Reportaje

Estudiantes trabajaron en sitio arqueológico Macuiltépetl

  • Cada año, la Facultad de Antropología realiza prácticas en diferentes proyectos arqueológicos de la entidad
  • Las prácticas de campo representan una gran oportunidad para aprender y crecer, expresaron los estudiantes

 

Los universitarios realizaron prácticas de campo en el proyecto Macuiltépetl

 

Paola Cortés Pérez

26/02/2018, Xalapa, Ver.- Cada año, en periodo intersemestral de invierno, estudiantes del programa educativo de Licenciatura en Arqueología de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), realizan prácticas de campo a fin de mejorar su formación académica.

María Antonia Aguilar Pérez, directora de la Facultad de Antropología, comentó que son varios los profesores que coordinan y dirigen proyectos arqueológicos en diferentes puntos del estado, lo que permite que los alumnos tengan la oportunidad de realizar prácticas en un sitio.

Explicó que la experiencia educativa (EE) Prácticas de Campo se lleva a cabo en periodo intersemestral de invierno, pero está inscrita en el periodo semestral normal, es decir, los jóvenes se inscriben en agosto y saben que la práctica efectiva de la misma es cinco meses después.

Detalló que la experiencia contempla recorridos, mapeos, detección de sitios arqueológicos y finalmente la excavación en el sitio. Los grupos participantes dependen del número de estudiantes de cada generación, ellos deciden a cuál inscribirse después de conocer los proyectos.

En este año, los universitarios tuvieron diferentes opciones para realizar prácticas de campo: Teocelo, Amelco, Córdoba y Xalapa, donde trabajaron del 8 de enero al 3 de febrero de este año.

Esta actividad educativa, comentó, se desarrolla a lo largo de cuatro semanas intensivas. La jornada inicia a las 8:00 horas y concluye a las 16:00, de lunes a sábado.

“Es equiparable a un semestre completo, que compactamos en un mes. Son jornadas pesadas porque no sólo tienen que excavar en la zona, también deben llevar sus registros de lo encontrado en el sitio, poner etiquetas; cada grupo de trabajo lleva el control de una unidad.”

La también arqueóloga consideró que esta actividad es sumamente importante para la formación de los estudiantes, les permite poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula.

 

 

Sitio arqueológico Macuiltépetl

Entre los sitios arqueológicos propuestos para hacer prácticas de campo en este año, estuvo el ubicado en las faldas del volcán Macuiltépetl, en la ciudad de Xalapa.

María Antonia Aguilar dijo que en este año participaron dos grupos, alrededor de 20 estudiantes: uno dirigido por la profesora Lucina Martínez Utrera y el otro por ella.

La EE no sólo contempla la parte técnica en el sitio, también tienen que recibir capacitación por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que es responsable del lugar, y del director del proyecto para conocer a fondo los objetivos del trabajo.

Asimismo, dijo que para trabajar en un sitio arqueológico se debe solicitar permiso al Consejo Nacional de Arqueología, ya que es una actividad regulada por el Estado, así que no cualquier persona puede realizarla.

“En la Facultad coordinamos la parte legal y académica para que los estudiantes tengan esta oportunidad. De igual manera, se apoya a alumnos de las otras carreras (Antropología Social, Antropología Histórica y Antropología Lingüística) para que en este periodo también realicen prácticas de campo.”

Destacó que estas prácticas fortalecen la formación académica de los universitarios, al poner en práctica los conocimientos aprendidos.

En el caso del proyecto Macuiltépetl, apuntó, les ofrece la oportunidad de hacer una arqueología diferente; esto es, no es lo mismo practicar en una comunidad que en una ciudad, es distinto por el ambiente urbano y social en el que se desenvuelven, por ejemplo: al inicio los vecinos tienen cierta resistencia, aunque al final se acostumbran a la presencia de los estudiantes y profesores.

 

Prácticas de campo, un gran aprendizaje

Para los estudiantes, ser parte de las prácticas en un sitio arqueológico ubicado dentro de la zona urbana, como es el proyecto Macuiltépetl, representa una gran oportunidad de aprender y crecer profesionalmente.

Camila, estudiante de octavo semestre y quien ha realizado tres prácticas en campo (en Jamapa, Playa Vicente y Xalapa), dijo que para ellos es importante estar en un sitio arqueológico porque pueden aplicar los conocimientos adquiridos en el salón de clases, los cuales pueden cambiar dependiendo el sitio, el clima y la tierra.

De la misma opinión fue Ana, de sexto de semestre: “Es necesario que realicemos prácticas, así estaremos mejor preparados al momento de ingresar al campo laboral. Tengo entendido que en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) es más teoría, pero en la Facultad es mayor práctica, lo que es bueno para los estudiantes”.

Gonzalo cursa el tercer semestre y es originario de Argentina; hace dos años, después de realizar una movilidad estudiantil, decidió continuar sus estudios en la Facultad de Antropología de la UV, debido a la calidad educativa de la Licenciatura en Arqueología.

Recordó que en la universidad donde estudiaba era más la carga teórica y cuando vino a Veracruz le sorprendió ver las construcciones monumentales, la cantidad de cerámica que hay por todos lados donde se excava y los proyectos arqueológicos en los que pueden participar los estudiantes.

Ha participado en dos proyectos (en Jamapa y en Xalapa), y al respecto expresó: “Es muy satisfactorio trabajar en sitios arqueológicos, esto nos permite ver a detalle lo que es la arqueología, lo cual demuestra que la Facultad tiene uno de los mejores programas educativos del país”.

 

 

Sitio más antiguo de Xalapa

Lucina Martínez Utrera, docente de la Facultad de Antropología e investigadora del INAH, comentó que el proyecto arqueológico empezó en 1989 y es coordinado por José Antonio Contreras y por la académica universitaria.

“Nos enteramos e intervenimos debido a las obras de infraestructura que en ese momento se desarrollaban en la ciudad; empezamos a hacer a la delimitación del sitio en 1990 y ya que teníamos diferentes áreas localizadas vimos que existía arquitectura conservada.”

Inmediatamente se empezó a hacer una liberación y excavación extensiva de infraestructuras, gracias al apoyo del INAH, pero desde 2008 no se había intervenido por presupuesto del instituto.

“Por alguna situación no se podía continuar, por lo que se ha expuesto a los gobiernos municipales el trabajo para la integración urbana del sitio o de la única parte existente.”

Detalló que el asentamiento arqueológico abarca una gran extensión, sólo que ya está cubierta por la mancha urbana y esta pequeña parte se logró conservar gracias a que pasa una línea de alta tensión eléctrica y porque es propiedad federal.

Comentó que ya tienen la delimitación, la zona monumental abarca hasta donde se ubica la denominada la Cueva de la Orquídea, donde han encontrado varios vestigios arqueológicos.

En la parte urbana el límite marcado es la zona del Mercado “Adolfo Ruiz Cortines”, conocido como La Rotonda; en la parte Este, hasta la Avenida Ferrocarril Interoceánico; al Oeste, llega a la Avenida Xalapa, y al Norte, a la Avenida Villahermosa.

“Logramos hacer recorridos y delimitar el sitio gracias a las obras de infraestructura y a que en algunas viviendas nos permitieron revisar y se comprobó que sus muros están debajo de los cimientos de las casas.”

Incluso, en las calles localizadas en la parte norte del cerro, encontraron gran cantidad de obsidiana, por lo que piensan era un área de talleres. Todo el lado Este del cerro está terraceado (espacio que tiene forma de escalones) y en cada terraza hay un conjunto similar al que están estudiando.

“Todavía hay arquitectura, se han encontrado infinidad de entierros, vasijas, fragmentos, hay mucho material encontrado a través de las excavaciones hechas para liberar estructuras.”

Sobre el fechamiento del área, Lucina Martínez dijo que de acuerdo a las pruebas de radiocarbono, la antigüedad es del 400 Antes de Cristo (a.C.) al 150 después de Cristo (d.C.), siendo –hasta el momento– el más antiguo de los sitios arqueológicos de Xalapa.

Al preguntar sobre la cultura que se asentó en el lugar, respondió: “La etnia aún no la tenemos identificada. Hemos encontrado materiales parecidos al Altiplano (región del centro del país) y muchas figurillas similares a los grupos olmecas, pero no quiere decir que se haya asentado la cultura Olmeca; sí tenemos presencia del grupo olmeca y del grupo del Altiplano, pero no totonaca”.

Agregó que piensan que el sitio fue muy importante, “lo he llamado un centro rector”, donde estaban los poderes y todos los asuntos importantes, en torno a él había asentamientos satélites.

Dijo que el objetivo principal es terminar la liberación del sitio y hacer un convenio con el gobierno municipal para que esté abierto al público y sea manejado por el INAH en coordinación con las autoridades municipales.

Con relación a la participación de los estudiantes de la Facultad de Antropología, recordó que se dio a partir de 1997-1998 y continúa a la fecha.

“Como docente, quisimos participar en el proyecto, llevo algunos años dando clase en la Licenciatura en Arqueología, he tenido varias temporadas en este lugar con los estudiantes.”

Este año se dio la oportunidad de trabajar en el sitio, debido a la autorización aprobada por el Consejo Nacional de Arqueología para abrir temporada; gracias al apoyo y trabajo de los jóvenes se ha podido avanzar en los trabajos de excavación.

En el lugar han trabajado principalmente la UV y la ENAH, el proyecto continuará con o sin recursos, “con el apoyo de la Universidad tendremos estudiantes trabajando, nosotros avanzaremos en la investigación y ellos aprenderán, para eso son las prácticas de campo”.

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