- Personal del Instituto de Neuroetología y del Sectror Salud buscan crear estrategias para disminuir estrés, ansiedad y depresión en pacientes oncológicos y sus cuidadores
Claudia Peralta Vázquez
31/01/18, Xalapa, Ver.- A través de la evaluación de trastornos afectivos relacionados con estrés, ansiedad y depresión en pacientes oncológicos y cuidadores principales, investigadoras del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV) buscan crear estrategias que repercutan favorablemente en materia de salud pública y revertir algún padecimiento crónico derivado de estos factores.
Iliana Tamara Cibrián Llanderal, investigadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) adscrita al Instituto de Neuroetología, lidera el estudio realizado con Xamanek Cortijo Palacios, estudiante del Doctorado en Neuroetología.
Cuentan con la colaboración del Centro Estatal de Cancerología (Cecan) “Miguel Dorantes Mesa” y el Instituto Veracruzano de Salud Mental (IVSM) “Rafael Velasco Fernández”, ambos de los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver).
Cibrián Llanderal precisó que este proyecto está enfocado en las neurociencias afectivas, que detallan los procesos emocionales en el cerebro humano y cómo modifican el funcionamiento neural.
“Buscamos crear estrategias que repercutan en cuestiones de salud pública, ya que los cuidadores tienen una gran carga emocional, niveles importantes de estrés, ansiedad, depresión y a corto plazo sufrirán la pérdida de su familiar.”
Por lo tanto, se busca que cuenten con estrategias de tratamiento que puedan brindarse a través de la Secretaría de Salud.
La académica de las Cátedras Conacyt dijo que para evaluaciones de este tipo existen técnicas novedosas como la resonancia magnética funcional, pero no están al alcance de todos, menos aún en los centros de salud y hospitales públicos.
En este estudio se empleó la electroencefalografía y se realizaron evaluaciones neuropsicológicas y psicológicas, detalló la investigadora, y agregó que se llevó a cabo en el área de cuidados paliativos del Cecan, con la participación de 80 pacientes e igual número de cuidadores.
“En los pacientes sólo se evalúan las características sociodemográficas, estilo de vida, ansiedad, estrés y depresión.”
Para los cuidadores principales, se considera el cansancio físico y emocional y sus condiciones de salud y laboral, además participan en una evaluación de reconocimiento emocional.
Esto se hizo mediante una plataforma diseñada por las investigadoras, en conjunto con el Sistema Internacional de Imágenes Afectivas que data de la década de los ochenta, el cual es evaluado en una escala pictográfica cuyos principios de diseño ya no están actualizados, por lo que, en colaboración con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), hicieron un nuevo diseño, con imágenes agradables, neutras y desagradables.
“Cada estímulo genera una actividad distinta en nuestro cerebro. No es lo mismo ver una araña que una manzana o un perrito. La carga de esa imagen va a repercutir en cómo se activa a nivel cerebral”, explicó, y precisó que no hay estímulos generales, pues cada persona reacciona de manera distinta.
Por tanto, la intención es evaluar si la carga emocional a la que han estados sometidos los cuidadores principales de los pacientes oncológicos ha repercutido para cambiar su percepción a nivel cerebral.
Entre los resultados del proyecto se encontró la presencia de ansiedad moderada y severa en el 15 por ciento de los pacientes y en el 17 por ciento de los cuidadores.
Con relación a la depresión, se observa que más del 50 por ciento de los pacientes tiene niveles de moderados a severos, y 35 por ciento en el caso de los cuidadores. Se considera que la presencia de estos niveles de ansiedad y depresión genera la necesidad de atención psiquiátrica especializada.
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