Cultura

Gusto por periodismo sensacionalista sigue vigente

  • La época dorada del género fue entre 1920-1940, planteó Luis Antonio Sosa, alumno del CECC
  • En la actualidad los lectores se enfocan en las imágenes, más que en las historias

 

Luis Antonio Sosa von Putlitz

 

Carlos Hugo Hermida Rosales

 

09/11/2017, Xalapa, Ver.- Luis Antonio Sosa von Putlitz, estudiante de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV), afirmó que las décadas comprendidas entre 1920 y 1940 fueron la época dorada del periodismo sensacionalista en México, ya que los lectores seguían las noticias de muertes y asesinatos como si se trataran de relatos de novela negra.

Sosa von Putlitz impartió la ponencia “Contar la muerte: crónica roja e imaginario popular en la Ciudad de México a principios del siglo XX”, el 27 de octubre dentro del evento “Celebraciones de vida y muerte, Jornadas funerarias otoño 2017”, realizado por el CECC.

El universitario mencionó que los lectores de esa época acudían a comprar los diarios para seguir las historias de asesinos seriales o de muertes violentas como si fueran los fascículos de una novela, y que incluso los reporteros que escribían esas historias hacían uso de ciertos estilos narrativos para llamar la atención del público.

Explicó que para 1920 el país atravesaba procesos muy complejos de disputas políticas, en los cuales los asesinatos a gran escala y los magnicidios eran comunes.

“La sociedad mexicana de esa época estaba acostumbrada a convivir con la muerte, y a ver asesinatos de personajes trascendentales en la vida política del país como Francisco Villa, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón”, relató.

Luis Antonio Sosa comentó que en el caso de las noticias sensacionalistas publicadas en esos años sólo cambió el escenario, ya que en lugar de ver peleas entre militares, ahora se trataba de las fuerzas del orden contra el crimen, y fue en ese marco en el que se inscribió el auge de las crónicas policiacas.

Declaró que en la actualidad, determinados sectores de la sociedad aún tienen interés por las notas sensacionalistas, pero ahora en lugar de que sea la historia escrita la que atrae a los lectores, son las imágenes sangrientas las que cumplen esa función.

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