Universidad Veracruzana

Blog de Lectores y Lecturas

Literatura, lectura, lectores, escritores famosos



Ibargüengoitia: instrucciones para leer a Jorge

En unos días, el autor de Las Muertas cumpliría 85 años. A casi, también, 30 años de su fallecimiento, él es uno de los escritores más imitados. Aquí, algunas razones

Hace casi tres décadas, el 27 de noviembre de 1983, una tragedia aérea acabó con la vida de Jorge Ibargüengoitia, a los 55 años. El accidente, ocurrido en Madrid, truncó la obra del guanajuatense, que este 22 de enero cumpliría 85 años.

En una significativa coincidencia, la vida de Ibargüengoitia comenzó el mismo año en que terminó la de Álvaro Obregón, cuyo asesinato despertó un vívido interés en el escritor y periodista, quien retoma las circunstancias del magnicidio en El atentado, una obra de teatro que, como otros de sus trabajos, satiriza episodios de la Revolución Mexicana.

Con una peculiar vena humorística, Ibargüengoitia parodió también la revuelta escobarista (en el ocaso de la gesta) en su primera novela: Los relámpagos de agosto, ganadora del Premio Casa de las Américas 1964. De la lucha de Independencia partió de la conspiración de Miguel Hidalgo para dar forma a la también novela Los pasos de López. Leer más…



Vuelve ‘Proa’: rescate de la revista literaria fundada por Borges

En julio de 1924 el escritor argentino Jorge Luis Borges regresó a Buenos Aires después de su segundo viaje a Europa, de un año de duración. Tenía 25 años y volvía a casa con la cabeza llena de ismos y pájaros literarios, aunque ya por entonces se había alejado del vanguardismo ultraísta y exploraba otros terrenos más jugosos, como el criollismo urbano y la construcción de una mitología de lo propio, junto al redescubrimiento de los clásicos antiguos y modernos. Borges había editado ya Fervor de Buenos Aires (1923) y antes impulsó la publicación de las hojas de Prisma y la revista Proa en su primera etapa (tres números, entre 1922 y 1923), plataforma del ultraísmo en América. Sin embargo, cuando en agosto de 1924 él y otros tres jóvenes escritores argentinos —Alfredo Brandán, Ricardo Güiraldes y Pablo Rojas Paz— refundan Proa, inician una aventura literaria de vanguardia que iría mucho más allá de la influencia ultraísta y que, en sus 15 números y dos años escasos de vida, dio cabida en el mismo espacio a corrientes luego irreconciliables. Leer más…