• Permanecerá abierta al público todo septiembre
• En conversatorio, los participantes expresaron que la muestra visibiliza el grave problema de la desaparición forzada de personas

Daniel GM, Namiko Matzumoto, Araceli salcedo, Esther Hernández y Arturo Márquez, en el conversatorio

Paola Cortés Pérez

05/09/18, Xalapa, Ver.- La exposición fotográfica Una madre nunca olvida, de Daniel GM, visibiliza el grave problema de la desaparición forzada de personas que se vive en el país, coincidieron los panelistas del conversatorio organizado con motivo de la inauguración de dicha actividad, la tarde del viernes 31 de agosto en la Casa del Lago de la Universidad Veracruzana (UV).

En la charla participaron Araceli Salcedo, fundadora del Colectivo de Familias de Desaparecidos de Orizaba-Córdoba, A.C.; Arturo Márquez Murrieta, coordinador del Instituto para la Seguridad y la Democracia, A.C. (Insyde); Daniel GM, fotógrafo y profesor; Namiko Matzumoto Benítez, titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV), moderados por Esther Hernández Palacios, responsable del programa universitario “Tendiendo puentes para la paz”.

Araceli Salcedo comentó que esta exposición se enmarcó en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada (30 de agosto), que para las familias que enfrentan esta situación es un escaño más para alzar la voz y gritar fuerte que esta guerra no los detendrá.

“Nuestras hijas, hijos, esposos y familiares, regresarán pronto a nuestros hogares, rescatados de la impunidad y corrupción institucional que ha carcomido no sólo a nuestra familias, sino a Veracruz y al país entero.”

Por ello, reiteró que la exposición fotográfica es una acción para reproducir su llamado de auxilio y de ayuda para encontrar a sus hijos, lo cual ha sido permanente, constante y contundente para enfrentar esta terrible situación.

Recordó que desde 2012, el colectivo ha emprendido la búsqueda de sus familiares en vida y en fosas clandestinas, pero también han realizado acciones de visibilización y sensibilización en la sociedad, porque “sabemos que este dolor y sufrimiento podría pasarle a cualquiera”.

En tanto, Arturo Márquez advirtió que la sociedad aún no se da cuenta del alcance y gravedad que representa la desaparición de personas. Y agregó que el arte y la cultura pueden incidir en sanar de manera individual, colectiva y comunitariamente.

“Una manifestación artística, como esta exposición fotográfica que muestra a las madres y sus hijos desaparecidos, tiene la intención de generar una memoria histórica al visibilizar esta grave problemática.”

Namiko Matzumoto subrayó que no deberían ser las víctimas las que sustituyan a las autoridades en el cumplimiento de sus obligaciones, ejemplo de ello es la labor que hacen los colectivos en el proceso de búsqueda de justicia, memoria y reparación del daño, como el encabezado por Araceli Salcedo.

“Entre los familiares hay especialistas en varias materias, hay peritos, investigadores, abogados e incluso hay quienes podrían ser legisladores porque conocen perfectamente las leyes, pero no tendría que ser así, no debería suceder, porque hay instituciones que tienen y deben asumir esta responsabilidad.”

De tal manera que acciones culturales como esta exposición, ayudan a visibilizar el problema y apoyan la exigencia de todos los familiares de desaparecidos a que se garanticen los derechos de las víctimas directas e indirectas.

La exposición estará abierta al público todo septiembre

No debemos criminalizar a los desaparecidos

Daniel GM es profesor y tiene un gusto especial por la fotografía. Hace seis años, un 27 de agosto, su primo –con quien creció y convivió a lo largo de su vida– desapareció y en los siguientes cuatro años su tía poco a poco empezó a sufrir las consecuencias a nivel físico, hasta que finalmente falleció sin poder encontrar a su hijo.

Esta experiencia, dijo, fue uno de los motivos por los que decidió hacer esta exposición fotográfica; el segundo, fue el gusto por este arte.

Comentó que está conformada por 27 historias, el estilo usado es monocromático porque considera que es una técnica muy dura e impactante, que ayudó a resaltar las expresiones de las personas, “cuando terminé de tomar las fotos quedé destrozado al ver el dolor y sufrimiento de las madres y padres”.

La finalidad de la misma es hacer conciencia y sensibilizar a la sociedad, especialmente a que no criminalicen a los desaparecidos, porque detrás de ellos hay una madre, un padre, hijos y una familia que sufre por ellos.

“La mejor manera en que la sociedad puede ayudarnos es no criminalizar y no difundir comentarios negativos sobre las víctimas.”

Cabe mencionar que la exposición fue inaugurada en mayo en la ciudad de Orizaba, con motivo del Día de la Madre, y en la Casa del Lago permanecerá abierta durante todo septiembre.

Muestra el dolor de 27 madres y padres por la desaparición de sus hijos