Cultura

Maximiliano de Habsburgo supo expresarse a través del dibujo

  • Aprendió a dominar la línea para comunicar en espacios reducidos, dándoles bidimensionalidad 
  • Aurelio de los Reyes, investigador de la UNAM, dijo que fue hombre cuidadoso que empezó a escribir memorias desde los once años 
  • Impartió ponencia en el Centro de Estudios de la Cultura y Comunicación UV 

 

Aurelio de los Reyes y Elissa Rashkin, en los cursos del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación

 

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Carlos Hermida y cortesía Aurelio de los Reyes 

26/08/25-Xalapa, Ver.-  Maximiliano de Habsburgo fue un personaje en la historia de México (Emperador de 1864 a 1867), con un lado poco abordado por biógrafos; se interesó en el dibujo botánico y el paisajismo, habilidad que desarrolló desde temprana edad llegando a dominar la línea, con cuyos trazos supo comunicar ideas en espacios reducidos. 

Este aspecto de la vida del también conocido como Maximiliano de México, fue tema de la charla que ofreció Aurelio de los Reyes, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco de la semana de bienvenida e inicio de cursos 2025. 

 

Maximiliano de Habsburgo se interesó en el dibujo botánico y el paisajismo, aseguró Aurelio de los Reyes, investigador de la UNAM

 

El investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), mencionó que sobre Maximiliano de Habsburgo “han corrido mares de tinta” que hacen pensar que se trata de una figura agotada, cuando no es así, continúa siendo un desconocido de múltiples personalidades, de cuya historia se rescata que fue hombre cuidadoso que empezó a escribir memorias desde los 11 años seis meses de edad. 

Con un trabajo de rescate de fuentes, y reconocida trayectoria en diversas áreas de investigación, conocimiento y creación, Aurelio de los Reyes expuso que en revisión de documentos se puede observar que Maximiliano fue de inteligencia clara, hábil y rápido de conocimiento, aprendió las composiciones del dibujo, y dominó la línea con cuyos trazos pudo comunicar en espacios reducidos. 

 

En el autorretrato Maximiliano se imaginó asimismo como un joven soñador

 

“Con una simple línea daba idea de piso sin dejar las figuras flotando, luego les daba una bidemensionalidad”; esta habilidad quedó plasmada en las ilustraciones en sus tres primeros diarios (1844 a 1846). 

Como ejemplo, está el retrato de su mamá, que elaboró sin despegar la mano del papel, en donde se aprecia que va tomando seguridad en el dominio de la línea, que decora también; sin embargo, se nota que tuvo siempre un problema de perspectiva al no lograr dar idea de tridimensionalidad. 

El investigador refirió que en el estudio de los diarios, se descubre a un Maximiliano diferente, “un ser sensible, admirador y estudioso de la naturaleza; agudo observador de las costumbres de las ciudades que visitaba, insaciable curiosidad y apetito de conocimientos”. 

 

En 1845 dibujó al compositor y pianista Franz Listz

 

De los dibujos mostrados por el investigador, se encuentra el del compositor y pianista Franz Liszt (1845); en él se ve una continuación del esfuerzo por no despegar la mano de la pluma; en otro, reconstruye el bullicio de una supuesta calle de Verona; uno más corresponde a un autorretrato, en el que divide el cuadrado en dos triángulos, de los cuales en el inferior se aprecia su figura en la que se imagina a sí mismo como un joven soñador, aunque no se percibe con claridad si lee o duerme.   

 

La reconstrucción del bullicio de una supuesta calle de Verona, muestra su sentido de la observación

 

“Maximiliano de Habsburgo es una figura muy comercial y siempre desconocida, por eso digo que sobre él se han escrito ríos, mares de tinta”, concluyó el conferencista. 

Estuvieron presentes Elissa Rashkin, coordinadora del CECC, así como investigadores de la misma entidad académica.