Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



El INBA felicita a Silvia Molina por premio »Justo Sierra»

La escritora fue galardonada por su amplia y reconocida trayectoria en el campo de las letras a nivel nacional e internacional

CIUDAD DE MÉXICO (21/ENE/2013).- La directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, felicitó a la escritora Silvia Molina por el premio «Justo Sierra Méndez, Maestro de América 2013», que otorga el gobierno de Campeche.En un comunicado, García Cepeda «extendió una cordial felicitación» a la también difusora cultural, quien el próximo 26 de enero recibirá la presea de oro y un pergamino que honra a los personajes de esa entidad que han destacado en las ciencias, las artes y la cultura.

De acuerdo con el Comité Cívico Estatal, Silvia Molina se hizo acreedora al premio «por su amplia y reconocida trayectoria en el campo de las letras a nivel nacional e internacional«. Leer más…



La casa encantada

Por Virginia Woolf

A cualquier hora que una se despertara, una puerta se estaba cerrando. De cuarto en cuarto iba, cogida de la mano, levantando aquí, abriendo allá, cerciorándose, una pareja de duendes.

«Lo dejamos aquí», decía ella. Y él añadía: «¡Sí, pero también aquí!» «Está arriba», murmuraba ella. «Y también en el jardín», musitaba él. «No hagamos ruido», decían, «o les despertaremos.» Leer más…



Susan Sontag: la curiosidad como crítica

Por Javier Aranda Luna

Curiosa sociedad la nuestra: cada vez tenemos más foros de discusión y, al parecer, cada vez discutimos menos. Discutir en el sentido fuerte del término: contender con razones para examinar temas esenciales como el calentamiento global, el agua, la sobrepoblación, las matanzas en Malí, el derecho a la maternidad voluntaria o la nueva peste de la sociedad moderna: el ocio.

Temas centrales que parecen telón de fondo de una puesta en escena inevitable. Leer más…



Los tres cosmonautas

Por Umberto Ecohttp://www.edicionesdelaflor.com.ar/upload/lostresastronautas.jpg

Esta es una fábula de hoy para sus niños. O tal vez no. Es para ustedes. De todos modos, hagan la prueba de contársela a ellos; tal vez reconozcan su propio lenguaje del futuro y entonces ellos se la contarán a ustedes. 

Había una vez la Tierra. Y había una vez Marte. Estaban muy lejos el uno del otro, en medio del cielo, y alrededor había millones de planetas y galaxias. Los hombres que habitaban en la Tierra querían llegar a Marte y a los otros planetas. ¡Pero estaban tan lejos!.

De todos modos se pusieron a trabajar. Primero lanzaron satélites que giraban dos días alrededor de la Tierra y luego regresaban.

Después lanzaron cohetes que daban vueltas alrededor de la Tierra, pero en vez de regresar, al final huían de la acción terrestre y partían hacia el espacio infinito.

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El amante del volcán

Por Susan Sontag

 

PRIMERA PARTE
1.
Su primer permiso de vuelta a casa había concluido. El hombre que el Nápoles cortés
conocería en adelante como II Cavaliere, el Caballero, principiaba el largo trayecto de vuelta a
su puesto, al «reino de las cenizas». Así lo había denominado uno de sus amigos de Londres.
Al llegar, todos pensaron que parecía mucho más viejo. Seguía aún tan delgado: un
cuerpo hinchado por los macarrones y los pasteles de limón poco habría encajado con una cara
alargada, inteligente, de nariz aguileña y cejas muy pobladas. Pero había perdido la palidez de
su casta. Algunos observaron el oscurecimiento de su blanca piel desde que se había ido, siete
años antes, con algo parecido a la desaprobación. Sólo los pobres —es decir, la mayor parte de
la gente— estaban tostados por el sol. No el nieto de un duque, el hijo menor de un lord, el
compañero de infancia del propio rey. Leer más…



Los de Abajo

Por Mariano Azuela

PRIMERA PARTE
I
—Te digo que no es un animal… Oye cómo ladra el Palomo… Debe ser algún cristiano…
La mujer fijaba sus pupilas en la oscuridad de la sierra.
— ¿Y que fueran siendo federales? —repuso un hombre que, en cuclillas, yantaba en un rincón, una
cazuela en la diestra y tres tortillas en taco en la otra mano.
La mujer no le contestó; sus sentidos estaban puestos fuera de la casuca.
Se oyó un ruido de pesuñas en el pedregal cercano, y el Palomo ladró con más rabia.
— Sería bueno que por sí o por no te escondieras, Demetrio.
El hombre, sin alterarse, acabó de comer; se acercó un cántaro y, levantándolo a dos manos, bebió
agua a borbotones. Luego se puso en pie. Leer más…