Universidad Veracruzana

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UV, 30 años de proteger la biodiversidad

Mono araña (Ateles geoffroyi)

David Sandoval

El Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV) tiene bajo su resguardo, desde hace más de tres décadas, extensas áreas en la región de Los Tuxtlas que permiten la conservación de especies, el desarrollo de investigaciones de licenciatura y posgrado, y fomentan un trabajo colaborativo con los habitantes en beneficio de la preservación y el manejo sustentable de recursos.

Un total de 204 hectáreas que integran la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Hilda Ávila de O’Farrill”, conocida anteriormente como el predio Pipiapan, la zona de manglares en la laguna de Sontecomapan y las tres islas en la laguna de Catemaco donde habitan monos aulladores y monos araña: Agaltepec, Tanaxpillo y Totogochillo, han formado y continúan preparando a estudiantes de licenciatura y posgrado nacionales e internacionales.

Francisco García Olvera, egresado de la Facultad de Biología de la UV, es desde 2007 director del Instituto y fue fundador del Centro de Investigaciones Biológicas en 1980.

Acerca de los proyectos en Los Tuxtlas, el académico comentó: “Nuestro Instituto tiene el resguardo de tres islas de la laguna de Catemaco: Agaltepec, Tanaxpillo y Totogochillo, donde investigadores realizan estudios de conducta y relacionados con la obtención de alimento, asimismo trabajan en áreas de la sierra de Santa Martha donde han evaluado el impacto de las poblaciones humanas en el medio ambiente, ya que debemos ofrecer alternativas de uso que también sean sustentables”.

Unidad de Manejo Ambiental (UMA) “Hilda Ávila de O’Farrill

Publicarán libro sobre las investigaciones
Los académicos preparan una publicación que dará cuenta de sus investigaciones, así como de las posibilidades de realizar proyectos para científicos de otras disciplinas, ya que dichos espacios son idóneos para una formación integral, recalcó Jorge Morales Mávil, representante del cuerpo académico en formación Neuroetología.

“Estamos armando un libro sobre el predio, que ha sido estudiado desde 1989, el cual mostrará la riqueza de la región y su relevancia como una de las más biodiversas del país, no sólo de Veracruz.”

Con esta obra se tiene el objetivo de invitar a la comunidad universitaria a ingresar a estas áreas protegidas que pueden ser utilizadas por todos, “de aquí nace el interés en publicar el libro, donde se dé cuenta de las características físicas, biológicas, históricas, para difundir además los estudios psicológicos y conductuales que se realizan en la zona”.

En Agaltepec habitan alrededor de 50 monos aulladores, de la especie Alouatta palliata, mientras que en Tanaxpillo se han liberado 14 monos araña con los que se realizan estudios conductuales y sobre su salud, ello debido a que provienen de centros de decomiso ubicados en el sureste del país.

Finalmente, en la isla de Totogochillo habita un pequeño grupo de macacos que desde hace 39 años, en 1974, comenzaron a ser investigados en materia de estudios  conductuales.

Por otro lado, en la laguna de Sontecomapan se estudian al día de hoy los manglares y la relación que tiene el cuerpo de agua con la comunidad aledaña, en particular con los pescadores.

La UMA ha recibido estudiantes de varias universidades nacionales e internacionales, además es el espacio donde jóvenes estudiantes de posgrado de la Universidad de Linkoping, Suecia, realizan estancias de investigación, ello gracias a un convenio que se estableció entre ambas instituciones.

Morales Mávil comentó algunas de las características de la UMA “Hilda Ávila de O’Farrill”, que concentra un ecosistema típico y de mayor diversidad en la zona de Los Tuxtlas, mientras que en otra área habitan animales en cautiverio y vivero, en la que se han efectuado numerosos estudios, principalmente con primates, con selva alta y mediana, perennifolia.

“El predio se sitúa estratégicamente y está definido como un área de conservación federal que incluye a los volcanes San Martín, Santa Martha y San Martín Pajapan.”

Es justamente en la intersección de los volcanes San Martín con Santa Martha donde se localiza la UMA, “esto es muy importante porque la biodiversidad que tiene el volcán San Martín es diferente a la que tiene el de Santa Martha, además de poseer elementos florísticos y faunísticos de los dos ambientes pero que no los comparten”.

Mathias Laska y sus alumnos

El trabajo en la región
Laura Teresa Hernández Salazar analiza en su línea de investigación la ecología química en vertebrados silvestres y basa su investigación en dos preguntas: la primera se refiere a cuáles son los factores que afectan las capacidades olfativas y gustativas, en segundo lugar cuáles son las posibles causas de las diferencias en la respuesta olfativa entre especies.

Su modelo de trabajo es con primates, particularmente con el mono araña (Ateles geoffroyi), y explicó que las capacidades del olfato de los primates en general son estudiadas en menor medida que sus capacidades visuales.

Las elecciones de alimento no necesariamente se realizan con base en los compuestos químicos que les integran, advirtió, el animal está utilizando sus sentidos para hacer sus elecciones, “si lo pensamos desde el punto de vista humano, nosotros hacemos eso, elegimos frutos porque los vemos, los olemos y los probamos”.

El estudio de los sentidos desde la perspectiva de la selección de alimento da una visión más novedosa, comparado a hacer una lista de sus alimentos y comparar su composición química, señaló, “la parte sensorial nos da una explicación más real de lo que puede estar pasando con los animales”.

Hernández Salazar añadió que la colaboración con Mathias Laska, de la Universidad de Linkoping, ha propiciado que jóvenes suecos vengan a hacer su estancia de investigación a Catemaco y hasta la fecha son 10 estudiantes de posgrado que han efectuado estudios con los monos araña, “ellos vienen a aprender aquí y hacen sus experimentos”.

Su estancia es de seis meses y a la par de sus experimentos ocurren otros propios de la UV, hecho que genera “una interacción muy enriquecedora dado que cada uno comenta acerca de sus propios trabajos. Eso me parece de lo más importante, creo que ésa es parte de la riqueza, además todos han sacado un artículo arbitrado originado en sus investigaciones y dando el reconocimiento a la UV, así ellos ven coronado su esfuerzo en campo, aparte de obtener su grado y la interacción con estudiantes y académicos mexicanos”.

Héctor Hugo Barradas García, estudiante del posgrado en Neuroetología, comentó que sus estudios en el manglar de Sontecomapan iniciaron en 2002 con el objetivo de conocer la densidad poblacional y algunos aspectos reproductivos del aguililla negra (Buteogallus anthracinus), especie de rapaz etiquetada bajo protección especial en la Norma Oficial Mexicana (NOM) Semarnat 2010.

A partir de 2012, cuando inició su doctorado, comenzó la investigación sobre la selección sexual, parentesco genético y el éxito de anidación de esta ave rapaz en el manglar debido a que se cuenta con pocos estudios sobre sus hábitos ecológicos.

En ese sentido, el investigador recalcó que la importancia del manglar de Sontecomapan es enorme, “es uno de los ecosistemas conocido como los riñones del mundo y éste en particular es de los mayormente conservados”.

En general los manglares tienen una dinámica muy productiva, precisó, “generan gran cantidad de microhábitat para una gran cantidad de especies que se reproducen en el lugar, favoreciendo a las comunidades aledañas en pesca, además de generar materia orgánica, degradarla y volverla a introducir en la dinámica del ecosistema”.

Los manglares son además un refugio para muchas especies que se encuentran amenazadas como aves migratorias y residentes que también forman parte de la biodiversidad estatal y nacional.

Por otro lado, María de Jesús Rovirosa Hernández comentó acerca de la importancia de estudiar a los grupos de primates que se tienen en cautiverio, ya que obtendrán información que permita conservar la especie en su ambiente natural y en cautiverio.

“Muchos de nuestros estudios son los primeros con primates mexicanos, generalmente se habían realizado estudios de conducta y ahora tenemos valores de referencia de estos individuos y es posible hacer una correlación del estado de salud entre las especies libres y en cautiverio.”

Sus trabajos consisten en desarrollar una fórmula láctea para monos araña y aulladores, ya que muchos infantes fallecen por la carencia de una leche adecuada. De estas investigaciones han resultado trabajos recepcionales, tomando muestra de los individuos en la zona de Pipiapan, que se publicarán próximamente.

Alrededor de 50 monos aulladores (Alouatta palliata) habitan en Agaltepec

Es fundamental definir una dieta adecuada para aquellos primates que son recuperados porque ello permitirá reducir su tasa de mortalidad, porque su alimentación tiene un impacto mayor en los infantes, tanto en su conducta como en el desarrollo y el aprendizaje en su etapa de lactancia.

Son pocos los estudios de salud que se efectúan con los individuos recuperados del mercado ilegal, por ello “la idea era mantener una colaboración donde hacemos análisis acerca de su salud y ayudamos a que estemos seguros que no habrá una mortandad por infección o enfermedad”.

Paulo César Quintana Morales, otro de los académicos del Instituto de Neuroetología, ha trabajado con primates, con la especie alouata palliata en la zona de Los Tuxtlas con Ernesto Rodríguez Luna, cuando recién había egresado de la licenciatura.

“En la isla de Agaltepec comenzamos a trabajar en organizar la información recolectada por investigaciones previas, montando un sistema de información geográfica y relacionada con la vegetación de la isla.”

Posteriormente estudió dinámicas de grupo entre los monos aulladores, en particular las reacciones que suceden en un espacio cuya superficie es menor a la requerida por un grupo de estos primates.

Ha observado durante los últimos años que los grupos pueden dividirse, creando subgrupos, ello obedece a la competencia por el alimento y la necesidad de aislarse para no generar conflictos al interior del grupo.

Quintana Morales analiza en la actualidad la oferta alimenticia de los monos, es decir, las especies que consumen, “hemos observado, al utilizar los sistemas de información geográfica, que las especies más importantes se encuentran de manera agregada, por eso ocurre la competencia entre individuos y grupos, en Agaltepec pasa lo mismo”.

Sobre el impacto de las investigaciones en la sociedad, el académico explicó que “los monos aulladores pertenecen a la selva y ésta ofrece recursos como la captación de carbono y agua, si los monos desaparecen el mismo ecosistema comenzará a degenerarse, en ese sentido tenemos que darnos prisa y colaborar con las comunidades para explicarles que la investigación es importante en términos de conservación”.

Aguililla negra (Buteogallus anthracinus)

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