Universidad Veracruzana

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ADICCIÓN: ¿PATOLOGÍA O PSICOLOGÍA?

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Claudia Juárez Portilla*

Marcela de Jesús Sánchez**

Eliseo Hernández Gutiérrez***

La utilización de drogas de uso recreativo va en aumento, no sólo en nuestro país sino a nivel mundial, lo que representa un importante problema de salud pública, económico y social. Para contrarrestar esa tendencia es necesario comprender los mecanismos que propician dicha utilización, los cuales, junto con aquellos que mantienen el consumo de drogas de abuso, son complejos y poco entendidos.

Estados de impulsividad

En términos generales se habla de tres estados de impulsividad que conllevan al establecimiento de una adicción: 1) la intoxicación placentera que implica el uso recreativo, 2) la transición del uso recreativo esporádico a la manifestación de patrones recurrentes y 3) el deseo de obtener la droga, que involucra una búsqueda apremiante.

Contrario a lo que se creía en décadas pasadas, en la actualidad se ha definido que la farmacodependencia no está relacionada con el ámbito moral, sino que se trata de una cuestión de salud. Así, la adicción es considerada como “una enfermedad crónico cerebral, que se caracteriza por el uso y la búsqueda compulsiva de drogas, a pesar de las consecuencias adversas”. Para que una sustancia sea considerada como droga de abuso debe generar algún tipo de goce, provocando la necesidad imperativa de conseguirla.001-ADICCION-BALAZO-02

Circuitos cerebrales

La sensación de bienestar producida por la administración de algún estupefaciente es un componente propio de la iniciación en su consumo, dando paso a una situación regida por el deseo irrefrenable de probarlo nuevamente. Este mecanismo de motivación y recompensa se inscribe en el sistema de placer y reforzamiento. En tal proceso participan numerosas zonas del cerebro que son las mismas que nos permiten sentir satisfacción ante conductas tales como comer o reproducirse.

Antes se pensaba que una adicción se relacionaba únicamente con el empleo recurrente de drogas de abuso como la cocaína, la nicotina, el alcohol, etc. Pero hoy en día no es así, ya que se considera posible desarrollar adicción a factores como el juego, entre una gran diversidad de elementos.

Los circuitos que participan en el refuerzo de las adicciones están localizados en varias regiones cerebrales, y en muchos casos son accionados por diferentes estímulos, por mencionar un ejemplo: los que se activan con drogas pueden activarse también con alimentos azucarados.

Refuerzo y dependencia

Una de las secciones que participan en la búsqueda del estímulo, es decir, en el refuerzo para el consumo de drogas de abuso y/o azúcar, es el área tegmental ventral, ubicada en el tallo cerebral. Esta parte del cerebro está asociada con la identificación de los estímulos que resultan de gran importancia para la supervivencia, como el alimentarse o reproducirse.

En este sentido, el azúcar –o cualquier otra ingrediente– puede actuar de manera directa o indirecta en esta región cerebral, promoviendo la liberación de dopamina en el núcleo accumbens y la corteza prefrontal, desencadenando así el refuerzo y la dependencia del consumidor. En este circuito clásico intervienen otras estructuras cerebrales como la amígdala, el hipocampo, el tálamo e hipotálamo, involucrados con el aprendizaje emocional motivado y la memoria.

Mecanismos poco entendidos

Como se mencionó previamente, la adicción es un padecimiento que se distingue por una dependencia a cierta sustancia o actividad, en el que se desarrollan comportamientos compulsivos y –en ocasiones– incontrolables que suelen comprometer la práctica de otras actividades que antes de presentar este mal eran habituales o incluso necesarias para la persona.

Los mecanismos relacionados con el inicio y mantenimiento de la adicción, o sea, la transición entre el consumo ocasional al recurrente, son poco entendidos. Es por ello que se han realizado estrategias experimentales en las que se emplean modelos animales que buscan proporcionar un mejor entendimiento de las bases neurobiológicas de esta dolencia, al simular las condiciones humanas de consumo, caracterizando cada una de las etapas que se cursan dentro de la misma.

Tolerancia, sensibilización, deseo y abstinencia001-ADICCION-BALAZO-01

Cuando se vive una dependencia a cierta sustancia o actividad se inducen cambios adaptativos en el sistema nervioso central, originándose fenómenos dentro de los que se incluyen la tolerancia, la sensibilización, el deseo y la abstinencia. La tolerancia está relacionada con el decremento –no obstante su administración constante– en los efectos de una droga/estímulo. Por el contrario, si los efectos de ésta aumentan pese a tomar la misma dosis, estamos hablando de sensibilización.

El incremento en el ansia de conseguirla después de un periodo de abstinencia, promoviendo la recaída, constituye el tercer estado. Por último, cuando el individuo es privado de su suministro entra en una fase de abstinencia que involucra signos fisiológicos y motivacionales de hostilidad, con la particularidad de que en este periodo atraviesa por un estado depresivo.

¿Todos somos vulnerables?

Las posibilidades de presentar una adicción no obedecen a una generalización. Factores biológicos, socioeconómicos y psicológicos intervienen para que alguien la sufra. Como cualquier enfermedad del sistema nervioso, las adicciones son padecimientos que tienen tratamiento y, siendo oportunamente detectadas, es posible evitar las consecuencias que ponen en riesgo la vida del consumidor.

El avance científico en el área de las neurociencias ha permitido obtener diversas imágenes del cerebro de adictos a distintos elementos, lo que significa que a partir de estos adelantos puede llevarse a cabo una mejor comprensión de los efectos físicos que las drogas tienen sobre diferentes zonas del cerebro.

 

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*Centro de Investigaciones Biomédicas. Correo: cljuarez@uv.mx

**Estudiante del Doctorado en Ciencias Biomédicas

***Dirección de Comunicación de la Ciencia

Edición: Eliseo Hernández Gutiérrez

Ilustración: Francisco J. Cobos Prior

Dirección de Comunicación de la Ciencia

Correo: dcc@uv.mx

 

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