• Antonio Candeloro, de la Universidad de Murcia, reflexionó sobre la novela de Miguel de Cervantes Saavedra en el cine 
• Dictó conferencia dirigida a la comunidad estudiantil y académica de la Unidad de Humanidades 

Antonio Candeloro, profesor de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, España

Claudia Peralta Vázquez 

Fotos: César Pisil Ramos 

10/11/2022, Xalapa, Ver.- “Don Quijote de la Mancha es uno de los raros ejemplos de personajes que trasciende, sale del texto literario y se convierte en una especie de ícono”, expresó Antonio Candeloro, doctor en Literaturas Extranjeras Modernas de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, España. 

Durante su estancia en la Universidad Veracruzana, dictó la conferencia “Don Quijote en el cine: entre molinos de viento” en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, con la nutrida presencia de estudiantes y académicos de las distintas facultades que conforman esta entidad académica. 

En su plática reflexionó sobre lo fundamental que resulta reconocer los marcos y fronteras para decodificar correctamente el significado que crean tanto las obras literarias como las cinematográficas. 

Hizo un análisis de la obra a través de las escrituras fílmicas, es decir, de la adaptación. Desde su punto de vista, hablar de adaptación implica una especie de competencia entre la obra literaria y cinematográfica. 

“Un buen director es el que siendo fiel a su espíritu de obra literaria es capaz de reescribirla.” 

En este punto, mencionó las obras cinematográficas de Orson Welles y Terry Gilliam; este último, director de la última reescritura de El Quijote. 

Para Antonio Candeloro, profesor de Literatura Moderna y Contemporánea, dedicado a temas relacionados con la didáctica de la lengua y la literatura española, podría pensarse que Don Quijote es una imagen, tanto es así que está inyectada en el imaginario colectivo.

Alumnos y académicos de la Unidad de Humanidades durante la ponencia “Don Quijote en el cine: entre molinos de viento”

“Todo el mundo sabría cómo dibujar a Don Quijote y a Sancho Panza, incluso quienes nunca han leído la novela”, dijo. 

Comentó una de las imágenes más famosas de este personaje, la de Gustave Doré, de 1863, que representa la síntesis de la locura de Don Quijote. 

Es decir, un hombre con una espada, rodeado de libros y otros esparcidos en el suelo, con los personajes que forman parte de su ideario, entre ellos: monstruos, caballeros andantes, damas que necesitan ser defendidas por su espada, una cabeza de gigante. 

De acuerdo con los historiadores de la fotografía, la primera imagen de El Quijote es la de William Lake Price, de 1857; y de ahí siguieron otras, desde la perspectiva de Picasso, Dalí y Francisco de Goya. 

También, los personajes de la novela del español De Cervantes Saavedra cobraron vida a través de dibujos animados como los de Falstaff (1965) y The Trial (1962). 

Sobre esta aventura inédita que cambia de rumbo y significado en el momento en el que se inventa la figura de Sancho Panza, y se amplifica a partir de esa amistad increíble que es un diálogo tierno, y a la vez un choque de divisiones entre el vulgar campesino que utiliza refranes y palabrotas, y el hidalgo enloquecido que habla como una enciclopedia abundante, Antonio Candeloro citó algunos ejemplos cinematográficos. 

Una de ellas es Don Quijote de Orson Welles, de 1992, en la que actuó Francisco Reiguera, actor fallecido en México, quien también trabajó al lado de Luis Buñuel. 

Por otra parte, El hombre que mató a Don Quijote se estrenó en 2018, bajo la dirección de Terry Gilliam. 

En el Salón Azul de Humanidades, Antonio Candeloro destacó las representaciones cinematográficas de Don Quijote de la Mancha