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Región de AL y el Caribe debe analizar enfoques reduccionistas de la sexualidad

  • De los 14 millones de niños que nacen en el mundo de madres adolescentes, dos millones se registran en AL 
  • México, segundo país con más muerte materna a causa de Covid-19 

 

Latiniamérica y el Caribe poseen la segunda tasa más alta de embarazos en adolescentes, aseguró Eliette Valladares Cardoza, asesora de la OPS

 

José Luis Couttolenc Soto 

27/09/2021, Xalapa, Ver.- Con una población de 160 millones de jóvenes, los países de la región de  América Latina y el Caribe poseen la segunda tasa más alta en embarazos en adolescentes, lo cual hace necesario analizar los enfoques reduccionistas de la sexualidad que sólo señalan aspectos reproductivos, ocultando implicaciones culturales, religiosas, ideológicas y mezcla de intereses que evitan el abordaje correcto de la sexualidad por parte de la sociedad. 

Así lo señaló Eliette Valladares Cardoza, doctora en Epidemiología y asesora internacional de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante su participación en el 3er Congreso Universitario de Salud Sexual y Reproductiva con perspectiva de género, organizado la Universidad Veracruzana (UV) 

Valladares Cardoza ofreció la conferencia “Estado actual de la salud reproductiva en las Américas”, priorizando su charla en cuatro temas: educación sexual, embarazo en adolescentes, acceso a anticonceptivos y muerte materna. 

Apuntó que la salud reproductiva ha evolucionado pues primero se conceptualizaba sólo como planificación familiar y/o salud materna o atención del embarazo, y hoy debe ser integral porque implica un campo de acción más amplio que rebasa la esfera biológica, se le relaciona con la cultura, los valores, con la realización personal de cada ser humano, y con su entorno o plano colectivo. 

Mencionó que del total de niños nacidos en el mundo de madres adolescentes (15-19 años), alrededor de dos millones (13 por ciento) nacen en América Latina (AL), la mayoría de ellos producto de embarazos no planeados. 

De acuerdo a la OPS, en esta región millones de mujeres carecen de servicios esenciales como los de anticoncepción; 65 por ciento de ellas en edad reproductiva que desean evitar el embarazo no tienen acceso a un método gratuito de calidad y moderno de planificación familiar, 24 millones tienen necesidad insatisfecha de métodos anticonceptivos, 18 millones no utilizan ninguno, y el 66 por ciento de embarazos no intencionales provienen de mujeres con necesidades insatisfechas de anticoncepción. 

En 2017 se tuvo conocimiento de 23 mil embarazos no intencionales en AL y el Caribe, 26 mil abortos, siete mil pérdidas y 243 muertes fetales, por lo que la especialista consideró que la educación sexual es una herramienta primaria importante para combatir problemas sociales graves de embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, VIH/SIDA y otras enfermedades que repercuten en la vida. 

Según estimaciones, dos de cada tres nacimientos (un millón 250 mil) ocurren en países del Cono Sur, por lo que si todas las mujeres que necesitan métodos anticonceptivos los usaran se podría reducir el total de embarazos no intencionados en un 43 por ciento, que representaría más de un millón de embarazos en adolescentes en la región, sólo utilizando métodos de anticoncepción modernos. 

Como factores determinantes de embarazos en adolescentes en AL y el Caribe, la consejera de la OPS mencionó: falta de conocimiento sobre sexualidad, inicio de la vida sexual precoz o forzado, unión precoz o forzada, no uso o mal uso de métodos de anticoncepción, perspectiva del futuro y percepción de sí misma, presión de la pareja o de pares, falta de acceso a educación sexual integral, tolerancia y aceptación de la violencia de género. 

Ante tal panorama, la epidemióloga opinó que la reducción de embarazos en adolescentes ha sido lenta, en México se ha incrementado en los 18 meses recientes debido al confinamiento, por lo que es necesario aumentar la visibilidad de embarazos en adolescentes, de sus factores de riesgos, la repercusión social que tienen estos embarazos, que requieren del diseño de intervenciones con enfoque intersectorial y eficacia demostrada dirigidas a los grupos más vulnerables, y que tengan una participación activa de los jóvenes. 

Con relación a la muerte materna, Eliette Valladares dijo que en AL y el Caribe se tienen confirmados 250 mil casos de embarazadas con Covid-19, y más de mil 500 casos de muerte materna por complicaciones con otras enfermedades persistentes. En México, en 2019 el Covid-19 ocupó la primera causa de muerte materna, situación que se ha mantenido a la fecha, de acuerdo a reportes de la Dirección General de Epidemiología, colocando al país en segundo lugar en este renglón, por debajo de Brasil. 

Reiteró en la necesidad de diseñar intervenciones con enfoque intersectorial y eficacia demostrada, y dirigir éstas a los grupos más vulnerables. 

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