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Compartir mi gusto por la lectura es mi pasión: Raquel Ortega 

  • Impartió el Taller de Lectura Online “Colorín colorado, las princesas se han terminado” 

 

Raquel Ortega, egresada de la UV, impartió un taller de lectura online dirigido a niñas de entre ocho y 12 años


 

Paola Cortés Pérez 

24/10/2020, Xalapa, Ver.- Raquel Ortega es egresada de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV) y como parte de su trabajo recepcional desarrolló e impartió el Taller de Lectura Online “Colorín colorado, las princesas se han terminado”, con el objetivo no sólo de impulsar el gusto por la lectura, sino abordar y reflexionar sobre temas centrales para las niñas y las mujeres. 

En entrevista para Universo, Raquel contó que el centro de su trabajo recepcional fue crear un taller para compartir sus gustos por la lectura una de sus pasiones, por enseñar y por aprender. 

“La promoción de la lectura es otro campo laboral en el que los egresados y estudiantes del programa educativo de Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas podemos desarrollarnos, aunque en la descripción de los contenidos del programa no aparezca dicha opción.” 

El taller “Colorín colorado, las princesas se han terminado” está enfocado en niñas de ocho a 12 años de edad y explicó que atiende dos necesidades principales: acercarlas a la lectura y reflexionar sobre temas actuales que enfrentan las mujeres. 

En su página de Facebook: Colorín colorado se lee: “En nuestro taller las niñas no sólo se acercan al maravilloso mundo de la literatura, también reflexionan sobre su identidad, sus múltiples capacidades y la importancia que tiene usar su voz para expresarse”. 

Contin: “Con diversas lecturas, adecuadas a su edad, las niñas aprenden que cuidar de ellas mismas es un acto primordial y lleno de amor”. 

Detalló que el taller constó de ocho sesiones, en las que a través de lecturas y actividades manuales o de escritura abordaron temas como: el papel que han ocupado las mujeres en la historia, amor propio, autocuidado, la no rivalidad entre mujeres y sororidad. Además de abordar valores como empatía, amor, autonomía, solidaridad, paciencia y valentía. 

Comentó que es el primer taller que organizó para niñas, aunque no descarta más adelante realizar uno enfocado en adolescentes y mujeres de diversas edades. 

Al preguntarle por qué dirigirlo a niñas, Raquel respondió que fue impulsada por la necesidad de crear espacios seguros por y para mujeres, “he tenido la oportunidad de convivir en espacios así y quise brindarles algo similar a las niñas. 

Quise ofrecerles un taller en el que sientan la libertad de ser, hacer y decir lo que piensan; un lugar donde su voz es importante y tomada en cuenta, donde puedan aprender y compartir lo que saben; un espacio donde hablamos de nosotras y de las mujeres que han luchado por los derechos que hoy gozamos.” 

Con respecto a la edad, dijo que se debió principalmente a dos cuestiones: la primera, le agrada trabajar con infantes entre los ocho y 12 años; la segunda, tiene relación con el desarrollo cognitivo que hay en esa etapa. 

Contó que en un inició el taller fue pensado para impartirse de manera presencial; sin embargo, la situación mundial a consecuencia del Covid-19 hizo que cambiara la estrategia: adaptó toda la dinámica para ofrecerlo de forma virtual, lo que implicó un reto, ya que la interacción por videollamada no reemplazará la convivencia personal en un espacio físico. 

“Tuve una respuesta muy favorable, disfruto compartir, aprender, escuchar a las niñas dar su apreciación sobre las lecturas y reflexionar ante lo leído.” 

Mencionó que la selección de temas la hizo a partir de lo que le hubiera gustado conocer a la edad de 10 años. “En la vida adulta nos damos cuenta que hay cosas que nos hubiera encantado saber desde antes, además fue toda una travesía buscar las lecturas que tocaran los temas”. 

Lo cierto, dijo, es que brindar un taller en línea puede tener sus limitantes; por ejemplo, no todas las personas tienen acceso a Internet o a un dispositivo móvil, “estoy consciente de las desigualdades que vivimos y por ese lado claro que es limitante”. 

El Internet, dijo, también tiene sus ventajas, una de ellas es que niñas de diversos estados (Tlaxcala, Ecatepec, Puebla y Toluca) lo han podido tomar y participar desde sus hogares. 

“He aprendido a ver más como una oportunidad lo que podría ser un obstáculo, estoy segura de que en algún momento el taller volverá a su forma original que es la presencial, también me siento entusiasmada de poder llevarlo a otros espacios y comunidades donde muchas veces las personas no tienen acceso a esta información, materiales o libros.” 

En estos momentos de confinamiento, pandemia y violencia, opinó que el arte, el arte y la literatura pueden ayudar a sobrellevar la compleja realidad que vivimos en el país, pero desafortunadamente son medios a los que pocos pueden tener acceso. 

Sin embargo, son medios de expresión en donde los hombres han figurado más que las mujeres a lo largo de la historia. Hoy, las mujeres seguimos luchando por ocupar espacios que antes se nos fueron negados. 

Las mujeres existimos porque resistimos, el arte y la literatura son sólo ejemplos de la diversidad de cosas que podemos hacer para expresar lo que somos y sentimos. Resistimos a través de la poesía, de la música, del baile, de la danza, de los murales y pinturas donde retratamos a nuestras muertas y desaparecidas, por mencionar algunos ejemplos.” 

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