualquier palabra puede sobrar, apuntó al comparar la versión original del cuento que aparece en el libro y la de una interpretación nueva que leyó para los asistentes al curso.

Garrido señaló que “quizá en ningún otro género sea tan obvia la necesidad de una complicidad del lector como en los cuentos cortos”.

Cada uno de nosotros lee y escribe con lo que sabe del mundo, con la experiencia que tiene, el interés necesario para convertirse en coautor de un cuento corto, gracias a tal participación existe el cuento.

“Un giro imprevisto, una conclusión deslumbrante, un final inesperado siempre se agradece en las obras de arte, pero en el cuento corto son casi un requisito, por ello es que la estética del cuento corto es la estética del relámpago”, explicó.

La estética de una novela o de un cuento largo tiene una luz diferente, puede ser la luz de un día con sus gradaciones o la luz de una sucesión de días, pero en el caso de un cuento corto se trata de un relámpago, dijo.

A raíz de la obtención del Premio “Xavier Villaurrutia” en 2012 por su libro Conjuros, el autor viajó por el país presentándolo y así se dio cuenta que mayoritariamente el público lee novelas, por lo cual cuando leen cuentos –y precisamente cuentos cortos– hay dificultades para asimilarlos. En su opinión es la brevedad lo que causa extrañeza.

Felipe Garrido comentó a los jóvenes participantes que la clave para disfrutar un texto es entenderlo pues nadie entiende algo a la primera, “la comprensión es un proceso que se va construyendo y muchas veces reconstruyendo”.

En ese sentido invitó a los universitarios a volcarse hacia la traducción, ya sea como un pasatiempo o como una labor relacionada con su interés personal, dado que es en este proceso de adaptación del sentido de un idioma a otro como se comprende el estilo narrativo y se aprende más acerca de los autores, de sus idiomas y de su propuesta narrativa.

Categorías: General

Etiquetas: