Entrevista

México, líder histórico en comunicación de la ciencia en Latinoamérica: Luisa Massarani

  • Países de la región deben crear redes de colaboración, para potenciar el trabajo de sus investigadores y divulgadores, señaló en entrevista la investigadora y periodista brasileña

Luisa Massarani, investigadora y periodista científica

Carlos Hugo Hermida Rosales 

10/03/2020, Xalapa, Ver. Luisa Massarani, una de las comunicadoras científicas con más trayectoria de América Latina (AL), impartió el 4 de marzo la conferencia “Comunicación de la ciencia en América Latina: claves, retos y expectativas, una mirada regional”, en la inauguración de la cuarta edición del Diplomado en Comunicación de la Ciencia de la Universidad Veracruzana (UV).

La investigadora y periodista dirigió la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y El Caribe y es la titular regional del portal internacional de noticias científicas SciDev.Net y de la división latinoamericana del Journal of Science Communication, especializada en este campo. 

También coordina la Maestría Académica en Divulgación de la Ciencia, la Tecnología y la Salud de Brasil, del Instituto Nacional de Comunicación Pública en Ciencia y Tecnología de ese país, con sede en la Fundación Oswaldo Cruz. 

Ha publicado más de 70 artículos científicos y ha sido galardonada con diversos premios, entre los que se encuentra el José Reis de Divulgación Científica y Tecnológica, que le fue otorgado en su país natal en 2016. 

En entrevista a Universo, destacó el liderazgo de México en cuanto a la comunicación de la ciencia, los principales retos que esta actividad enfrenta y su situación en AL.

 

¿Cómo fue su comienzo en la comunicación de la ciencia? 

Me inicié cuando cursé la universidad. Estudié Comunicación en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, pero también tomé cursos de Farmacia – licenciatura que aborda el análisis de diversos aspectos de los medicamentos como su generación, composición y aplicación–, ya que tenía dudas sobre a qué me quería dedicar, incluso en algún momento pensé estudiar Medicina, pero después de trabajar en un hospital desistí. 

Finalmente hice el curso de Comunicación y seis meses antes de obtener mi certificado comencé a trabajar en una revista que se llama Ciência Hoje, proyecto de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.  

Esta organización tenía varios productos: dos revistas de divulgación (una de ellas para niños), un informe de política científica, entre otras cosas; primero laboré en el informe, después me incorporé como reportera en la revista y finalmente como editora de la publicación infantil. 

A partir de allí supe que la comunicación de la ciencia era a lo que me quería dedicar; representa todo para mí y desde que inicié mi trayectoria ha sido mi profesión. 

 

En el marco de todas las transformaciones sociales que ocurren en el mundo, ¿qpapel juega la comunicación de la ciencia? 

Es especialmente importante en este momento, ya que existe un fuerte discurso anticiencia que difunde noticias falsas. 

En muchos países hay una tendencia a reducir la importancia de la ciencia y la investigación; los gobernantes de algunas naciones no creen en ella y Brasil es un claro ejemplo. El actual gobierno redujo su presupuesto y quienes se desenvuelven en el ámbito científico deben luchar cada año por conservar los recursos que les asignan.  

Existe un ataque dirigido a quienes hacen investigación científica en universidades y la comunicación de la ciencia tiene un rol fundamental ante eso, ya que le corresponde mostrar su importancia y discutir los límites y controversias que traen consigo los avances científicos.  

En Brasil, 48 horas después del primer caso de coronavirus ya se tenía identificada la secuencia genómica del paciente que había viajado a Italia, y se descubrió que presentaba mutaciones respecto al patógeno de Wuhan.  

Hace dos años los científicos brasileños tuvieron un rol fundamental en el control de la epidemia de Zika, que afectó principalmente  a mujeres vulnerables al nordeste del país.  

En situaciones como éstas es cuando la ciencia muestra que puede llegar a tener un enorme impacto social. 

La ciencia tiene un rol increíblemente importante en el desarrollo de los países y su divulgación hace que se creen enlaces con la sociedad y un camino importante a seguir.  

 

¿Cómo deben apoyar los comunicadores científicos en el combate a las fakenews? 

Es de suma importancia que los comunicadores de la ciencia brinden herramientas para diferenciar la información verdadera de la falsa; en el tema del coronavirus, las noticias erróneas han tenido un rol muy importante para alarmar a la población. 

Se debe resaltar que no es suficiente que los divulgadores digan qué información es correcta y cuál no, ya que también deben enseñar a la sociedad a identificar qué medios informativos son confiables.  

Recientes encuestas realizadas en Brasil indican que los jóvenes están conscientes de la abundancia de la información falsa y se sienten impotentes al no poder identificar la que es verdadera; los comunicadores de ciencia deben brindarles las herramientas para que lleven a cabo esta diferenciación. 

 

¿Cuáles son los principales retos que debe superar la comunicación de la ciencia? 

Existen muchos, un punto muy importante es tener más información sobre qué hacemos los divulgadores de la ciencia hacia la sociedad. Muchas veces estamos muy preocupados por nuestra capacitación, sobre cómo manejar los mensajes y nos olvidamos del público y lo que significa la divulgación científica para ellos.  

Es indispensable realizar estudios que nos ayuden a comprender cómo las personas interpretan la divulgación que realizamos, para así poder mejorar.  

 

Al día de hoy, ¿cuál es la situación de la comunicación de la ciencia en Latinoamérica? 

Es un campo que crece, pero necesita recursos para hacerse más fuerte. Los países deben crear lazos de colaboración y potenciar el trabajo de sus investigadores y divulgadores, ya que enfrentan problemas y desafíos similares.  

En la región existen varias naciones que llevan a cabo importantes proyectos de divulgación y dentro de ellos, históricamente México tiene un liderazgo incuestionable. 

Instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México tienen una maquinaria inmensa, dedicada a divulgar la ciencia a través de artículos, revistas, libros y museos, entre otras cosas.  

Por su parte, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente es de las primeras universidades en ofrecer un posgrado orientado a la divulgación científica, la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura. 

Además de ello, otras instituciones de educación superior de provincia, como la Universidad Veracruzana, ofrecen diplomados certificados en el área, hecho que tiene un gran valor, ya que muchas veces la capacitación en comunicación de la ciencia se restringe a las capitales o a las grandes ciudades.  

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