Universidad Veracruzana

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COP25, larga y poco ambicios

Citlali Aguilera 

Bajo la presidencia chilena, la Vigésimo Quinta Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) tuvo lugar en Madrid, España del 2 al 13 de diciembre de 2019 y que, al no lograr acuerdos significativos, se extendió 42 horas más convirtiéndose en la COP más larga de la historia.

Esta COP se consideraba importante ya que el Acuerdo de París -el pacto global firmado en la COP21 del 2015-, entra en vigor para los países firmantes en el 2020. Este acuerdo -que dicho sea de paso, sustituye al Protocolo de Kioto- busca frenar el cambio climático manteniendo el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2 grados centígrados de los niveles preindustriales así como continuar limitando el aumento de la temperatura a 1.5 grados centígrados, ya que los impactos adversos se producirían cercano a este incremento.

Estando en la COP25 platiqué con la Dra. Amparo Martínez Arroyo, vocera de la Delegación Mexicana y directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) quien dijo que “México ha hecho patente que continúa con los compromisos del Acuerdo de París” añadió que se pretende dejar muy claros los mecanismos, los instrumentos y las formas para el periodo de cumplimiento del acuerdo.

En la sesión de Alto Nivel, la jefa de la delegación mexicana, Martha Delgado declaró que “México está trabajando en el programa especial 2020-2024 en el que participan las 14 secretarías responsables de la agenda climática”. Añadió que “bajo el marco de la Ley General de Cambio Climático, se buscarán acciones de mitigación y adaptación como lo es el lanzamiento en enero del Sistema Nacional de Comercio de Emisiones, siendo el primero en Latinoamérica”.

También mencionó la importancia del enfoque desde los derechos humanos considerando necesario “traer a la discusión la vinculación de la igualdad de género, la visibilidad de las mujeres y la presencia de pueblos indígenas”. No sólo fueron palabras. México destacó en su negociación para lograr el Plan de Acción de Género (GAP, por sus siglas en inglés) que fue uno de los logros obtenidos en la COP25.

En el documento final “Chile-Madrid Tiempo de actuar” quedó sentado el avance en la protección a los océanos, 121 países se comprometieron a la neutralidad de carbono para el 2050, quedó estipulado que las políticas climáticas deberán actualizarse con base en avances científicos y se reconoció la importancia de los actores no gubernamentales para la acción climática.

Además, se manifestó que las Partes se comprometen a presentar sus planes de contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) para reducir las emisiones de forma “más ambiciosa” como lo plantea la ciencia, sin embargo, los países altamente emisores aún no dejaron clara su disposición para hacerlo.

Si bien se avanzó en la importancia del Fondo Verde del Clima para pérdidas y daños que los países más vulnerables sufren por los fenómenos climáticos extremos, los países desarrollados no respondieron plenamente al llamamiento.

Pero hubo un punto que, por falta de voluntad política y choque en las negociaciones, no llegó a acuerdo y era el más esperado: la regularización de los mercados de carbono que se enuncia en el artículo 6 del Acuerdo de París, un mecanismo para limitar la emisión de gases de efecto invernadero e intercambiar derechos de emisiones en el mercado internacional de carbono que permita a países y empresas compensarlas.

Aunque se tuvieron dos semanas de intensas negociaciones y 2 días adicionales, los resultados se consideraron “débiles” y muy alejados del eslogan oficial “tiempo de actuar”.

En su mensaje de cierre, el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres dijo sentirse “decepcionado” por los resultados, y añadió que se “ha perdido una importante oportunidad para demostrar mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para enfrentar la crisis climática”. Por su parte la presidenta de la COP25 y ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt declaró sentirse “insatisfecha” con los logros en las negociaciones.

Es así que los asuntos pendientes se postergarán para la COP26 en Glasgow, Escocia en diciembre de 2020 ¿Se avanzará en las negociaciones multilaterales? ¿Estarán las Partes a la altura de resolver la crisis climática?

* Cuando se habla de las Partes se hace referencia a los países que han ratificado la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático

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Bióloga y comunicadora ambiental. Integrante del Centro Ecodiálogo UV. Invitada por CEPAL a actividades en PreCOP25 y seleccionada por Earth Journalism Network para la COP25.

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