• Rossana Filomarino, figura emblemática de la danza en México, compartió algunos momentos clave de sus 60 años de trayectoria 

• La coreógrafa y directora artística participó en los festejos de 50 aniversario de la Facultad de Danza UV 

Rossana Filomarino, compartió sus conocimientos y experiencias de 60 años de danza en México

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Luis Fernando Fernández 

13/10/2025, Xalapa, Ver.- En el marco del 50 aniversario de la Facultad de Danza de la Universidad Veracruzana (UV), Rossana Filomarino, coreógrafa y directora artística, ofreció la charla “60 años de hacer danza en México”, con la que compartió a estudiantes su trayectoria y vivencias profesionales. 

En el conversatorio Filomarino dijo que “sesenta años de carrera se dice fácil, pero no lo es; nunca he hecho lo que no me ha gustado y eso ha implicado daños colaterales”. Sin embargo, se dijo afortunada porque la vida le ha brindado la posibilidad de realizarse en el arte, de compartir con muchas generaciones sus conocimientos y algo más: “mi ser, mi manera de ver la vida”. 

Previo a la charla se proyectó un video en el que esta figura emblemática de la danza narra, con imágenes de archivo, sus inicios y su pasión por esa disciplina artística contemporánea, su interés por conjugar la expresión artística y el goce estético con la denuncia de problemáticas sociales. 

Nacida en Roma, Italia (1945), compartió que su familia carecía de recursos económicos y, por consiguiente, ella de juguetes; a los cinco años contemplaba el cielo a través de su ventana y hacía coreografías con las múltiples formas de las nubes. 

El bailarín debe tocar su cuerpo para hacerlo obediente a su voluntad, dijo la coreógrafa y directora artística

En la Escuela Graham la observó Guillermina Bravo, quien la invitó a “dar un curso de dos meses en la Ciudad de México, acepté y desde allí van ya 60 años, así empezó mi carrera en este país”. 

A su llegada a la Ciudad de México, a los 20 años, debutó en el Palacios de las Bellas Artes y se integró al movimiento renovador encabezado por Bravo con el Ballet Nacional de México. 

En 1991 fundó DramaDanza, compañía con la que desarrolló un estilo propio, que en su momento se le conoció como danza de autor, en la que imprimió su sello personal a partir de conocimientos formales basados en la técnica Graham, y no formales como la danza butō, con una visión ligada al arte dramático. 

Filomarino aportó sus conocimientos en danza; dijo a los estudiantes que el bailarín debe tocar su cuerpo para hacerlo obediente a su voluntad y entrenarlo con varios objetivos: obtener fuerza, flexibilidad, coordinación, equilibrio, elevación, velocidad y exactitud en la dinámica de la ejecución. “En una palabra, debe llegar al dominio de la técnica”. 

Estudiantes de la Facultad de Danza UV conocieron cinco puntos teóricos sobre la disciplina, que les compartió la prestigiada coreógrafa

Para encaminarse a este objetivo les compartió cinco puntos teóricos sobre la danza: uso de la articulación conjunta de la pelvis y de la espalda; el principio de la espiral; sistematización del uso de fuerzas opuestas tendientes hacia el exterior, balanceadas por una fuerza interna de resistencia; uso del piso como nivel de acción dramática; y uso del contratiempo y la elongación del tiempo. 

Precisó que lo anterior es para el dominio de una técnica mas no para la ejecución; “para los muy talentosos se necesita, por lo menos, procesos que se dominan”. 

En relación con las fotografías de su video, correspondientes a las distintas obras en las que participó, refirió que en ellas se pueden observar diferencias en los cuerpos “tratados muy técnicamente, siempre con una idea base de decir algo, de un propósito para la danza, organizando el lenguaje formal en una manera nueva para que cada obra tenga su propio lenguaje”. 

Rossana Filomarino es formadora de varias generaciones de bailarines y creadora de más de 70 coreografías que se han presentado en México y el extranjero; es una de las figuras más sólidas de la danza contemporánea en nuestro país; destacada maestra, intérprete y coreógrafa e innovadora, ha marcado verdaderas pautas para el desarrollo de la danza contemporánea en México.