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El “narco” ha dejado huella en nuestra generación: estudiantes

  • Alumnos de Letras Españolas compartieron anécdotas sobre la violencia que se vive en Veracruz y razones por las que la literatura es pertinente en tales condiciones sociales

 

Héctor Hernández, Irving Carmona, Fátima Garrido y María Eugenia García

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

08/10/18, Xalapa, Ver.- Fátima Garrido García, oriunda del puerto de Veracruz; Héctor Hernández Bautista, de Córdoba; María Eugenia García Aguilar, de Coatzacoalcos, e Irving Carmona Vásquez, de esta ciudad, fueron los protagonistas de la mesa redonda “Universitarios: estudiar y escribir en Veracruz en 2018”, una actividad más de las Jornadas Académicas “De Tlatelolco a Ayotzinapa. Un paso adelante y tres atrás”, organizadas por la Universidad Veracruzana (UV) y el Ayuntamiento de Xalapa.

Todos ellos, estudiantes de la Facultad de Letras Españolas, comentaron anécdotas sobre la violencia presente en la entidad y sucesos de los que han sido víctimas personas cercanas o conocidas, así como amistades y familiares.

Fátima expuso: “El punto es que en un ambiente tan violento como el que vivimos, a veces parece muy lejano el ámbito de la literatura o el académico, como si fueran una burbuja muy separada. Hay quienes dicen que la escritura debería ser un modo de resistencia ante estas situaciones, yo no la vería así, más bien, vería a la literatura como una manera de concienciación, como un fósforo que busque impulsar la llama para impulsar a otros a moverse”.

Enseguida, Héctor, tras detallar dos sucesos de violencia, exclamó: “¿Es válido creer que nos fue bien porque no nos matan? ¿Es válido seguir viendo en el periódico cuerpos sin cabeza de amigos de la infancia? Yo escribo desde un lugar cómodo, tengo mi cabeza y no he sido golpeado, pero no soy lejano a los problemas que a diario aquejan a mis compañeros. La violencia, casi sin querer, ha permeado en mi escritura”.

Para el estudiante, desde la esfera universitaria, en la que él se encuentra, es sencillo hablar de este tema; incluso, según sus palabras, hay un velo engañoso que oculta la verdad y pone de pretexto la ciencia y el arte. “En un primer plano discutimos temas que parecen trascendentales, hablamos sobre si Alfonso Reyes quiso decir esto o aquello, escribimos y construimos, pero a veces, en la fiesta de la miopía académica solemos olvidar un hecho esencial: la violencia que como un fantasma abre las puertas y entra sin que apenas sea percibida, cuando lo notamos a veces es demasiado tarde”.

En opinión del universitario, en su generación y las cercanas el “narco”, en alusión al narcotráfico, ha dejado una huella profunda, que incluso calificó como “indeleble”; además hizo una comparación: mientras los estudiantes de 1968 tenían un deseo de reformación y el gobierno aún representaba una autoridad a la cual combatir, a la fecha, éste se ha diluido y “el futuro está en otras manos y es deber del tiempo mostrarnos en las de quiénes”.

Los últimos en participar fueron María Eugenia García, de Coatzacoalcos, e Irving Vásquez de esta ciudad. Éste, señaló que en la mesa estaban estudiantes originarios de los cuatro municipios con mayor violencia en la entidad, en el siguiente orden: Córdoba, Coatzacoalcos, Xalapa y Veracruz. “Es muy triste enterarse de que aquí estamos los representantes de las cuatro regiones más violentas de Veracruz”.

A manera de advertencia, destacó que la violencia es la única que no discrimina y llega a toda persona, sin importar género, edad ni condición social. “Nos toca a todos en mayor o menor medida”.

Esta actividad se desarrolló en el Salón 17 del Edificio F de la Unidad de Humanidades y fue moderado por Paola Cordero Román, profesora de Redacción de la Facultad de Letras Españolas.

 

Aspecto de la mesa “Universitarios: estudiar y escribir en Veracruz en 2018”

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