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Investigador UV reflexionó sobre impacto y evolución de la educación en DDHH 

  • José Francisco Báez Corona participó en coloquio internacional efectuado por el décimo aniversario de la reforma constitucional de derechos humanos en México 

  

José Francisco Báez Corona señaló que los esfuerzos educativos resultarán insuficientes si no se atienden los factores económicos, jurisdiccionales y políticos

 

José Luis Couttolenc Soto 

03/07/2021, Xalapa, Ver.- José Francisco Báez Corona, investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Veracruzana (UV), habló del impacto y evolución que ha tenido la educación en derechos humanos (DDHH) en esta década, durante su participación en coloquio internacional efectuado para recordar el décimo aniversario de la reforma constitucional de 2011, considerada como el avance jurídico más importante de México para optimizar el goce y ejercicio de los DDHH. 

El Doctor en Derecho Público y docente universitario calificó a esta reforma como integral, y dijo que además de incorporar el concepto de DDHH a la Constitución, reformar el juicio de amparo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y muchos otros aportes, incorporó también la perspectiva de DDHH como una de las finalidades fundamentales de la educación que imparte el Estado mexicano. 

Opinó que la educación en DDHH debe realizarse con un modelo formativo que integre los aspectos jurídicos, con un enfoque de conocimientos, habilidades y actitudes, enlazado con el estudio integral del derecho como norma, hecho y valor, además de un enfoque crítico y transformador que impulse los cambios que son necesarios en nuestra sociedad sobre este tema. 

Sostuvo que a partir de la reforma de 2011, la Secretaría de Educación Pública (SEP) incorporó en su plan de estudios de primaria y secundaria –como parte de la formación cívica y ética– dos propósitos relativos a los derechos humanos: fortalecer su identidad como persona digna, valiosa y sujeto de derechos para participar en acciones que favorecen su autorrealización y desarrollo integral, el cuidado de su salud y la prevención de riesgos; y ejercer su libertad y autonomía, al asumir la dignidad y los derechos humanos como criterios para orientar sus acciones y valorar la vida social y política. 

Báez Corona asentó que a 10 años de estas reformas y la incorporación transversal del tema de DDHH en la educación básica y en la superior, es posible ver mayor énfasis y conciencia social en temas ejes como: derechos de la mujer e igualdad sustantiva, derechos de la comunidad LGBT, respeto y dignidad de la niñez, campañas contra el acoso escolar, cuidado del medio ambiente, denuncia ciudadana, “temas que parecen ser promisorios adelantos de un cambio cultural en la materia”. 

Sin embargo, estimó que en los últimos 10 años se aprecia un incremento de la violencia en el país, que ha propiciado que México descienda del lugar número 79 al 140 en la lista del índice global de paz, por lo cual se debe matizar en el discurso político y académico el impacto y responsabilidad de la educación en la realización de mejoras sustantivas en el entorno. 

Destacó que si bien la educación en DDHH juega un papel fundamental en la construcción de una sociedad de paz, los esfuerzos educativos, por más loables que sean, resultarán insuficientes si no se atiende a otros factores económicos, jurisdiccionales y políticos, por mencionar algunos. 

 

La reforma constitucional de 2011 incorporó la perspectiva de DDHH a la educación que imparte el Estado mexicano

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