• Tras la dictadura militar, aseveró Mariana Canedo
• Investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata dictó conferencia sobre historiografía en el IIH-S

Carlos Hugo Hermida

El final de la dictadura militar en Argentina tuvo efectos inmediatos sobre el campo historiográfico, además representó el fin de las intervenciones policiales en universidades, instituciones privadas y medios de comunicación, y permitió el regreso de intelectuales exiliados, aseguró Mariana Canedo, investigadora de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Durante su estancia en la Universidad Veracruzana (UV) impartió la conferencia “La historiografía argentina tras el restablecimiento de la democracia. Perspectiva desde la historia rural, siglos XVIII-XIX”, el 29 de octubre en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S).

Mariana Canedo.

La especialista en historiografía, ciencia que trata sobre el conjunto de técnicas relacionadas con el análisis y la manera de interpretar la historia, explicó que en Argentina, “el retorno de la democracia requirió una reformulación de la función social de la historia que desde entonces tuvo el desafío de formar ciudadanos acordes a ese régimen de gobierno y forma de vida”.

Asimismo, mencionó que en el campo historiográfico se dio un proceso de profesionalización que implicó el establecimiento de normas y reglas para un correcto funcionamiento del mismo. Se abrieron oportunidades para la reconstrucción, reestructuración y profesionalización del campo historiográfico, lo cual propició un proceso de renovación; sin embargo, a pesar de muchos aportes valiosos, éste se mantuvo limitado por visiones históricas dominantes, especialmente en el área política.

La sociedad argentina esperaba que la democracia resolviera todos los problemas por sí sola, especialmente los económicos, éstos eran vistos como cuestiones subalternas cuyo fin era rendirse a la soberanía de la democracia.

“La libertad de opinión va implícita con la libertad democrática y deja a nuestro alcance herramientas para identificar la necesidad de cambio que refieren las formas de producción y circulación del conocimiento historiográfico en Argentina, lo cual es necesario para interpretar con nuevos enfoques el pasado nacional”, concluyó la investigadora.