Entrevista

Legislar sobre inteligencia artificial, reto para AL

  • El papel del filósofo también será muy importante para dirigir el quehacer de la tecnología a futuro: Rafael Cervera Castellano

 

 

Claudia Peralta Vázquez

 

22/01/2018, Xalapa, Ver.- Rafael Cervera Castellano, alumno de posgrado de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia, España, advirtió que en un futuro cercano América Latina (AL) tendrá que legislar en materia de inteligencia artificial (IA) ante los avances que a nivel mundial se vislumbran en robótica.

Tras impartir la ponencia “Ética e inteligencia artificial”, el miércoles 10 de enero, dentro de la 4ª Escuela de Invierno de Robótica, el Maestro en Neurofilosofía Aplicada a la Educación y Ciencias Cognitivas ofreció una entrevista para Universo, donde citó el caso de países de Asia y Europa que presentan avances significativos e incluso a los robots se les considera personas no humanas o electrónicas.

Mencionó a Sophia, un robot catalogado ciudadano artificial en Arabia Saudita y diseñado por Hanson Robotics en 2015, el cual imita gestos humanos y expresiones faciales, contesta preguntas, tiene respuestas sencillas y su objetivo es asistir a personas de la tercera edad.

También se refirió a otros casos de robots de seguridad que ya operan en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, y de asistencia militar y profesores en Corea del Sur.

Sin embargo, la ética de la IA es importante porque aborda problemas reales o posibles de la aplicación de robots en la sociedad, reflexiona sobre conceptos clave como: autoconciencia, moralidad, emociones, intencionalidad o la asignación de categoría de persona o un robot.

 

¿Desde cuándo se estableció el concepto de ética en la IA?

Desde 2004, ya tiene más de 10 años que esta disciplina se empezó a debatir. Incluso desde el 2000, fueron filósofos los que plantearon esta situación a raíz de los problemas que veían a futuro y las consecuencias que 15 años después estamos viendo, como la implantación de los robots.

 

¿Qué relación tiene la filosofía con la IA?

Yo soy filósofo pero me he enfocado en las neurociencias y en la IA, poseo un conocimiento teórico sobre la disciplina pero también un conocimiento empírico, computacional y de programación sobre la historia de la inteligencia artificial, conocimiento muy fuerte para debatir sobre estas cuestiones.

La persona dedicada a la ética de la IA no debe ser una persona enfocada a la teoría, a conceptos teóricos o palabras, sino que debe conocer aspectos prácticos reales, computacionales, de hardware y técnica sobre IA para saber de qué estamos hablando.

Aquí en AL es muy raro que un filósofo se dedique a esta cuestión, pero en Estados Unidos hay muchísima gente en este campo.

 

¿Cuál sería el impacto y el papel del filósofo en esta área?

A la larga veo que en AL será muy necesario que los políticos empiecen a debatir sobre este asunto y el papel del filósofo, pues será muy importante para dirigir el quehacer de la tecnología a futuro. En las empresas, escuelas y hospitales se requerirá la figura del filósofo, del especialista en ética de la IA para asesorar a otras personas y liderar los avances.

 

Durante la ponencia habló sobre la importancia de la ética en la IA, ¿qué aspectos de ésta usted estudia o aborda?

En la actualidad desarrollo contenido tanto teórico como práctico en torno a la disciplina de ética de la IA, a través del estudio de campo sobre la implantación de robots e inteligencias artificiales y distintos aspectos de la sociedad humana.

También intento vislumbrar cuáles pueden ser los aspectos, problemas y situaciones en los que estas máquinas pueden funcionar mal e incluso bien, pero a la vez traigan ciertas consecuencias negativas a corto o largo plazo para el conjunto de la población en un país concreto.

 

Desde el ámbito legislativo, ¿qué avances tiene AL en cuanto a IA?

Desde Europa vemos que algunos países están tardando mucho en legislar sobre todo con relación a los drones y sobre autómatas que pueden ser semiautónomos.

Allá, por ejemplo, estamos muy avanzados en esta situación, pero sí creemos que hay una necesidad inminente por empezar a legislar sobre robots que se encuentran en los hospitales y pueden ayudar a dirigir cierto tipo de cirugías, pues se requiere de un código legislativo e incluso moral para las personas que trabajan sobre estas máquinas.

Es necesario que exista este marco legal, político, social y ético para empezar a trabajar sobre los robots a futuro.

 

¿Qué opina del trabajo que se desarrolla en la UV?

Es la tercera ocasión que visito la institución, he dictado unas cuantas ponencias e impartido dos seminarios sobre esta disciplina que no está construida del todo, sino que se va construyendo poco a poco a medida y a la par que avanzan la IA y la robótica.

Los avances en la Universidad Veracruzana son muy buenos, desde que tengo contacto con esta institución he visto que hay un interés creciente por estas cuestiones, es decir, por las consecuencias ético-políticas del desarrollo de máquinas, o los códigos morales que debe seguir un robotista para diseñar inteligencia artificial de cierto tipo.

En verdad, el robotista y la persona que investiga sobre el tema tienen un interés muy grande en saber cómo diseñarán la máquina, cómo se comportará, o si será ético o no implementarle tal función.

Es ahí donde entra la cuestión de la responsabilidad en ética de inteligencia artificial.

 

¿Alguna vez imaginó centrarse en este campo de estudio?

Desde pequeño he sentido una gran fascinación por la IA y la robótica, lo más curioso es que no me dediqué a ello, sino a los aspectos teóricos, la verdad es que llevo muchos años investigando sobre IA y las consecuencias de una máquina en la sociedad.

Se requiere el estudio de muchas disciplinas como neurofisiología, filosofía, inteligencia artificial, ciencia ficción, neuropsicología, lo cual conlleva varios años de preparación para tener cierto criterio sobre conceptos avanzados.

Al concluir la entrevista, Rafael Cervera Castellano, de origen español y con 27 años de edad, comentó que está por estudiar un Doctorado en Filosofía de las Ciencias Cognitivas, con especialización en computación emocional.

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