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México, territorio de riesgo para el periodismo

  • “Con base en nuestras entrevistas hemos encontrado que el riesgo es latente para todos, desde Tijuana hasta Cancún”, dijo Rubén González, de la BUAP, en el CECC de la UV

 

Mireya Márquez, Rubén González, Diana Merchant y Salvador León

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

13/11/18, Xalapa, Ver.-Mireya Márquez, de la Universidad Iberoamericana-Ciudad de México (Ibero); Rubén González, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y Diana Merchant, de la Autónoma de Baja California (UABC), presentaron investigaciones en torno a amenazas a periodistas, la confianza y riesgo que éstos experimentan y las estrategias que han desarrollado en el contexto de agresión que se vive en el país.

Los académicos e investigadores conformaron la Mesa 4 “Riesgos y resistencias” del Encuentro de Investigación sobre Violencias contra Periodistas, que desarrolló la Red por la Libertad de Pensamiento y Expresión. Contra la violencia a comunicadores, cuya sede fue el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC) de la Universidad Veracruzana (UV).

Mireya Márquez participó con el tema “Noticias políticas vs. Noticias del crimen organizado: predictores de amenazas a periodistas en México”; hizo referencia a los hallazgos de investigación logrados como parte del proyecto The Worlds of Journalism Study, que consistió en una encuesta aplicada entre 2013 y 2015. Instrumento científicamente validado como tal, diseñado para replicarse en 80 países y, además, dio la flexibilidad en su segunda ronda para que el equipo mexicano agregara sus propias preguntas.

De acuerdo con los resultados presentados por la académica de la Ibero, la violencia criminal sí es el predictor más fuerte significativamente: “Una mayor criminalidad predice mayor incidencia de amenazas, pero la percepción sobre inseguridad pública fue un predictor más alto de amenazas que la incidencia delictiva”.

Una de las hipótesis de la investigación era que si en estados del país donde había violaciones a los derechos humanos habría mayor incidencia de amenazas contra periodistas. Lo que identificaron es que “aminoran cuando aumentan las quejas por violaciones, quizá porque los estados más transparentes sí dejan que la gente se queje ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos”.

Otro de los datos que citó es que los periodistas de altos medios y de medios privados son más propensos a recibir amenazas; que ser mujer o cubrir la fuente policiaca no tuvo relación significativa con recibir amenazas y remarcó que lo que se midió fue incidencia.

Entre los hallazgos más novedosos del análisis que realizan de los resultados de la encuesta, está que el vivir en la capital del país presenta mayor probabilidad de ser víctima de amenaza política que aquellos que no, pero menor a recibirlas del crimen organizado, y que cubrir la fuente policiaca predice significativamente las probabilidades de ser amenazados por el crimen organizado.

Rubén González también presentó resultados de una investigación que desarrolla junto con Víctor Hugo Reyna, quien actualmente realiza un posdoctorado en la BUAP. Su participación se intituló “Confianza y riesgos en periodistas mexicanos”, y entre las conclusiones precisó que en el país no existen los “estados seguros” ni las “ciudades santuario”, porque los periodistas en todas las regiones perciben y experimentan el riesgo; además, éste se encuentra en constante movimiento y el estatus de “estados seguro” es siempre “hasta nuevo aviso”.

“Con base en entrevistas, encontramos que el riesgo es latente para todos, desde Tijuana hasta Cancún. Éste es un hallazgo que a nosotros nos llamó mucho la atención, porque las respuestas que hemos recuperado han sido consistentes: el periodista de Tijuana, el de Sinaloa, el Michoacán y el de Chiapas sienten el mismo miedo. Evidentemente, en algunos estados ha habido más asesinatos que en otros, pero el miedo a sentirse agredido es generalizado.”

Asimismo, dijo que los periodistas entrevistados sienten desconfianza de los ciudadanos y desconfían de las instituciones, por lo que desarrollan una aversión al riesgo y encaran su misión democrática con mayores reservas; la autocensura no es una consecuencia directa del riesgo, sino una consecuencia indirecta mediada por el nexo de desconfianza y está estrechamente vinculada con el desarrollo de interacciones de renuncia.

La mesa cerró con la participación de Diana Merchant, quien presentó “Voluntad, resistencia y agencia. Análisis de las estrategias para realizar periodismo en contextos de agresiones: el caso de periodistas tijuanenses”. La investigadora planteó que en Baja California existen sólo dos medios de comunicación que realizan periodismo de investigación, contra 10 que publican información del acontecer cotidiano.

Por ello, la investigadora remarcó que quienes desarrollan periodismo de investigación son periodistas excepcionales, que resisten y construyen estrategias que ponen en marcha por voluntad.

En su opinión, las agresiones físicas son sólo la punta del iceberg de una serie de violencias que padecen los periodistas, tal es el caso de los bajos suelos, intentos de sobornos, extorsión, así como las agresiones éticas y psicológicas, que fue en las que centró su participación.

“En Tijuana no tenemos historia de un gran número de asesinatos, el último se llevó a cabo en 2004, y fue un periodista del Semanario Z; relativamente estamos tranquilos en ese sentido, pero sí hay otro tipo de agresiones que por parte de los periodistas no son percibidas como tal, sino como situaciones inherentes al campo.”

La mesa fue moderada por Salvador León y se desarrolló el 9 de noviembre, el último día de actividades de este ejercicio académico.

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