Antecedentes del programa educativo:
La Maestría en Ciencias para el Aprendizaje, se articula al estado del campo en su ámbito internacional en la confluencia interdisciplinar que da en llamarse Learning Sciences (Sommerhoff et al. 2018); sin embargo, como lo señala Lee (2017), el campo de las ciencias para el aprendizaje ha evolucionado sobre todo desde la pasada década, para moverse más allá del foco singular de la cognición, y ha iniciado sus esfuerzos para estudiar teorías sobre el aprendizaje humano en contextos reales.
De acuerdo con lo anterior, en el contexto nacional, el estado del campo disciplinar más afín al desarrollo de la Maestría en Ciencias para el Aprendizaje se mueve en los focos de la Pedagogía y Psicología cognitivas y en lo relacionado con las tecnologías y ambientes virtuales de aprendizaje, particularmente en estos tres énfasis se incorpora un enfoque de estudios sobre el aprendizaje desde la perspectiva del diseño en contextos reales, es decir, propios de la pedagogía situada y de los diseños instruccionales con tecnología de tipo constructivista (Hernández, 2006; Fuentes y Díaz Barriga, 2006; Díaz Barriga, 2008; Edel y Navarro, 2015).
Estas tres grandes tendencias disciplinares que le dan fundamento a la Maestría en Ciencias para el Aprendizaje, vale señalar que son consideradas en sí mismas como Ciencias para el Aprendizaje, sin embargo su abordaje en México se hace sin un planteamiento interdisciplinar y unificado, como campos que tienen fronteras comunes y frecuentes traslapes, pero que no se abordan como un campo homogéneo de estudios; en todo caso, se continúa fundamentando las raíces disciplinares de cada una de ellas (Pérez, 2004, Hernández, 2007).
Vale la pena observar, que los estudios sobre ambientes virtuales de aprendizaje han acompañado de forma reciente en el contexto nacional al desenvolvimiento de diversas tecnologías facilitadoras de aprendizajes de entre ellas la robótica pedagógica, la inteligencia artificial y la realidad aumentada, todos estos dispositivos tecnológicos se explican como una extensión del campo de las tecnologías para favorecer ambientes de aprendizaje en contextos áulicos, destacando una intencionalidad pedagógica desde el diseño para la enseñanza de las ciencias (Ramírez, Huerta y Flores, 2012; Sánchez y Mora, 2013, Mancilla et al., 2017).
Este breve apunte, nos hace considerar la fragmentación del estado del campo de las ciencias para el aprendizaje en México, destacando su presencia disciplinar con estudios e investigaciones para cada una de las disciplinas por separado, así como programas curriculares presentes en el posgrado nacional, pero que se adscriben de la misma forma a cada una de las ciencias para el aprendizaje en lo particular: Maestrías en Cognición, en Psicología educativa, en Neurociencia, en Pedagogía, etc. Sin embargo, es válido reconocer que existe un programa de doctorado en México que se destaca por abordar el campo unificado de las ciencias para el aprendizaje, y éste es el Doctorado en Ciencias para el Aprendizaje de la Universidad Pedagógica de Durango; desde lo anterior, se justifica articular un programa del nivel de maestría en el campo interdisciplinar de las ciencias para el aprendizaje para consolidar este abordaje pionero de estudios interdisciplinares sobre el aprendizaje en México, que conecte de forma natural con el desarrollo de las Ciencias para el Aprendizaje, tal como este desarrollo se plantea en Universidades como Chicago Northwerstern y tal como se describe en el Journal of Learning Sciences. Lo anterior con la expectativa que la MCA contribuya con la unificación del campo de las Ciencias para el Aprendizaje en México.