Universidad Veracruzana

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UNA PLANTA MILENARIA EN XALAPA

 

Victoria Vovides*

By the natives the various cycads are usually called palms, so that we have the sago palm, bread palm, Dolores palm.

Charles Joseph Chamberlain,

The Living Cycads, 1919

Xalapa es hogar de plantas consideradas entre las más antiguas del mundo, las cicadáceas, que reciben los nombres comunes de palma del monte, palmita, entre otros. No sólo son longevas, su ancestría se remonta a antes de la era de los dinosaurios. Las conozco porque son estudiadas por mi esposo, Andrés Vovides, a quien he acompañado en sus andanzas a la caza de ejemplares escasos y raros de esta familia botánica. Es precisamente una de esas correrías el motivo del presente escrito.

Cuando Andrés empezó su investigación encontró que el botánico estadounidense Charles J. Chamberlain realizó trabajos de campo a principios del siglo XX en Xalapa y sus alrededores, registrados en su libro de The Living Cycads,  de 1919, en razón de que otros estudiosos ya habían referido la presencia de grandes ejemplares de “Dioon en algún lugar cerca de Banderilla”, así como “en un lugar a  dos o tres estaciones de tren al este de Xalapa”.

Chavarrillo

Cuando Chamberlain llegó a la capital veracruzana la información que tenía era escasa e incompleta, pero traía consigo una carta de presentación dirigida al gobernador del estado Teodoro A. Dehesa, quien le brindó ayuda al estacionar un policía en el Parque Juárez, donde también crecía un ejemplar, para preguntar a los transeúntes si habían visto otro en el campo y dónde. Finalmente el botánico obtuvo información de que la región que buscaba era la de Chavarillo, y que la especie en cuestión era Dioon edule, conocida por los lugareños como tiotamal, quiotamal o chamal.

Chamberlain tuvo un valioso colaborador en el profesor de botánica Luis Murillo, de la Escuela Normal, quien tenía en el jardín de su casa una planta grande de D. edule y ofreció a Chamberlain enviarle datos sobre la producción de hojas de este ejemplar, cosa que hizo durante 11 años. A partir de dicha información determinaron el tiempo de crecimiento y producción de las hojas, así como la edad aproximada con base en el conteo de cicatrices que deja cada tallo de hoja sobre el tronco y hacer una simple división por el número promedio de producción anual de hojas, método por medio del cual llegaron a una edad estimada de 970 años.

Quinta de las Rosas

Tras haber leído, en la década de los 80,  sobre la colaboración entre Chamberlain y Murillo, mi esposo se entrevistó con integrantes de la familia Murillo, en Xalapa, pero nadie sabía la ubicación de la planta. Alguno dijo que tal vez ya no existiera, que podía haberse perdido por diferentes motivos, así que Andrés suspendió durante un tiempo sus pesquisas, reanudándolas en el momento que alguien le dijo que el lugar podía ser la Quinta de las Rosas, a donde se dirigió para encontrarse con que en el jardín había una construcción llevándose a cabo, lo que le impidió examinarlo, y una vez más todo quedó en el aire.

Sucedió que años después Víctor Luna, uno de sus colegas, mientras realizaba un inventario de jardines históricos y plantas en Xalapa, visitó la Quinta de las Rosas, cuando ya se había convertido en la sede del INAPAM, y recorrió su jardín concienzudamente, encontrando un ejemplar de D. edule de la talla del que había investigado Chamberlain. ¡Era la cicadácea medida por éste y Luis Murillo!, la cual, si en el año 1911 se calculó de 970 años de edad, ya alcanzó más de mil años.

Jardín Botánico Clavijero

Por azares del destino tuve la suerte de trabar amistad con Mari Carmen Martínez Murillo Mora, nieta de don Luis Murillo, justo cuando estaba por celebrarse un aniversario del Jardín Botánico Clavijero y por inaugurarse el nuevo sitio para la Colección Nacional de Cícadas, eventos en los que participaría mi esposo Andrés; así que concerté una cita entre él y Mari Carmen, junto con las otras nietas (de más edad) del profesor, quienes amablemente le dieron toda la información posible, además de facilitarle una foto de don Luis para incluirla en su plática, así como una copia de un herbario personal que él elaboró.

En el estado de Veracruz existen cicadáceas no sólo centenarias sino milenarias a las que es menester estudiar y proteger, lo mismo que a las que se encuentran en la Quinta de las Rosas, dos de Dioon y una Ceratozamia. Por otra parte, el Jardín Botánico cuenta con una colección abundante de estas plantas, en un hermoso entorno que puede recordar a la Xalapa que conoció Charles Joseph Chamberlain a principios del siglo XX.

 

*Escritora. Correo: victoria.vovides@gmail.com

Descargar versión impresa

Edición: Eliseo Hernández Gutiérrez

Ilustración: Francisco J. Cobos Prior

Dir. de Comunicación de la Ciencia, UV

dcc@uv.mx

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