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La conservación del patrimonio arquitectónico requiere normas firmes

  • Debe conocerse la opinión de los ciudadanos y no prevalecer intereses políticos, sostuvo el académico Jorge López 
  • Las leyes y normativas deben ser flexibles para adaptarse a las necesidades de las localidades, señaló Kainara Dos Anjos, académica brasileña 

En la Facultad de Arquitectura se realizó el taller “Identificación de dinámicas espaciales urbanas en centros históricos”

David Sandoval Rodríguez 

17/11/2019, Xalapa, Ver.- Lograr una adecuada conservación del patrimonio arquitectónico de localidades como Coatepec, Xico y Xalapa implica la elaboración de normativas que respondan a las necesidades de los ciudadanos y no a intereses políticos, coincidieron en señalar los participantes en el taller “Identificación de dinámicas espaciales urbanas en centros históricos”, que formó parte del Seminario Internacional “Realidades de los centros históricos en zonas metropolitanas” organizado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV). 

En el Aula Magna de la Facultad se emitieron las conclusiones donde participaron, además de académicos y estudiantes, las catedráticas Kainara Dos Anjos y Livia Izabel Becerra de Miranda, de la Universidad Federal de Campina Grande, Brasil. 

A partir del trabajo Identificación de dinámicas espaciales en centros históricos”, realizado por Eva Acosta Pérez, académica de la Facultad; Jorge López Ortiz, doctorante en Urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y el ingeniero Santiago Ronzón Benítez así como Aurora Cuevas Mazahua, se plantearon problemáticas que enfrentan los centros históricos. 

En localidades como Coatepec, una fuente importante de ingresos es el turismo, que busca vivir la experiencia de conocer un pueblo típico; esto lleva a los comercios a comprar espacios que antes eran viviendas para convertirlos en locales, no obstante, algunos propietarios cambian las fachadas. 

Una de las causas de estos cambios drásticos es la imposibilidad económica de mantener y conservar las viviendas que han sido heredadas por las familias a las generaciones jóvenes, que optan por fraccionarlas y vender los espacios. 

Los académicos mexicanos y brasileños señalaron que la normatividad vigente tiende a amonestar o multar a quienes modifican una edificación que está registrada como patrimonio histórico y, por el contrario, en los reglamentos oficiales existen escasos apoyos para la conservación. 

Dos Anjos consideró importante considerar “la humanización y el componente social de las normas y reglamentos”, porque son los habitantes de dichos espacios quienes conocen las necesidades de conservación y las dificultades que enfrentan para cumplir con los requerimientos. 

En varias localidades como Coatepec ocurre que las viviendas céntricas son vendidas a personas externas que cuentan con el capital suficiente para adquirirlas e invertir en la conservación, aunque en algunos casos al poseer la propiedad pueden iniciar cambios según sus gustos personales, apuntó Acosta Pérez. 

Los académicos coincidieron en que se deben atender los cambios de dinámica espacial y urbana de las localidades para tomar en cuenta la visita de turistas porque generan una importante derrama económica y, por otro lado, las necesidades de los habitantes para tener en buen estado las edificaciones dentro de los centros históricos. 

Esta dinámica es imposible de detener y por ello las normativas, principalmente de conservación que son emitidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), deben adecuarse a nuevos escenarios donde conviven tendencias opuestas. 

Por un lado, está el desarrollo turístico y económico que impone determinadas condiciones; por el otro, está la necesidad de conservar los centros históricos dentro de zonas metropolitanas que siguen creciendo en densidad poblacional y demanda de servicios. 

El objetivo de la conservación puntualizó Becerra de Miranda, debe ser revisar y atender los cambios de las dinámicas espaciales para de esta forma adaptar los reglamentos; para ello se debe “identificar el carácter del lugar y responder a lo que dice la población, no a intereses políticos”, comentó. 

De la misma forma, Jorge López dijo que estas normativas son elaboradas a nivel municipal y en este caso responden a plataformas políticas que abarcan solamente cuatro años, por lo que se hace necesario establecer nuevos reglamentos que no cambien con la llegada de un nuevo alcalde. 

Jorge López mostró los cambios ocurridos en el centro histórico de Coatepec

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