Universidad Veracruzana

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UV investiga relación entre dengue y cambio climático

David Sandoval

 El cambio climático ha favorecido la presencia del mosquito transmisor del dengue en regiones donde no se encontraba anteriormente, como lo evidencia la investigación realizada por el equipo dirigido por Carlos Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), en colaboración con el National Center for Atmosphere Research (NCAR) de Estados Unidos.

“Acoplamiento del sistema climático a la presencia del vector Aedes aegypti”, es el título de la investigación. “Nosotros le llamamos ‘Dengue y cambio climático’ y forma parte de ‘Impactos locales y regionales del cambio global’, línea de investigación adscrita al CCT”, detalló.

El proyecto fue aprobado en septiembre de 2010 y se puso en marcha durante 2011; contó con el financiamiento de la National Science Foundation (NSF) por casi un millón y medio de dólares y en él colaboran el Centro para el Control de Enfermedades y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, así como el Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Colorado.

“Los resultados han sido muy buenos para ellos, están muy satisfechos”, comentó Welsh Rodríguez, y añadió que mediante su inscripción en dicho financiamiento “ahora la UV puede concursar en el fondo destinado a investigación que cada año emite la NSF”.

Carlos Welsh Rodríguez

Respecto de las actividades requeridas para el proyecto, reconoció que “todo el trabajo de campo e investigación local ha corrido a cargo de alumnos de la Veracruzana y de bachillerato; hemos tenido estudiantes de Biología, Geografía, Economía, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Química, Ingeniería Mecánica-Eléctrica, Ciencias Atmosféricas, que en los veranos han venido a trabajar con nosotros; es decir, se ha conformado un grupo multidisciplinario”.

Aunado a ello se ha fomentado la vinculación con los bachilleratos, “porque creemos que un componente necesario es preparar a los actores locales para que transformen su entorno y el mejor escenario para impulsar la ciencia en la educación media, cuando los jóvenes están en una etapa de indagación”.

Estudiantes de cuatro instituciones: Bachilleres Río Blanco, Bachilleres Veracruz, Ilustre Instituto Veracruzano y Bachilleres “Ricardo Flores Magón”, participaron de manera activa en el trabajo de campo.

“Ellos nos ayudaron a muestrear las pupas, larvas y mosquitos en época de lluvia; por ahí detectamos jóvenes con vocación científica que estaban muy involucrados en el proceso.”

Su interés generó descubrimientos para los investigadores: “Reaprendimos con los estudiantes que esta especie es diurna y durante la noche no molestara, hecho que causaba extrañeza; asimismo, no se desplaza más allá de 15 metros de donde está su nido, esto generaba más interés entre los jóvenes por comprender qué sucedía”.

 

Presentación de resultados

Estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas de Orizaba expusieron los resultados del análisis realizado en 2012 sobre la calidad del agua en zonas con presencia del mosquito transmisor del dengue, a partir de muestras obtenidas por ellos mismos y por estudiantes de bachillerato Ante Carlos Welsh, del CCT; Andrew Monaghan y Mary Hayden, investigadores del NCAR, y Eric Houbron, académico de la Facultad, Andrew Monaghan, director general del proyecto e investigador del NCAR, reconoció el esfuerzo realizado por estudiantes y académicos de la UV para impulsar este proyecto.

En ese sentido, subrayó: “Los resultados son más amplios de lo que hubiésemos imaginado, esto nos permitirá contar con muchos indicadores. Apreciamos su esfuerzo, así como el de los jóvenes bachilleres que instalaron y recolectaron las ovotrampas para los mosquitos”.

Eric Houbron comentó que algunos alumnos han manifestado interés por efectuar su trabajo recepcional con base en los resultados obtenidos en el proyecto, orientados al análisis de la calidad del agua.

Fanny Martínez, Yanett Lima y Vianey Rodríguez, de la escuela de Bachilleres Río Blanco

 

Por su parte, Mary Hayden, opinó que los resultados son interesantes; no obstante, agregó, hace falta profundizar para establecer una correlación más precisa entre la calidad del agua y la presencia de larvas o pupas del mosquito.

Luz Divina Tejeda Ruiz, estudiante de octavo semestre, detalló que su equipo de trabajo asistió a un curso-taller de capacitación en el puerto de Veracruz.

Posteriormente comenzaron la recolección y clasificación de las muestras y, una vez en el laboratorio, se procedió a la separación y conteo, diferenciando entre larva y pupa.

“Aprendí que podemos trabajar en equipo, aunque seamos de diferentes carreras, lugares o nacionalidades. Para mí fue muy reconfortante porque soy química fármaco-bióloga y me di cuenta que mi perfil me permite trabajar en otros ámbitos y no sólo en un laboratorio.”

Comentó que durante la investigación adquirió más conocimientos y obtuvo apoyo económico para su formación escolar, pero lo más importante, subrayó, es que a partir de su experiencia encontró un tema a desarrollar como trabajo recepcional.

Sully Ramos Olivares, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Agroquímica, participó en el laboratorio con un equipo de cinco compañeros, supervisados por el profesor Houbron, donde recibían y colocaban las muestras en una cámara de refrigeración, separaban los mosquitos y se enviaban a la Universidad de Colorado.

También se analizó el agua de cuatro localidades: Río Blanco, Acultzingo, Orizaba y Puebla, mediante parámetros que permitieron indagar por qué el mosquito se desarrolla en cierto tipo de agua.

Además de la adquisición de nuevos conocimientos, Ramos Olivares destacó que participar en este proyecto le permitió liberar su servicio social y consideró como posibilidad hacer una tesis sobre la calidad del agua.

Toma de muestras del mosquito Aedes aegypti

 

Bachilleres investigadores

Las instituciones de enseñanza media superior involucradas en esta investigación también presentaron sus avances, al tiempo que describieron sus experiencias.

Jesús Alfonso Sánchez González, Efrén Pazzi Manzano y Patricia Aideé Orea Zárate, estudiantes del sexto semestre de la “Ricardo Flores Magón”, señalaron que fue una “experiencia agradable porque participamos en un proyecto de investigación de gran magnitud y conocimos el trabajo de campo”.

Calificaron como muy importante el que se involucrara a su escuela, pues así se fomenta el interés por la investigación científica.

Sus esfuerzos en la recolección de huevecillos del mosquito transmisor del dengue servirán para la integración de indicadores sobre la propagación y cómo es posible contrarrestarla, recalcaron los jóvenes.

“Fue todo un privilegio haber sido seleccionados”, aseveró Jesús Sánchez, “es todo un honor que instituciones como la UV se fijen en nosotros y esperamos que este proyecto abra las puertas para que más generaciones de alumnos sean tomados en cuenta”.

Por parte del bachillerato de Río Blanco participaron Fanny Vanessa Martínez Rosales, Yanett Viridiana Lima Monterrosas y Vianey Rodríguez Marrón, estudiantes de cuarto semestre.

Durante dos años de trabajo con el profesor Hiram Castellanos Ramos, lograron recolectar muestras en diversos lugares y aprendieron más acerca de la transmisión del dengue y sobre la importancia de evitar su reproducción.

“Al principio nuestros compañeros creían que estábamos jugando y ahora nos damos cuenta de lo importante que fue participar”, sostuvo Yanett Lima.

En ese sentido, los jóvenes del Ilustre Instituto Veracruzano reconocieron que haber participado les permitió conocer cómo se realiza una investigación, “fue algo muy positivo para nosotros”, destacó Aarón Hernández Lara, estudiante de sexto semestre.

Antonio Muñoz Arias calificó su participación como “una experiencia única” que le permitió aplicar sus conocimientos fuera del aula.

Del Colegio de Bachilleres de Veracruz expusieron Brenda Cobos Molina, Carlos Alberto Fabián Alcázar y Miguel Ángel Benítez Díaz, quienes comentaron las dificultades y las soluciones que implementaron para recolectar muestras, como la creación de trampas para mosquitos a partir de vasos de plástico.

“Espero que el esfuerzo de todos pueda servir para lograr una prevención más eficaz y evitar que el dengue se propague”, apuntó Brenda Cobos; asimismo, Carlos Alberto manifestó sentirse feliz de formar parte de un proyecto de estas dimensiones.

David Sandoval

El cambio climático ha favorecido la presencia del mosquito transmisor del dengue en regiones donde no se encontraba anteriormente, como lo evidencia la investigación realizada por el equipo dirigido por Carlos Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV), en colaboración con el National Center for Atmosphere Research (NCAR) de Estados Unidos.

“Acoplamiento del sistema climático a la presencia del vector Aedes aegypti”, es el título de la investigación. “Nosotros le llamamos ‘Dengue y cambio climático’ y forma parte de ‘Impactos locales y regionales del cambio global’, línea de investigación adscrita al CCT”, detalló.

El proyecto fue aprobado en septiembre de 2010 y se puso en marcha durante 2011; contó con el financiamiento de la National Science Foundation (NSF) por casi un millón y medio de dólares y en él colaboran el Centro para el Control de Enfermedades y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, así como el Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Colorado.

“Los resultados han sido muy buenos para ellos, están muy satisfechos”, comentó Welsh Rodríguez, y añadió que mediante su inscripción en dicho financiamiento “ahora la UV puede concursar en el fondo destinado a investigación que cada año emite la NSF”.


Carlos Welsh Rodríguez
Respecto de las actividades requeridas para el proyecto, reconoció que “todo el trabajo de campo e investigación local ha corrido a cargo de alumnos de la Veracruzana y de bachillerato; hemos tenido estudiantes de Biología, Geografía, Economía, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Química, Ingeniería Mecánica-Eléctrica, Ciencias Atmosféricas, que en los veranos han venido a trabajar con nosotros; es decir, se ha conformado un grupo multidisciplinario”.Aunado a ello se ha fomentado la vinculación con los bachilleratos, “porque creemos que un componente necesario es preparar a los actores locales para que transformen su entorno y el mejor escenario para impulsar la ciencia en la educación media, cuando los jóvenes están en una etapa de indagación”.Estudiantes de cuatro instituciones: Bachilleres Río Blanco, Bachilleres Veracruz, Ilustre Instituto Veracruzano y Bachilleres “Ricardo Flores Magón”, participaron de manera activa en el trabajo de campo.

“Ellos nos ayudaron a muestrear las pupas, larvas y mosquitos en época de lluvia; por ahí detectamos jóvenes con vocación científica que estaban muy involucrados en el proceso.”

Su interés generó descubrimientos para los investigadores: “Reaprendimos con los estudiantes que esta especie es diurna y durante la noche no molestara, hecho que causaba extrañeza; asimismo, no se desplaza más allá de 15 metros de donde está su nido, esto generaba más interés entre los jóvenes por comprender qué sucedía”.

Presentación de resultados
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas de Orizaba expusieron los resultados del análisis realizado en 2012 sobre la calidad del agua en zonas con presencia del mosquito transmisor del dengue, a partir de muestras obtenidas por ellos mismos y por estudiantes de bachillerato Ante Carlos Welsh, del CCT; Andrew Monaghan y Mary Hayden, investigadores del NCAR, y Eric Houbron, académico de la Facultad, Andrew Monaghan, director general del proyecto e investigador del NCAR, reconoció el esfuerzo realizado por estudiantes y académicos de la UV para impulsar este proyecto.

En ese sentido, subrayó: “Los resultados son más amplios de lo que hubiésemos imaginado, esto nos permitirá contar con muchos indicadores. Apreciamos su esfuerzo, así como el de los jóvenes bachilleres que instalaron y recolectaron las ovotrampas para los mosquitos”.

Eric Houbron comentó que algunos alumnos han manifestado interés por efectuar su trabajo recepcional con base en los resultados obtenidos en el proyecto, orientados al análisis de la calidad del agua.


Fanny Martínez, Yanett Lima y Vianey Rodríguez, de la escuela de Bachilleres Río Blanco

Por su parte, Mary Hayden, opinó que los resultados son interesantes; no obstante, agregó, hace falta profundizar para establecer una correlación más precisa entre la calidad del agua y la presencia de larvas o pupas del mosquito.

Luz Divina Tejeda Ruiz, estudiante de octavo semestre, detalló que su equipo de trabajo asistió a un curso-taller de capacitación en el puerto de Veracruz.

Posteriormente comenzaron la recolección y clasificación de las muestras y, una vez en el laboratorio, se procedió a la separación y conteo, diferenciando entre larva y pupa.

“Aprendí que podemos trabajar en equipo, aunque seamos de diferentes carreras, lugares o nacionalidades. Para mí fue muy reconfortante porque soy química fármaco-bióloga y me di cuenta que mi perfil me permite trabajar en otros ámbitos y no sólo en un laboratorio.”

Comentó que durante la investigación adquirió más conocimientos y obtuvo apoyo económico para su formación escolar, pero lo más importante, subrayó, es que a partir de su experiencia encontró un tema a desarrollar como trabajo recepcional.

Sully Ramos Olivares, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Agroquímica, participó en el laboratorio con un equipo de cinco compañeros, supervisados por el profesor Houbron, donde recibían y colocaban las muestras en una cámara de refrigeración, separaban los mosquitos y se enviaban a la Universidad de Colorado.

También se analizó el agua de cuatro localidades: Río Blanco, Acultzingo, Orizaba y Puebla, mediante parámetros que permitieron indagar por qué el mosquito se desarrolla en cierto tipo de agua.

Además de la adquisición de nuevos conocimientos, Ramos Olivares destacó que participar en este proyecto le permitió liberar su servicio social y consideró como posibilidad hacer una tesis sobre la calidad del agua.


Toma de muestras del mosquito Aedes aegypti

Bachilleres investigadores
Las instituciones de enseñanza media superior involucradas en esta investigación también presentaron sus avances, al tiempo que describieron sus experiencias.

Jesús Alfonso Sánchez González, Efrén Pazzi Manzano y Patricia Aideé Orea Zárate, estudiantes del sexto semestre de la “Ricardo Flores Magón”, señalaron que fue una “experiencia agradable porque participamos en un proyecto de investigación de gran magnitud y conocimos el trabajo de campo”.

Calificaron como muy importante el que se involucrara a su escuela, pues así se fomenta el interés por la investigación científica.

Sus esfuerzos en la recolección de huevecillos del mosquito transmisor del dengue servirán para la integración de indicadores sobre la propagación y cómo es posible contrarrestarla, recalcaron los jóvenes.

“Fue todo un privilegio haber sido seleccionados”, aseveró Jesús Sánchez, “es todo un honor que instituciones como la UV se fijen en nosotros y esperamos que este proyecto abra las puertas para que más generaciones de alumnos sean tomados en cuenta”.

Por parte del bachillerato de Río Blanco participaron Fanny Vanessa Martínez Rosales, Yanett Viridiana Lima Monterrosas y Vianey Rodríguez Marrón, estudiantes de cuarto semestre.

Durante dos años de trabajo con el profesor Hiram Castellanos Ramos, lograron recolectar muestras en diversos lugares y aprendieron más acerca de la transmisión del dengue y sobre la importancia de evitar su reproducción.

“Al principio nuestros compañeros creían que estábamos jugando y ahora nos damos cuenta de lo importante que fue participar”, sostuvo Yanett Lima.

En ese sentido, los jóvenes del Ilustre Instituto Veracruzano reconocieron que haber participado les permitió conocer cómo se realiza una investigación, “fue algo muy positivo para nosotros”, destacó Aarón Hernández Lara, estudiante de sexto semestre.

Antonio Muñoz Arias calificó su participación como “una experiencia única” que le permitió aplicar sus conocimientos fuera del aula.

Del Colegio de Bachilleres de Veracruz expusieron Brenda Cobos Molina, Carlos Alberto Fabián Alcázar y Miguel Ángel Benítez Díaz, quienes comentaron las dificultades y las soluciones que implementaron para recolectar muestras, como la creación de trampas para mosquitos a partir de vasos de plástico.

“Espero que el esfuerzo de todos pueda servir para lograr una prevención más eficaz y evitar que el dengue se propague”, apuntó Brenda Cobos; asimismo, Carlos Alberto manifestó sentirse feliz de formar parte de un proyecto de estas dimensiones.

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