El plan de estudios de la Maestría en Estudios de Género (MEG) está conformado por experiencias educativas que fortalecen la formación en investigación feminista y queer desde una perspectiva dialógica, crítica y situada, orientada a descolocar las posiciones tradicionales entre quienes investigan y quienes son investigadxs. Este enfoque busca reconocer, como señala Castañeda (2019), a las personas con quienes se lleva a cabo la investigación como sujetos de conocimiento, poseedorxs de saberes distintos a los académicos.
Desde esta mirada, la metodología feminista y queer enfatiza la reciprocidad, el compromiso político y ético con las poblaciones participantes, de modo que la formación estudiantil se fundamenta en un modelo colaborativo y no extractivista del conocimiento. Este compromiso implica compartir los resultados de investigación no solo para ampliar el saber académico, sino también para generar transformaciones sociales, contribuyendo a una existencia más justa, inclusiva y libre de violencia.
El Núcleo Académico Básico (NAB) y el estudiantado del programa asumen la retribución social como un eje transversal de su formación, al comprender que la producción de conocimiento debe tener un impacto directo en las comunidades y en la transformación de las condiciones estructurales de desigualdad y violencia.
En este sentido, las acciones de retribución social de la MEG se vinculan estrechamente con los Programas Nacionales Estratégicos (PRONACES), particularmente el de Seguridad Humana, al abordar fenómenos relacionados con las violencias estructurales y de género, la desigualdad social y la construcción de sujetos de derecho.
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