• Sus hijos participaron del coloquio homenaje organizado por la Universidad Veracruzana 

• Entre su correspondencia se constata la creación de proyectos académicos y culturales de esta casa de estudios 

Alicia Salmerón, Fernando Salmerón e Ignacio Quepons, director del Instituto de Filosofía de la UV

David Sandoval Rodríguez 

Fotos: César Pisil Ramos 

25/04/2025, Xalapa, Ver.- El legado de Fernando Salmerón Roiz, académico, directivo y exrector de la Universidad Veracruzana (UV), trasciende a sus ideas, dado que sus obras completas y su correspondencia permiten aproximarnos a la vida intelectual y académica del México del siglo XX, expresaron sus hijos en evento realizado en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI). 

Dentro del Coloquio Homenaje “Ética, filosofía y racionalidad práctica: 100 años de Fernando Salmerón”, Alicia Salmerón Castro, historiadora e investigadora del Instituto “José María Luis Mora”, y Fernando Salmerón Castro, antropólogo e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dieron cuenta de los alcances de sus obras completas, así como de sus documentos personales, que actualmente forman parte del acervo del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

El archivo de Fernando Salmerón permite acercarse al pasado y presente de la vida filosófica, intelectual y universitaria del México de la segunda mitad del siglo XX, afirmó su hija. 

Este archivo constituye un fondo documental relevante ya que está integrado por 10 mil documentos e incluye correspondencia cruzada con colegas, discípulos y amigos del mundo intelectual, académico mexicano e internacional, además de instituciones de educación superior con las que mantuvo relación a lo largo de su vida, ya sea como profesor, investigador o amigo. 

La correspondencia de Salmerón Roiz permite una aproximación a varios momentos de la historia intelectual y universitaria nacional, planteó su hija

La documentación abarca de 1945 a 1997 y posibilita un acercamiento a la labor filosófica de Salmerón Roiz y su compromiso con la construcción de instituciones, así como a su biografía intelectual, lo que a su vez permite una aproximación a varios momentos de la historia intelectual y universitaria del México contemporáneo. 

Por otra parte, añadió, “la correspondencia toca un par de décadas de gran aliento de proyectos académicos, editoriales y culturales de la Universidad Veracruzana, incluida la creación de su Facultad de Filosofía y Letras en 1956, de la que fue fundador, profesor y primer director, como también de la revista cultural La Palabra y El Hombre”. 

En su participación, Fernando Salmerón Castro apuntó que las obras completas, publicadas por el Colegio Nacional, abarcan ensayos, artículos y libros, reuniendo la totalidad de sus publicaciones. Esta edición tuvo mil ejemplares y hoy están agotados todos sus volúmenes, además de que no existen reediciones de algunos de sus libros. 

“Para Fernando Salmerón, la publicación de sus obras completas fue siempre un proyecto que consideraba muy seriamente, pero que, como no estaba entre quienes tenían plazos de entrega, lo fue postergando y no se dio el tiempo de organizarlas o completar un índice para la colección, pero lo que sí hizo en algún momento fue esbozar el contenido de algunos volúmenes que le parecía que estaban listos y otros que pensaba podría completar en vida”, precisó su hijo. 

Fernando Salmerón Castro habló sobre cómo se concibieron y editaron sus obras completas por el Colegio Nacional

Ese índice incluía lo que ya se había publicado y lo que estaba en preparación, inclusive algunos que pensaba escribir basados en temas abordados previamente. 

Entre sus documentos personales, comentó, su hermana encontró un esquema manuscrito que permitía organizar las obras en seis volúmenes, que correspondían a la forma en la que consideraba que su pensamiento había evolucionado a lo largo de los años. 

Sin embargo, al iniciar la organización de los textos por el Colegio Nacional, surgieron algunas dudas sobre los apéndices que deberían acompañarlos. 

La opinión de Gabriel Zaid, en ese entonces responsable de las publicaciones del Colegio Nacional, fue ajustar el esquema, lo cual consultó con los colaboradores del maestro: Luis Villoro, León Olivé y Ruy Pérez Tamayo, permitiendo una organización temática que facilitaba a los lectores la búsqueda por temas.